Capítulo 23: El traidor.

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-¿Algo más importante que salir corriendo de esta isla? -cuestionó Seungkwan.

-¡Claro que lo es! Si no, no os diría que esperarais un momento -bufó The8.- El traidor no es Hoshi -esas palabras causaron confusión en todos que comenzaron a mirarse entre ellos.

-¿De qué estás hablando? -preguntaba Jun- ¡Hemos visto cómo se llevaba a Chan con nuestros ojos, claro que es él el traidor!

-¿Me dejáis terminar, por favor? -dijo con tono de queja.- Lo de Hoshi no sé a qué ha venido, pero él no tiene nada que ver con esta instalación o los soldados, ni mucho menos con esta maldita isla. Esta organización ha intentado comenzar un experimento con algunos de nosotros, pero no contaba con que más personas se unieran, así que tendría que quitarse a algunos de en medio.

-¿Un experimento? Esto cada vez es más extraño -Wonu no entendía nada, aunque tratara de escucharlo.

-Es un experimento para el que necesitan 9 personas. Los tres estudiantes no deberían estar, y si restamos también al responsable, tenemos 9. Lo justo que necesitaban en un principio -seguía explicando el debilitado chico.

-¿De qué es el experimento? -preguntó Seungkwan.- Aunque si nosotros no estamos en sus planes, ¿por qué se llevaron a Dino cuando atacaron la aldea?

-No sé la respuesta a ninguna de tus preguntas, lo siento... -se disculpó Minghao.- Pero ya es hora de mostrar quién es el verdadero traidor. Y no intentes negarlo, por favor, así que dinos la verdad de tu propia boca. Sé un hombre, Jeonghan, líder de Crown Robotics.


Los ojos de todos se abrieron como platos, incluidos los del propio acusado y su esposo. Un silencio incómodo se estableció en la sala, y todas las miradas se posaron en Jeonghan, pero finalmente una sonrisa apareció en su rostro.

-Tranquilo, Minghao, no voy a tratar de excusarme. Es cierto, yo os traje aquí, provoqué ese accidente, conseguí que el barullo del barco se dirigiera a otros botes y sólo se me colaron los pequeños, pero tampoco molestaban tanto -confesó sin dejar de sonreír.- Es cierto que mi intención era hacer un experimento, pero cuando el batallón atacó algunos no estábais. Esperaba que cuando el resto llegara a salvaros os pudiera atrapar, pero Jun descubrió el punto débil de los soldados, y parece que tú derrotaste a Dongho.

-¿Y ya está? ¿Eres el traidor y punto? -se metió Joshua.- ¿Qué hay raro aquí?

-Propongo que no venga con nosotros al barco -dijo Wonwoo.- Él nos ha metido aquí, no tenemos por qué llevarlo.

-Pero hay algo más -esta vez fue Mingyu quien aportó algo.- S.Coups, ¿tienes algo que ver o sabías algo? -preguntó sin tapujos.

-Bueno... -el mayor del grupo agachó la cabeza.- No puedo negar que lo sabía, pero para nada quiero nada malo para vosotros ni he querido que estéis aquí...

-¿Y de qué nos sirve eso? -Jun iba a explotar en furia.- Vámonos, que se queden los dos aquí.

-No os iréis, nadie más se irá de la isla -afirmó Jeonghan.- Quitando a los dos que se han ido, y Seungcheol y yo, sois nueve, así que me venís perfecto, no tendré que introducir a mi marido en ese experimento.

-¿Es que pensabas hacerlo? ¡Si es tu pareja! -gritó Vernon.

-Me he cansado de oíros -concluyó.- Seungcheol, cierra la puerta y aprésalos -dijo en un tono bastante autoritario.

-Lo siento... -pronunció el ordenado antes de que uno de sus ojos se encendiera en un color rojo, y la puerta comenzó a cerrarse rápidamente.

-¿Pero qué es eso? -Joshua se asustó.

-Desactiva los comunicadores, Cheol -dio otra orden más Jeonghan. El otro ojo de S.Coups emitió un destello azul y notaron cómo un sonido estridente sonaba de los auriculares, lo cual hizo que todos los que lo llevaban se lo quitaran, quedando luego deshechos.

-¡¿Qué está pasando?! -Seungkwan se agarró a Vernon, la situación era terrorífica.

-Atrápalos -esa palabra del líder de la empresa robótica heló a todos, y S.Coups se fue encaminando primero hacia Wonwoo.

-Ni se te ocurra -Jun se puso en medio de los dos.- No vas a tocar un pelo a Wonu. Aléjate.

-No puedo hacerlo, Jun. Por favor, no quiero heriros... -S.Coups prácticamente estaba suplicando.


Sin más preámbulo Jun trató de atacar al mayor con una patada en el costado, pero no se inmutó a pesar de recibirla de lleno. Tomó la pierna de Jun y tiró de ella, haciendo que cayera al suelo y después apresó a Wonwoo, colocándole unas esposas, lo cual hizo previamente con el chino.

-Por si tenéis alguna duda y soy una bellísima persona -introdujo Jeonghan- voy a contaros qué es S.Coups. Es un humano modificado con maquinaria: en resumen, un cyborg, por eso no podéis hacerle nada y tampoco puede negarse a lo que le pido.


En cuestión de pocos minutos todos estaban apresados, aunque dejaron de oponer resistencia después de que Joshua quedara sin respiración por un puñetazo del cyborg. Estaban aterrados, no sabían cómo salir de ahí.

-Ya os contaré todo -de nuevo habló Jeonghan, su tono era estridente. Realmente hay pocas personas aquí. No existe algo como un ejército ni mucho menos. Todos los soltados con cascos que visten igual son robots. Dongho, Roa, Samuel y Siyeon son los únicos que están aquí que no son robots. Aunque bueno... Samuel ya veremos después de haberos dado la batería... Que por cierto, destruye el transmisor, Cheol.


Y así lo hizo. Se lo arrebató a Seungkwan de las manos y lo pisó, quedando inservible. Fueron guiados por el pasillo hasta encontrase con una puerta negra adornada con un trébol, y cuando fue abierta S.Coups los fue empujando para que entraran, y después de eso echaron la llave. Las esposas de Jun y Wonwoo fueron desactivadas y cayeron al suelo de inmediato, y Minghao golpeaba la puerta numerosas veces mientras gritaba.

-No te esfuerces, no nos servirán los golpes... -decía Wonwoo abatido.

-Estamos perdidos, no vamos a poder irnos de esta isla, y encima vamos a vernos envueltos en ese maldito experimento... -pronunció con suavidad Seokmin mientras se sentaba en el suelo.

-No puedo creerme que todo esto haya terminado así... -Joshua apoyó su cabeza contra la pared y comenzó a darse algunos golpecitos.

-No estamos perdidos -sentenció Minghao.- Os dije que había algo que os ocultaba.

-No me digas que tú también estás metido... -se aterró Vernon.

-Que noooo, que no es eso -resopló.- Yo también quiero irme de aquí, pesados. Pero no todos estamos encerrados, hay alguien más.

-Woozi -Mingyu rápidamente iluminó su rostro.

-Exacto, y era muy probable que perdiéramos la comunicación con él, pero de todas formas no pasa nada, él ha podido ver las cámaras todo este tiempo, así que esperemos, ¿vale? -todas esas palabras tranquilizaron a los presentes, hasta que Seungkwan miró su reloj.

-Nos queda 1 hora y 40 minutos.

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