-Pequeños bajen! Es hora de irnos!- Dijo mamá gritando desde las escaleras.-Ya bajo.- Dijo Alex, con un poco de amargura en su voz.
Yo solo baje con mi maleta, Alex al verme, guardo su maleta en el maletero del coche y se dispuso a ayudarme con la mía, nuestros padres ya estaban en el coche esperándonos.-Gracias Alex- Dije amablemente.
-No hay de que pequeña- Dijo el despeinando mí cabello.
Subimos al coche, y empezamos a andar hacia algún lugar que no conocíamos.
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Habían pasado algunas horas y pude notar que no estábamos en la ciudad. Podía ver muchos arboles y plantas, a lo lejos montañas y en algunas partes lagos pequeños.
Cuando mis padres frenaron el coche, pude notar el hermoso frente de una casa bastante grande y parecía ser nueva, estaba en buen estado, pero estaba en medio de un bosque (multimedia) y en lo que parecía ser algunas "calles" se encontraba un pequeño pueblo.
Mis padres bajaron del coche y acto seguido Alex y yo hicimos lo mismo, mí padre saco del meletero nuestras maletas, Alex y yo nos miramos confundidos, pero al instante entendimos.«Nos van a dejar con alguien.»
Eso pensé, ya que como era de costumbre, nuestros padres viajaban demasiado por su trabajo.
Mí madre se acercó a la gigante puerta de madera oscura y tocó la misma, con dos golpes basto, para que se abra y salga mí anciana favorita con una enorme sonrisa en su rostro.
Mí hermano y yo corrimos hacia ella y la abrazamos, no la veníamos hace varios meses y se habían mudado a esta mansión, o eso parecía.-Mis pequeños como han crecido, los extrañe demasiado- Decía la abuela aún agarrando las mejillas de mí hermano.
Papá nos entrego las maletas y se despidieron, diciendo cómo siempre, los llamaremos y en unas semanas los volveremos a buscar.
Pero como siempre tardan más.No me importó lo que dijieron mis padres y me adentré en la casa, viendo cada detalle en ella, Alex parecía estar igual de asombrado que yo. Le pregunté a la abuela donde se encontraba el abuelo y dijo que estaba en su oficina.
No sabía a qué se refería pero parecía algo importante. Le pregunté donde era y me dijo:-Cariño sube las escaleras y es la primera puerta a la izquierda.
-Oh, vale gracias abue.
-No hay de que cariño.
Le tome la mano a Alex y lo lleve conmigo arriba. El no entendía nada pero no pareció importarle eso.
Llegamos al primer piso y vimos esa puerta color café, entreabierta, estaba un abuelo entretenido en unos libros, que no podía distinguir bien desde esta distancia.
Alex se aproximó a la perilla y la tomó abriéndola y dejando ver nuestros cuerpos ante aquel gran cuarto.
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El pueblo paranormal
Random2 hermanos, Nora y Alejandro Yañez Bravo, hijos de padres de clase media, trabajadores y con unos hijos tan unidos como cadenas, ellos tienen 18 y 22 años, sus padres deciden llevarlos donde sus abuelos los cuales no ven hace muchos años. Tienen que...