Viviendo en mi propio infierno

Capitulo 10

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Después de eso se formo un silencio, no era incomodo pero era extraño, luego nuestras miradas se juntaron y aunque quisiera no podía alejar mi mirada de la suya. Luego me acerqué a su rostro lentamente y ahí fue cuando....

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Narra Marq

Ahí fue cuando la besé, me sentía tan bien ya que había dejado en claro mis sentimientos y además me sorprendí porque ¡¡ella correspondió el beso!!
Nos separamos un momento para mirarnos a los ojos.

-Te amo Adrianna- dije feliz.

-Y yo a ti, Marq- dijo ella con una sonrisa, mientras retornábamos al beso inicial.

Pero derrepente se hizo presente el ruido de un plato rompiéndose, trallendome devuelta a la realidad.

Todo había sido una fantasía creada por mi imaginación.

Cuando retome mi postura pude ver a Adrianna sorprendida y a mi rostro a muy pocos centímetros del de ella.

Ambos estábamos incómodos ante aquella escena que yo acababa de provocar.

Narra Adrianna

La verdad, después de lo que acaba de pasar me siento incómoda, pero sé que puedo confiar en Marq.

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Después de un rato en silencio pude divisar,en la sala de estar de la casa de Marq,un maniquí con un hermoso esmoquin. Y de repente....

- Oye Marq, podrías arreglarle estas rasgaduras a mi vestido??- le pedí con unos ojitos de cachorrito, que al parecer siempre lo consiguen todo - pues sé que eres un gran diseñador y buen costurero- dije, logrando que un leve sonrojo apareciera en sus mejillas - y no quiero que mi padre me pregunte porqué lo tengo así- señale mi vestido.

-Claro - fue lo único que salió de su boca. Luego me hizo señas para que lo siguiera por la escalera para luego entrar a su cuarto.

Cuando estábamos dentro de su cuarto, de unos de sus cajones sacó una aguja y un hilo del color del vestido de Adrianna.

- Bueno, acercaté, por favor- me pidió amablemente. Yo sólo asentí.

Empezó a coser las rasgaduras poco a poco, hasta que mi vestido se veía totalmente uniforme. No había rastro de cortes o algo por el estilo.

Narra Marq

Pasé más de media hora tratando de coser el vestido de Adrianna, hasta que este se veía completamente impecable.

-Gracias- dijo ella, yo solo asentí - bueno, será mejor que me valla a casa, no quisiera causarte problemas -me dijo, su rostro reflejaba temor, A quién le temía??, a su padre quizás??

- No te preocupes por eso, y si quieres te acompaño a tu casa, charo... digo claro so-solo si tu quieres? - estúpidos nervios, por qué me pasa esto a miii!!?!!.

- Claro, no me molesta- me dijo con esa sonrisa, que me vuelve loco. Sin darme cuenta ya estaba sonriendo como tonto.

- Pues vamos - hice una reverencia ante ella indicando hacia la entrada de mi cuarto, Adrianna solo rió levemente, cosa que me hizo sonrojar.

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Llevábamos un tiempo caminando, hablando de cosas cotidianas y riendo de malos chistes que nos contábamos mutuamente.

Sin darnos cuenta, ya estábamos frente a la gran puerta de su casa. Ella tocó el timbre, le abrieron la puerta, se despidió de mí con un beso y entró.

Narrador

Adrianna entró a su mansión, todas las luces estaban apagadas, entró sigilosamente para no despertar a su padre.

- Veo que te dignas a llegar, no?- preguntó una voz ronca mientras las luces eran encendidas........

Continuará