Prometimos volver a vernos, aunque luego fuese evidente el engaño.
Y ante la posibilidad de nunca más encontrarte, decidí intentarlo.
Porque me quedé en aquella banca, esperando.
No sé si a ti o a una realidad más clara.
Solo me quedé allí, escribiéndote mientras aún podía.
Antes que el frío entumeciera mis manos o mi corazón.
Preferí esperar a que muriera tu recuerdo o, en el mejor de los casos, yo.
ESTÁS LEYENDO
16 días después de ti
PuisiMe quedé en aquella banca, esperando verla aparecer. Solo hallé rastros de sus mentiras, de sus besos envenenados y los restos del amor que un día por ella profesé. ¿Cuándo es que se olvida? Dieciséis días después.