Capitulo LXVIII

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Yo me separé un poco de él, pero sólo lo suficiente para poder verlo a los ojos.

—¿Eso es un si? —le pregunté con una pequeña sonrisa

—Scarlett, obviamente es un sí —sonrió y después su rostro se puso un poco serio—. Pero ahora no sé qué haré con esto —dijo él mientras me mostraba una cajita que contenía un hermoso anillo—, pensaba dártelo hoy en la cena, pero te me adelantaste —se quedó un momento dudando, hasta que después de unos segundos prosiguió hablando—. La verdad por un momento pensé que me ibas a dejar —hizo una mueca al imaginarlo

—Tienes que ser más rápido la próxima vez amor —dije con una sonrisa—. Jamás te dejaría, ahora eres mi prometido, así que ya no podrás deshacerte de mí.

—Créeme que lo que menos quiero es deshacerme de ti —tomó mis manos y me miró directo a mis ojos—. Contigo quiero vivir nuestra historia y que no sea un cuento, quiero que todas nuestras promesas las cumplamos y que no se las lleve el viento, creeme que si hay que luchar, lucharé por ti sin dudarlo, porque en tus ojos encontré aquella salida y tu sonrisa no la cambio por ninguna —me puso el anillo y me miró con una sonrisa—. Nunca olvides que te amo y que estaremos juntos eternamente.

Marcos POV.

Ya llevaba dos meses en Transilvania, en todo este tiempo he evitado ir a la casa de Kira mientras estuvieran los gemelos o sus padres. Aún no estoy preparado para verlos.

—Marcos, en algún momento tendrás que conocerlos —me dijo Kira cruzándose de brazos

—Lo sé, pero aún no estoy preparado —hice una mueca y en ese momento la puerta de la casa de Kira se abrió

—¡¡Abuela ya regresamos!! —gritó Alice acercándose a nosotros con una sonrisa, pero mi mirada se desvío a las personas que venían detrás de ella

—Marcos, que gusto verte de nuevo —no le estaba prestando mucha atención.

Son muy parecidos a ella, pero tienen un parecido a...

—.... Entonces ¿Qué te parece? —después de un rato volví a escuchar la voz de Alice que al parecer no dejó de hablar

—Yo... amm —comencé a decir nervioso, Kira me miró y después dirigió su vista a sus nietas

—Alice, Ale, ¿Por qué no van a ayudar a su madre con los preparativos de la boda? —sonrió y los cuatro se fueron dejándonos solos

—Ellos... —no pude terminar la palabra, primero porque Kira no me dejo y segundo porque estaba en shock, por fin los conocí y no puedo creer que se parecen a...

—Sí Marcos, se parecen un poco a ti —Kira completó mi frase

(...)

—Bueno, creo que lo mejor es que los deje solos —dijo Kira y se fue dejándonos solos

—¿Por qué no me lo dijiste? —esa era la pregunta que más cruzaba por mi mente

—Porque yo sabía perfectamente que tú estabas viajando por todo el mundo, y cuando supe que estaba embarazada tú estabas muy emocionado por ir a Inglaterra —contestó un poco triste

—¡Por Drácula! —dije frustrado—. La emoción que sentía por ese estúpido viaje no se compara con la emoción que siento ahora al saber que... que esos dos chicos son mis... mis hijos —aún no podía creer que era cierto, que Dean y Derek son mis hijos

—Lo sé, es solo que, en ese momento yo no quería tener a mi bebé, cuando me enteré lo único que quería hacer era abortarlo, pero... mi hermana se enteró y me dijo que ella hubiera hecho cualquier cosa por ser madre. Tiempo después ella quedó embarazada y ver la emoción que ella sentía me hizo entrar en razón y le dije que lo tendría, entonces me preguntó por su padre, y yo le dije que te irías de viaje, ella pensó cualquier cosa, pensó que tú te ibas a ir porque te enteraste que estaba embarazada y no te querías hacer cargo. Y yo... yo no me atreví a decirle la verdad... porque... porque soy una maldita cobarde —en ese momento ella comenzó a llorar y yo la abracé

Mi Novio Es Un Vampiro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora