VII

382 60 9
                                    

La idea de terminar toda relación con Gerard llegó durante la víspera de su dieciochoavo cumpleaños.


Durante todos esos años había sido evidente lo mucho que afectaba a su novio todo aquello, y durante una buena parte de este tiempo Frank había logrado convencerse a sí mismo que creía las historias de Gerard. Pero era evidente que la constante frustración de Donna no se debía a sus malas notas, el chico era uno de los mejores en la clase, ni a su pasatiempo como artista, la mujer se encargaba de proveerlo de materiales. El único problema que Donna Way encontraba en su primogénito era él. Y esto era cada vez más difícil de ignorar para ambos.


Gerard tenía la misma idea en otro lugar de la ciudad. No quería seguir haciendo sentir mal a su madre, no quería seguir siendo un mal ejemplo para su hermano... pero amaba a Frank. Elegir entre complacer a su madre o ser feliz era una decisión difícil, pese a lo que se pueda creer.


Su psicólogo siempre hablaba sobre elegir lo que a él lo hiciera feliz, a menudo le decía que todos los adolescentes tienen problemas en casa, que no existe la familia perfecta, pero él sabía que existían. Su familia podría ser perfecta si se alejaba de Frank, si conseguía una pareja "a su altura" como su madre siempre le aconsejaba. Pero amaba a Frank.


Así que pasaba horas dando vueltas en la cama, intentando convencerse de que solo estaba con Iero por costumbre, que era imposible que una historia de amor de toda la vida existiera, que todo lo habían inventado ellos para ser la envidia del mundo, porque ¿Qué podía ser más perfecto que un amor que inició en pre-escolar? Y luego pasaba aún más horas recordando que Frank no era así, que al menor poco le importaba lo que otros creyeran sobre su relación. Que no estaban juntos solo para pretender la pareja perfecta porque no lo eran.


Lo que tenían era algo más, estaban juntos porque lo que sentían por el otro era genuino. Y si había algo que sabía era que el tiempo no tenía ninguna influencia en aquellos sentimientos, lo habría amado tanto o más si se hubieran conocido a los treinta o en el hospital a punto de morir. Tal vez si lo hubiera conocido a los treinta las cosas habrían sido más fáciles.

Ambos llegaron a la misma conclusión al final del día, que si había algo por lo que valía la pena meterse en problemas o salir herido eso era su relación.



-0-0-0-0-0

Me estoy acostumbrando a escribir capítulos cortos y lo odio.

Once upon a time...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora