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Cerré la puerta del apartamento y dirigí mi vista hacia el reloj, el cual marcaba las siete. En una hora llegaría Nathan con su sobrinas Sammy para que la entrevistara. No tenía muy claro que le iba a preguntar pero me daría una ducha y luego pensaría en algunas preguntas.

         Mientras me duchaba, no podía dejar de pensar en aquellos ojos celestes ni tampoco en lo que me había dicho al finalizar la entrevista. Mi celular contenía su número y el del el mío. Al salir de la ducha me puse unos pantalones jean flojos, y un buzo blanco con escote redondeado. Me deje el pelo suelto mojándome la espalda y me senté en la cama.

         El reloj marcaba las siete y veinticinco, Olivia aun no había llegado y tenia más de media hora para pensar en las preguntas que le haría tanto a Sammy aquel día como a las demás chicas al día siguiente. Tome una lapicera de mi cartera y mi bloc de notas, y comencé a escribir preguntas como “¿Qué es lo primero que te llamo la atención de ellos?”, “¿Cuál piensas que es la mejor virtud de la banda?”, “¿Hace cuanto eres fan de ellos?”, entre otras más.

         Minutos antes de las ocho, Olivia entro en el apartamento con un montón de bolsas, mientras yo estaba sentada en el sillón de la sala de estar mirando un programa de esos que son bochornosos, en los que te muestran la vida loca de un grupo de personas, y esperándola. Dejo las bolsas cocina y luego se acerco a mí, tirándose en el sofá junto a mí.

-¿Día cansador?-pregunte y ella asintió.

-Al parecer medio instituto se enfermo del estomago luego de que almorzaran.-refunfuñó- estúpidos cocineros. ¿Cómo pueden darles comida en mal estado a los alumnos?- dijo tapándose la cara con sus manos.- en fin, los despidieron y ahora están buscando urgente unos nuevos, pero ese no es mi problema. Tuve que atender a casi todo el instituto ya que todos estaban doloridos del estomago o vomitando o cosas así. Fue espantoso. No sabía qué hacer, eran muchos.

-¿por eso llegaste a esta hora? Digo, nunca llegas después de las siete. –dije.

         Y era cierto. Olivia trabajaba de nueve y media a seis y de allí venia directo al apartamento o a veces compraba algunas cosas para las comidas siguientes, pero nunca llegaba más tarde de las siete, mientras que yo sí que llegaba después de las siete. Aquel había sido un día diferente.

-si, y luego tuve que hacer las compras. –dijo.

-me encantaría deleitarte con uno de mis platos para que te sientas mejor como sueles hacerlo pero no existen comidas buenas si son hechas por mi- dije y ella rio animadamente.

-con tus chistes me alcanza- dijo- ¡oye! ¿Qué tal el trabajo de periodista? ¿Hablaste con One Direction?

-si, lo hice-contesté- son personas normales, por suerte. Hubiera odiado que fueran de esos que se creen la gran cosa porque son famosos. Además, me cayeron bien. Especialmente Louis.

-¿Cuál es Louis?

-el mayor. –dije y Olivia asintió aunque su cara decía que estaba tratando de averiguar cuál era. – ¿por que no vas a ducharte?

-buena idea.

          

         Sammy era una gran chica y realmente adoraba a One Direction, y me conto que su debilidad era Zayn. También me conto algunas cosas características del fandom que, según ella, me ayudarían con el resto de las entrevistas.

         Cenamos todos juntos, y Olivia parecía realmente feliz y más relajada con Nathan a su lado. Verlos juntos me hacia preguntarme Cuándo encontraría yo a esa persona indicada para mi, que me hiciera feliz y  que con solo mirarla todos mis problemas desaparecieran. Toda su vida me lo había preguntado, e incluso había fantaseado con que mis relaciones durarían para siempre, con cada una que tuve y sabiendo que había pasado con la anterior.

-________, tu celular está sonando- dijo Olivia, sacándome de mis pensamientos. Sacudí la cabeza y me dirigí a mi habitación, donde había dejado el celular.

         Era un mensaje de texto. Lo abrí y vi de quien era: Louis. “Hola, “periodista”, espero que tu día este terminando bien. Me gustaría saber si podemos vernos el próximo viernes en la noche. ¿A qué hora sales de trabajar? Louis”

         Me mordí el labio. ¿Me estaba invitando a salir? ¿De verdad? Hacia tanto que no salía con alguien, exactamente cuatro años. Sonreí para mí y le contesté, no porque quisiera tener una relación amorosa con él, pero si quería tener un amigo cercano en Londres, con quien pudiera compartir lo que sucedía en mi vida. “Mi día está terminando de una manera muy increíble. De verdad me gustaría verte el viernes y salgo a las 7. _____”

Espere un par de minutos a que me contestará con un “Genial. Pásame la dirección de tu casa y te ira a buscar a las 8:30, así tienes tiempo de cambiarte. Después te paso más detalles. Louis.” Le envié la dirección del edificio y volví a la mesa.

-mi madre- mentí y seguimos cenando tranquilamente. Obviamente más tarde le contaría a Olivia lo que estaba sucediendo en realidad. 

Unexpected [Louis Tomlinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora