08.

265 13 0
                                    

      La recepcionista no se fijo en mi desde que las puertas del ascensor se abrieron para mostrarme una recepción muy prolija, con moqueta de color azul oscuro y paredes perfectamente blancas adornadas con los libros más famosos y exitosos de  la historia de la editorial, y un escritorio con una muchacha de unos veinti-pocos años detrás de este pintándose las uñas, hasta que tosí falsamente para que notara mi presencia.

      Levanto la vista de su penúltima uña pintada de rojo pasión para mirarme y alzar las cejas. Me sentía un poco intimidada por su mirada color caramelo intenso y sus rostro serio.

-¿Qué se le ofrece? –me preguntó con un tono bastante osco. ¿Es que en esta editorial no podían contratar a alguien más amable?

-Busco al señor White. Sé que debe estar ocupado pero puedo esperar.- dije. Ella asintió y tecleó un par de cosas en la computadora cuidando su casi terminado manicure.

-Tiene suerte. Esta libre en estos momentos- dijo sin mirarme. – ¿Cuál es su nombre?

- _______ García. –contesté y con mi mano apreté fuertemente el lazo de mi cartera.

       Sentía mis manos sudorosas y mis piernas comenzando a temblar. Recién en aquel momento me daba cuenta de mis nervios, ya que posteriormente estaba tan decidida que no habían tenido lugar.

       Escuche decir a la muchacha “Señor White, una chica llamada _______ García está preguntando por usted” a través de un teléfono. Luego asintió varias veces, escuchando lo que el señor White le decía y luego concluyo la llamada con un “Claro, señor”.

-El señor White la espera, señorita García. Por favor, golpeé antes de entrar y la puerta es la del fondo. –dijo antes de volver a sus uñas recién pintadas.

      Dije “gracias”  y comencé a caminar hasta aquella puerta, que se encontraba a unos cuatro o cinco metros de mí. Sentía mis piernas temblar pero la voz de Olivia resonó en mi cabeza dándome ánimos. “Más que decirte que no, no va a ser. Deberías intentar”

     Caminé decidida hacia la puerta y me pare frente a ella antes de hacer cualquier otra cosa. Estaba allí y eso podría cambiar para siempre mi futuro. Respiré profundamente y golpeé la puerta de madera marrón oscuro.

-Adelante.-dijo una voz gruesa y segura desde el interior, así que lentamente abrí la puerta para encontrarme con un hombre canoso de ojos negros y buen aspecto.

       Estacioné el auto en el estacionamiento de aquel bar. Louis me había mandado un mensaje durante mi encuentro con el señor White y no había podido responderle pero luego de salir arreglamos para vernos allí, llegando separados.

      Entré y recorrí el lugar con la mirada, buscándolo hasta que lo vi sentado en el fondo, de espaldas a la puerta y mirando el menú del lugar. Mire la hora: dos y cuarto. Tenía hambre porque no había comido nada hasta ese momento y yo nunca me perdía el almuerzo.

-Hola- dije dándole un beso en la mejilla para luego sentarme frente a él.

-Hola- me respondió. -¿Tuviste suerte en la entrevista o…como quieras llamarle?

-Bueno, el señor White es un hombre de mucha experiencia en estas cosas, por eso es que me presente ante él. Hablamos de porque estaba allí y sobre mi trabajo actual, el cual le dije que dejaría si alguien me prometía que publicaría mi libro y así centrarme en escribir otro tan bueno o aun mejor que ese. –Dije – dijo que estaba dispuesto a leer mi trabajo y que me llamaría en aproximadamente una semana para decirme que le pareció.

-¿Te tienes fe?

-Me siento segura. –Dije.- ¿Qué tal tu?

     Louis rodó los ojos y rio por lo bajo, lo que lo hizo ver muy adorable y tierno. Ese chico era hermoso en general y yo no podía creer estar enamorándome de alguien con tanta fama como él. Pero sentía que él era diferente, que el lograba sacarme sonrisas y risas constantemente aunque no dijera nada, cosa que siempre fue difícil que sucediera en mi. Pero él lo lograba.

-Los chicos y yo estamos trabajando en nuestro próximo álbum. Solo escribiendo pero es un avance. –dijo sacándose un pelo rebelde que tenía en el rostro. – y al parecer la prensa aun no sabe que salir contigo aunque no creo que demoren mucho en hacerlo.

-¿Qué tal los chicos?-pregunté.

-Ellos…ellos creen que eres genial.-dijo- y que deberíamos salir más pero…no quiero ir rápido. No quiero apresurar las cosas y que todo salga mal porque ya tuve una experiencia así.

-Está bien tomarse su tiempo.

-De todas maneras, me encanta salir contigo y… sé que es muy difícil encontrar a una chica tan especial como tu

     Sentía como mis mejillas comenzaban a tornarse rosas y a calentarse. Odiaba aquellas situaciones en las que mis mejillas me delataban pero me era inevitable controlarlo. Sonreí un poco y baje la mirada tratando de ocultar mi sonrojo.

-Estas sonrojada- dijo tiernamente al momento en que sentí su mano acariciar mi mejilla lentamente. –te ves tierna.

-Gracias- dije aun sin levantar la mirada.

     Lo cierto era que me sentía una tonta adolescente enamorada. Se suponía que con mi edad y mis experiencias vividas no tendría que estar de aquella forma pero, como anteriormente dije, Louis era diferente. 

-¿Te parece vernos dentro de dos días? –le dije a Louis antes de salir del bar. Ojala pudiera verlo antes pero tenía mucho trabajo con el artículo sobre él y sus compañeros de banda que aun no terminaba y quería hacerlo antes de saber si podía renunciar o no al trabajo.- tengo mucho trabajo que hacer estos días y…

-no te preocupes. Yo también voy a estar algo ocupado- dijo sonriéndome. –Te llamo.

-claro.

     Me pare de mi asiento y me acerque a él. Le di un beso en la mejilla, el cual se que ambos disfrutamos, y le sonreí antes de irme del lugar hasta mi coche estacionado. 

Unexpected [Louis Tomlinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora