Errores al comenzar en wattpad (2da parte)

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Por si os lo estáis preguntado, tengo pensado hablar como española a lo largo de toda la reseña, así que no os extrañéis si casi todos los verbos que escriba terminen en ''éis'', y no me preguntéis el por qué.

Antes de empezar debo aclararos [ni idea si existe esa palabra] que nadie nace enseñado. Todos vosotros habéis aprendido a leer y a escribir en la escuela, e incluso a algunos os han enseñado reglas básicas de redacción. Como en la caligrafía y en la gramática, en los comienzos de la narrativa es sencillo cometer fallos muy elementales, pero al fin y al cabo siempre valdrá la pena intentarlo. 

Actualización: Escribí de esta forma porque quise ver qué tan buena era mi gramática al utilizar esta jerga verbal, ya que una de mis más recientes obras; El manual de un corazón adolescente, se desarrolla en España y necesitaba saber qué errores podrían encontrar ustedes, mis lectores, en mí.  

Ahora sí, aquí va:

6. Parar demasiado pronto

Esto sucede con mucha frecuencia, y lo peor del caso es que a veces no os dais cuenta de la grave falta que estáis cometiendo. 

Os encontráis tan ansiosos por terminar esta obra [lleváis tantas inacabadas...] que generalmente precipitáis el final, y es que la cosa como que acaba muy abruptamente, por lo que el lector queda tan confundido que ni siquiera recuerda cómo Anita resolvió todo el rollo que había formado de una manera tan rápida y eficaz. 

Después, cuando finalmente os dais cuenta de cómo la habéis cagado, se os ocurre que, para reparar el daño hecho, lo mejor será hacerle una segunda temporada a vuestra obra [en la cual se alarga un poco el inevitable final], cosa que no hace más que empeorar la situación.

Consejo Random: Esto es fácil de resolver. Lee la historia concienzudamente y encuentra el punto en donde comenzaste a apresurar las cosas. Corrígelo. 

7. No respetar la ley causa-efecto

Este es un fallo muy difícil de detectar sin una lectura a fondo y se produce cuando una situación se resuelve de manera milagrosa. Y es que por desgracia estamos acostumbrados a cometer este tipo de faltas.

Por ejemplo; supongamos que en un momento dado vuestro personaje principal Anita, siente una inapropiada atracción hacia su padre, quien al ver lo tremendamente caliente que ésta se ha vuelto decide seguirle el juego. Supongamos también que además de ser su padre, Edgar es su profesor de física en la prepa, y que está enterado de que Anita, su actual amante, tiene un novio llamado... eh... no sé, Bartolomeo, así que decide asesinarlo por el bien de su relación con la quinceañera. Más adelante Anita se entera de lo que planea su malvado padre/amante, así que notifica a la policía de sus intenciones y éste es llevado a la cárcel por intento de asesinato, incesto y pedofilia, mientras que ella se queda comiendo perdices al lado de Bartolomeo.

Todo genial ¿No es así? Aparentemente la historia tiene un buen desarrollo y un final apropiado. Pero el error aquí es que la autora ha dejado muchos cabos sueltos, quiero decir: ¿Qué llevo a Anita a sentir aquella inapropiada atracción hacia su padre?, ¿qué hizo que él aceptara algo cómo aquello?, ¿no debería estar ella viéndose con un psicólogo?, ¿quién certifica su salud mental?, ¿por qué no es llevada a cabo una investigación sobre el caso?, ¿dónde carajos está su madre?

¿Lo veis? Son muchas incógnitas que la escritora o escritor ha dejado sobre los hombros del lector, y es que hay personas que no se ocupan de informar bien a quienes les leen. 

No olviden que todo efecto está precedido por una causa

Consejo Random: Hagan que vuestros finales sean lógicos. No dejéis que nada se os escape de las manos. Si vais a tocar un tema delicado, INVESTIGAD. Si vais a usar un ambiente que desconocéis, INVESTIGAD. Si vais a citar a alguien o algo, INVESTIGAD. No escribáis cosas porque sí, la gente es muy inteligente para estos tiempos y vuestros lectores no tardarán en darse cuenta de que la obra la ha hecho un idiota. Por eso debéis explicar las razones por las cuales sucede todo; la historia no acaba cuando el papá de Anita cae preso, la historia acaba cuando nos contáis por qué pasó todo aquello, sin la necesidad de sacar una ''segunda temporada''.

8. Volver al personaje principal personaje secundario

Ok, tranquilizaos [Já, eso sonó raro], no es tan malo como parece: a todos nos sucede. 

Esto pasa debido a que, como es normal en toda historia, cuando ésta empieza a desarrollarse con mayor soltura cada personaje va cobrando vida, lo cual os hace apreciar a unos personajes más que a otros, e incluso llegáis a olvidaros de quién es el protagonista. 

Esto se debe a que en algún momento de vuestra historia empezáis a darle más importancia a Emilia, quien supuestamente es la antagonista [ya sea porque Marifer os ha dejado de gustar, su personalidad no os convence o que sé yo] y termináis narrando prácticamente toda la historia desde su punto de vista. 

Hay dos cosas que podéis hacer para resolver esto: 

Uno: repasar el texto [las escenas] y ver dónde el personaje principal se vuelve pasivo para devolverle la fuerza perdida.

Dos: si al final os termina gustando más Emilia, deberéis reestructurar la obra para el intercambio de roles o tener más de un personaje principal. Esta solución es un poquito más complicada, pero la experiencia vale la pena.

También debo recordaros que es más importante ser coherentes e inverosímiles en sus obras, que el ser realistas. Vuestros personajes son humanos (bueno, la mayoría de ellos), así que no tiene nada de malo que le deis una o dos cualidades positivas al antagonista, sólo porque es el antagonista. Así como también, el concebirle una o dos cualidades negativas al protagonista, no hará que deje de ser el protagonista. Y si escriben en el ámbito de fantasía o paranormal, más que mantener un equilibrio con la realidad, debéis otorgarle fuerza y respaldo a las bases con las que se sostiene su obra. La magia de la escritura es crear historias fantásticas e inimaginables, y al mismo tiempo lograr que el lector las crea posibles.

Esto nos lleva al punto número 9:

9. El mal absoluto y el bien puro

La mayoría de las personas malas en el mundo, no son del todo malas. Y la mayoría de las personas buenas, no son del todo buenas. Todos tenemos matices y defectos. Cualidades y debilidades. Un antagonista no es considerado antagonista por el simple hecho de haber nacido con una maldad innata. No. Se le considera de esta forma porque es alguien que, por alguna razón o circunstancia, no está de acuerdo con los objetivos del protagonista y por ello siente la necesidad de oponerse a éstos. 

La obra puede tratarse de dos abogados que se enfrentan en una corte, cada uno defendiendo lo que cree correcto, pero es el abogado defensor quien cuenta la historia y por ello el fiscal se convierte en su antagonista. No quiere decir que el fiscal sea un ser vil y despiadado; quiere decir que él representa el conflicto que el abogado defensor debe superar. 

He aquí su definición:

Antagonista (adj. n.c): [persona] Que actúa de manera contraria u opuesta a otra; especialmente, personaje que se opone al héroe o protagonista en el asunto principal de una obra literaria, una película u otra creación artística.

En conclusión, los antagonistas también pueden ser los buenos, e incluso los héroes pueden volverse los malos de la novela. Pueden mentir, robar, hacer daño a otros y hasta asesinar a alguien.

Solo dejen correr su imaginación.

10. Derrochar ideas

Esto es algo que me ocurre de vez en cuando. 

Sucede en el momento en que la inspiración os agobia y las ideas empiezan a mezclarse, y es que tenéis tantas buenas escenas en vuestra cabeza que deseáis ponerlas todas de un sopetón, cuando en realidad a éstas se les podría dar un mejor uso en cualquier otro capítulo. 

Lo cierto es que hacer algo como esto no es en lo absoluto necesario, y lo que yo suelo practicar es tomar una libreta y destinarla a todas esas ideas o escenas que se me vienen de repente, para después utilizarlas en el momento más oportuno.


Atte: DarkWords.

Todas esas cosas que detesto de Wattpad (Explicit Content #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora