Capítulo 5: recuerdo

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                                                                                             (Nero)

-¿Qué hago aquí?– pienso -¿No estaba en la escuela?

Había pasado unos diez minutos desde que volví a la normalidad pero lo que me preocupaba no era donde estaba o como haría para llegar de nuevo al orfanato; si no en lo que había visto cuando perdí el control; Vi a personas con batas blancas de hospital, un montón de máquinas que hacían ruidos raros y a mí en un tanque de alguna sustancia color verdoso; me levanto la manga de la sudadera y acarició las marcas con ternura (en el recuerdo no tenía marcas)

- Señor ¿va a querer algo? -me dice un camarero sacándome de mis pensamientos

- Si, por favor póngame un café -digo intentando poner una sonrisa ocultando la marca; esta persona no sabe que soy un néfilim; es un mundano cualquiera así que si supiera que soy un sobrenatural me mataría. En cuanto el camarero se va yo salgo por la puerta, tampoco sabía qué hacía en un café.

Salgo y me echo la capucha, empiezo a andar pero nada más pasar un rato decido meterme en un callejón ya que la gente me mira raro y normal, es pleno agosto y voy súper tapado. En cuanto estoy en el callejón hago aparecer un muro de ladrillos con facilidad y me dejó caer en la pared, alzó mi mano y una pequeña llama sale he ilumina el callejón entero.

- Pasaré el día aquí y de noche me iré.

todo está borroso, corro por unos pasillos estrechos y que huelen raro; llegó a una bifurcación, derecha o izquierda, sin pensar corro rápidamente por la derecha y a menos de 5 metros paro, escucho voces ,mi vestimenta es una bata blanca, algo manchada de sangre y mi única arma una cadena que encontré por ahí tirada , sigilosamente me acerco a la voz y veo que es un guardia hablando por el móvil, espero a que cuelgue y me acerco a él por la espalda, le enrollo la cadena en el cuello y lo estranguló; me doy la vuelta y otro guardia me dispara

- ¡¡Aaah!!-grito, poniéndome una mano en la cabeza miro donde estoy-solo era un sueño

Seguía en el callejón miro al cielo y veo las estrellas, me había quedado dormido. Abro mis alas y alzó el vuelo.                       

NéfilimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora