Mi Novio Es Un Vampiro II

Capitulo XXXVII

Sam POV.

—¿Por qué tan rápido?, si lo bueno está por empezar —me dijo con una sonrisa

Después de que Daniela dijo eso un hombre me agarró de los brazos inmovilizándome y otro abrió la puerta que yo intentaba abrir y me aventó dentro de la habitación.

—¡¡MAMÁ!! —gritó Nicole al verme y me abrazó

—Enana, te extrañé tanto —le dije y ella se separo de mi de golpe

—Mamá, Stefany, ella.... ella está ayudando a Daniela —me dijo y yo la mire sorprendida

—¿Qué?, ¿Tú cómo sabes eso? —le pregunté

—Porque Stefany fue quien me trajo aquí —me dijo y yo miré a Scarlett que tenía a Sel en brazos tratando de que deje de llorar

<<Enana, ¿Dónde estás?>> escuché que alguien me dijo mentalmente

—¡No, no, no!. ¡Lo hizo! —dije en un grito/susurro

—¿De qué hablas mamá? —me preguntó Nicole

—No, de nada, no te preocupes —le dije

<<Milo ¡¿Por qué lo hiciste?!>> le grité mentalmente

<<No me dejaste otra opción, pero bueno ¿Dónde estás?>> me preguntó de nuevo

<<¿En serio estas preguntando eso?>> le pregunté

<<Amm, si, ¿Dónde estás?>> volvió a preguntar

<<Estoy en casa viendo una película cómodamente comiendo chocolate>> le dije con sarcasmo

<<Pues mira, que cómoda estás tú, mientras yo estoy llendo a la cabaña a recuperar a nuestra hija>> me reprochó y yo rodé los ojos

<<¡Agh!, ¡Eres un tonto!, ESTOY EN LA CABAÑA>> le grité exasperada

<<Está bien, cálmate fiera, voy para allá, no te muevas de ahí>> me dijo

<<Como si pudiera>> dije y terminé la conexión

Kira POV.

«—Esto es la guerra Daniela Benson.»

—Así se habla pequeña —me dijo Sebas con una sonrisa pero después se quedó pensando—. Bueno así se piensa.

—Kira, Sam esta allá adentro con Daniela —me informó uno de los chicos que se adelantaron a la cabaña

—¿Mi hermana está bien? —le preguntó Sebas

—Sí, por lo que me informaron solo están hablando —le contestó

—Muy bien, diles a los demás que esperen a que Alex les de la orden de atacar —le dije y él se fue a avisarle a los demás

—¿Qué vas a hacer? —me preguntó Sebas al ver que comenzaba a caminar rumbo a la puerta

—Voy a entrar —le dije y él me tomó de la mano

—¿Estás segura?.

—Sí, muy segura, tu espérame aquí, tengo que hablar con esa zorra antes de matarla —le dije y él acarició mi mejilla con sus dedos