Hasta el fin del mundo

875 47 4
                                    

Este corto va dedicado para Dannasophi quien me hizo la petición con la canción "Hasta el fin del mundo" de Jennifer Peña. Espero que sea de tu agrado belleza y gracias de nuevo por leer.

Hasta el fin del mundo

Escucho las palabras de Saul con atención y trato de explicarle. Esta enojado, mas otra vez vuelve a dudar de mi y decido marcharme de ahí. ¡Estoy cansada de esto! El estira su brazo para detenerme y yo miro a ambos lados para evitar ser vista. Estamos cerca del estacionamiento de la Constructora Sandoval y cualquiera puede pasar.

-A penas ayer estuvimos a punto de hacer el amor ¿o eso también lo hiciste para manipularme? -me dice furioso y yo volteo a verlo indignada al mismo tiempo que le dejo caer una cachetada.

-Pense que eras diferente a los demás...

-Yo también pense que eras diferente y me empeñe en no querer ver lo que todos querían ver en ti. Fui un ciego al enamorarme de una mujer a la que solo le importa el poder. -me gritó y sentí el aire abandonar mis pulmones, mis ojos se abrieron y mi corazón latió con fuerza. ¿Enamorarse?

-¿Enamorarte? -cuestione con incredulidad y él asintió.

-Si... -tiene los ojos brillosos y su respiración es agitada. -Si su objetivo era que yo me enamore, para que baje la guardia y usted pudiera quedarse con la vecidad de mis padres; la felicito Doña. Lo consigió. -me dice tanjante e intenta pasarme por el lado para marcharse, mas yo sostengo su brazo y lo detengo. Miro nuestras manos unidas con nervios y ansiedad que trato de ocultar; y volteo a verlo.

-Saul... -siseo y lo veo ansioso, frustrado... -No quiero que vuelvas a llamarme Doña, tu no. -lo veo flaquear y sin dejarlo pensar o intentar nada me abalanzo a sus brazos y lo beso. En un principio lo siento distante, mas luego siento como coloca ambas manos cerca de mi cuello y corresponde al movimiento de mi labios. Su respiración se acelera igual que la mía y comienzo a sentir una extraña sensación de felicidad que muy pocas veces he esperimentado antes. Me entrego por completo a él y no me importa quien pueda vernos o venir.

-¡Altagracia! -escuchamos un grito y ambos nos separamos. Busco aturdida la procedencía de esa voz y me encuentro con Felipe. Lo miro furiosa y colocando un brazo frente a Saul le digo que se vaya, mas él me ignora y continua en su lugar. -Yo te conozco infeliz. Eres el abogado...

-Deje que Altagracia se vaya. -lo interrumpe Saul e intenta pasarme por el lado, pero lo detengo.

-No, no, no... -le dirijo una mirada rápida y regreso la vista a Felipe. -Basta de dramas y escandalos, Felipe.

-Todavía tienes el descaro de darme ordenes después de lo que acabo de ver. -me dice y me altero. ¡Maldito infeliz!

-¡Vamos a mi oficina! -exclamo ansiosa porque se calle y se marche. Esta llamando mucho la atención. -Estas quedando en ridículo frente a tus guardias o al menos diles que se vayan. -digo con altanería. Lo que lo hace enfurecer y quitandole una pistola a su guardía me apunta con ella. Es solo un segundo, cuando siento a Saul colocar un brazo frente a mi; y empujarme para protejerme colocandose frente a mi. Justo en el instante que escucho un disparo sonar, mezclandose con mi grito y a Saul cae al suelo frente a mi.

-!Saul! -grito y las lágrimas se acumulan en mis ojos. Miro a Felipe asustada y me arrodillo junto a Saul. Las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas y no me importa detenerlas.

-¿Qué hiciste Felipe? -escucho la voz de Rafael, mas mis ojos continuan en Saul y en su herida la cual comienza a botar sangre a bombotones. Sollozo y trato de mantener a Saul despierto, pero veo como pierde la conciencia y me desespero.

-¡Llame a una ambulancia! -grito y lo abrazo para mantenerlo cerca de mi. -Por favor... -suplico en un hilo de voz por las lágrimas y el miedo se apodera de mi. No, no, no él no... -No dejare que te mueras, Saul por favor tu no...

Escucho a Rafael intercambiar algunas palabras con Felipe, mas no las puedo escuchar bien. La sangre continua brotando de la herida y Saul comienza a ponerse palido.

-Rafael llama a una ambulancia por favor... -le suplico y veo como le da instrucciones a uno de mis guardías para luego acercarse hasta mi y tomarme por el brazo.

-Vamos Altagracia debes irte. -me dice e intenta ponerme de pie, pero me aferro a Saul y lloro.

-No, no, no lo dejare. -digo entre lágrimas y lo abrazo. Acomodo mi cabeza cerca de su cuello y acaricio su mejilla. -No te vayas, Saul. No me dejes... Yo... Yo te necesito.

-Altagracia, tenemos que irnos. Pronto llegará la policia y no es bueno que te involucren en esto. -vuelve a tirar de mi Rafael, desesperado y yo me suelto de su agarre y niego.

-¡No! -exclame -Yo me quedo con él... - las lágrimas continuaron su camino por mis mejillas y yo seguí con mis ojos en Saul al mismo tiempo que continuaba acariciando su mejilla. -No me dejes... -le suplique y lo vi intentar abrir sus ojos, mas le era imposible.

-Altagracia... -siseo y lo mire sorprendida y mis lágrimas se detuvieron por una leve fracción de segundos. -Altagracia te amo... -dijo y mi rostro se volvio a desencajar por las lágrimas. -Te amo... No me dejes solo.

-Jamas... siempre estare junto a ti... Hasta el fin del mundo. -lo ví prensar una sonrisa que se convirtió en mueca. El desespero aumento en mi cuando lo vi toser y me acerque más a él para que pudiera escucharme. -No te dejare jamas porque te amo... -me quebre y volví a sollozar.

-¿Me amas? -cuestionó con la voz en un hilo y yo asentí acariciando.

-Si te amo, te amo y Hasta el fin del mundo estare junto a ti y si tu me dejarás no sabría que hacer. -me incline sobre él y bese castamente sus labios al momento de escuchar a la distancia el sonido de la ambulancia acercarse.




Perderme en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora