Segunda Saga - VI

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Sus besos sabían a una extraña mezcla de coca-cola y dulces sabor cereza, de esos que comía durante las clases para mantenerse despierto. Era adictivo, casi tanto como lo había sido el café y los cigarrillos.


Dos cosas tenía Frank en común con el café y los cigarrillos: Estaba generando una resistencia, los besos tiernos y suaves del inicio ya no eran suficientes, no bastaban. Necesitaba más, cada vez más. Y los tres lo estaban consumiendo lentamente, lo mataban un poco más con cada calada, con cada gota de saliva intercambiada. Era como veneno. 


Frank miró fijamente a Gerard, maldiciendo a cada uno de los parientes cercanos del mayor, adivinando sus pensamientos, dolorosos, filosos. 


  — Gee... No puedes pensar en nada mientras estás conmigo ¿Escuchaste? Lo prometiste.


Y Gerard asentía, ausente. Lo había prometido, sí ¿Pero cómo olvidar todo aquello que lo atormentaba? La culpa le quemaba el estomago, lo hacía sentir repulsión de sí mismo. Solo el aliento cálido de Frank lo adormecía, volvía sus pensamientos borrosos y lo convencía de regresar a los cálidos brazos de su pareja.


Siempre era el mismo ritual, eran una pareja normal y feliz hasta que la hora de regresar a casa llegaba y los demonios de Gerard salían a atormentarlo ¿Cómo podría rescatar a su amado cuando ni siquiera podía rescatarse a si mismo? El menor daría todo, cualquier cosa, con tal de que la reina malvada se alejara de sus vidas o simplemente cambiara, daría su alma a cambio de paz. Pero la vida no es un cuento de hadas, sin importar cuanto lo intentara no podría volver a ser el príncipe que Gerard necesitaba, su armadura y su espada se habían esfumado junto a la inocencia de su amado. 


Ambos estaban jodidos, y por eso estaban juntos.


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Yo juro que quería hacer esta saga cute, y después agregarle algunos problemas super pendejos que pudieran solucionar en tres días, pero no me queda ser cute amiguitos, perdón, no me odien. Todo va a terminar bien, lo juro. Capítulo corto porque si continuaba la iba a super joder y me gustó cómo quedó así. 

Once upon a time...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora