Capítulo 4: persecución

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                                                                                         (Natalia)

Había pasado ya un día desde que habíamos salido; habíamos parado solo cuatro veces para repostar gasolina y para que Frank descansara (era increíble lo que corría el condenado). Estábamos en un claro del bosque que se encontraba a 20 kilómetros del instituto; todo estaba en silencio, se escuchaba cómo ardía el fuego a duras penas, también se escuchaban algunos animales despertándose después de una larga noche (en serio, se me hizo muy larga la maldita noche); Frank dormía a pata suelta al lado de la hoguera; Hina estaba cazando el desayuno, y... bueno..., yo pues... no hago nada. Eso en principio me molesta, porque me encargaron vigilar y defender a Nero y ahora lo he perdido y una neko de nueve colas va a por él, ¡joder! y yo aquí sentada, aquí sin hacer nada cuando algo de repente me saca de mis pensamientos. - Buenos días-dice Frank mientras se estira.

- Buenos días -le digo - en cuanto Hina vuelva de cazar nos vamos así que sigue descansando, te vendrá bien. – Va...no hace falta, aprovechare y buscare de nuevo el olor de Mary - se levanta y se quita la camiseta mientras se estira, (al parecer me he quedado emboba porque se está riendo de mi) me mira y mientras se ríe empieza a correr; a medida que coge velocidad, pega un salto y se trasforma en lobo. Aunque lo haya visto miles de veces transformarse, sigue asombrándome su pelaje negro como la noche y sus ojos azules...me asombran. Frank empieza a correr y yo me quedo sola en el campamento así que hago una llamada. - ¿El sujeto como esta?-dice la voz

- Pues me temo que lo he perdido

-¡¡¡¡¿cómo?!!!! ¡Encuentralo ya!, no podemos perderle, si le pasa algo al experimento, tú vas detrás -dice la voz. Suelto el móvil, veo a Frank y a Hina volver, el fuego ya se había apagado y Hina no había podido cazar nada; sin decir nada me subo en la moto y la arranco, Hina se sube y sigo a Frank. 

NéfilimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora