Sangre (X-men Fanfic)

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-¿Estas robando helados? -fue lo único que se me pasó por la cabeza en aquellos momentos.

-Si yo soy un roba helados y tu una roba patatas, si te lo he visto en el bolsillo derecho de tu sudadera - soltó con una pequeña sonrisa de lado mientras yo alzaba una ceja - Soy Pietro Maximoff, y tu?

-Hayley Blake.

NOW

-Vale... Hayley Blake ¿Qué se te ha perdido por estos barrios a estas horas? -no contesté ya que esperaba algún tipo de reacción al escuchar mi nombre, había salido en todas las noticias del país- Vale no contestas… ¿Te has perdido?

-¿No vas a llamar a la Policía?

-¿Debería? -me devolvió la pregunta alzando su cabeza aumentando su altura.

-Es que… ¿No ves las noticias?

-No creo que hayas sido tú, ¿No lo controlas verdad?

-¿Controlar el qué? -pregunté extrañada por su cambio de tema.

-Tu mutación, no sé que será pero no tienes la culpa, es difícil aprender de ella por uno mismo.

-¿Mutación? Tú … tú no sabes nada sobre mi -dije dándome la vuelta para alejarme de él lo más rápido posible.

Antes de darme cuenta lo tenía a centímetros de mi mientras me miraba con una mueca – Bueno puede que no sea el más listo pero noto tu energía, y déjame decirte que sé algo sobre... mutaciones -Aún estaba en shock por aquello cuando el se giró para la salida. – Y te recomiendo que te deshagas de tu coche, saben tu matrícula y pueden rastrearla.

Me quedé allí parada nerviosa mientras lo veía salir pensando en todo lo que había dicho, era horrible planificando huidas no sé como no tenía a la policía conmigo ahora mismo.

-Espera! grité mientras salía a la calle y corrí toda la calle parándome a la altura de mi coche – ¿Peter?… -susurre con cansancio y al girarme lo vi justo detrás de mi sonriendo provocando que diese un pequeño bote del susto– Dios deja de hacer eso…

-Perdona es la costumbre… bueno ¿podemos quemar ya tu coche? Me gusta quemar cosas.

Horas más tarde de aquella misma noche nos encontrábamos andando sin ahora mi voejo coche, que estaba quemándose en un pantano a las afueras del poblado, cargando mi pequeña mochila con pocas pertenencias, junto aquel joven de extraños pelos y poderes llamado Peter Maximoff, caminábamos en silencio, yo por una parte, sin saber a dónde íbamos y Peter pateando cualquier cosa que se encontraba por el suelo a su paso.

-Umn ¿Tienes donde quedarte? -me preguntó sacándome de mis pensamientos, me límite a encogerme de hombros – puedes quedarte en mi sótano unos días si quieres, nadie notará que estas allí.

-No quiero causarte problemas, estoy en busca y captura ¿recuerdas?

-Tonterías, soy un gran amigo de la policía y mi garaje es el lugar más seguro del planeta, entre mutantes nos ayudamos – dijo mientras me codeaba en el hombro amistosamente, le devolví el gesto en un intento de sonrisa que sólo se quedó en una mueca.

Llegamos a una casa bastante sencilla pero bonita en la que en la entrada te daba la bienvenida un pequeño buzón que tenía grabado en grande la palabra Maximoff, fuimos por el lateral para entrar directamente en el sótano de la casa. Dentro del espacioso sótano había toda clases de máquinas de juegos, televisores y un montón de cajas de comida,miré a mi alrededor y sin pedir permiso caí rendida en el único sofá que había en medio de la sala.

-Acomódate, aquí hay todo lo que uno pueda necesitar -dijo mientras apartaba algunos chismes que había sobre el sofá.

-¿No te preocupa que sea una asesina? – él se quedó pensando por un segundo antes de contestar, mientras me esquivaba la mirada.

-Bueno...a muchos mutantes les tienen miedo sólo porque no los entienden…

-Ya, en fin... creo que lo mejor sería que me encerrasen lo más profundo posible, sólo he causado muerte en todo lo que toco o quiero a mi alrededor. No te recomiendo tenerme mucho tiempo cerca- le corte antes de que siguiera hablando, me giré en el sofá tumbándome dándole la espalda, todo se quedó en silencio y a los pocos segundos todo se quedó oscuro y no le sentí más alrededor mío en aquel sótano.