Cuando Ice llegó al barco sabía que algo iba mal, mandó a Black a buscarla, pero cuando volvió le dijo que no estaba ni en La Cocina ni en el calabozo... No estaba.
En el fondo Ice esperaba que algo así sucediese, pero había dejado ordenes dadas de que ni se les ocurriera herirla.— ¡Rachel!— grito con todos sus pulmones, llamando a la que había dejado a cargo, la aludida apareció con sus andares perezosos y aburridos. Ambas se habían conocido tiempo atrás en una batalla y desde entonces se habían vuelto inseparables, pero algo que ni siquiera con El Paso del tiempo se lograba acostumbrar era a su dejaded, siempre pasando de todo.
— No hace falta gritar— dijo mientras pegaba un trago a su botella.
— ¿Donde está?—
— ¿quien ?—— La prisionera— Ice estaba apunto de perder la paciencia.
— Pregúntale a Jack—
Estaba apunto de gritar cuando oyó un grito inconfundible de mujer. Ice se asomó al borde y vio a su rpisionera, la llamó para ver si estaba consciente y está respondió.
La Capitan no pidió ayuda a nadie, pero cuando la hubo subido a pulso, Black se acercó para ayudarla a sostenerla, a la pobre Luc le fallaban las piernas y le temblaba el cuerpo entero, pero no por eso iba a permitir que la humillasen, y todos pudieron ver cómo miraba a Jack concretamente, con un brillo en los ojos que demostraba valentía, Jack le devolvió la mirada de forma amenazadora, pero esta lo único que hizo fue subir más la cabeza dándose un aire de superioridad. Ice sonrió al ver el gesto de la cautiva, la estaba empezando a coger cariño. La dejo a cargo de Black y fue directa a Jack.— Has desobedecido mis órdenes— sus ojos echaban chispas.
— Técnicamente no; no la hemos tocado, la hemos atado y no la hemos hecho sangrar, eso se lo ha hecho ella sola.— Ambos se miraron a los ojos durante un rato, la tensión era palpable.
— En el próximo puerto al que vayamos desembarcas— Ice se fue dejando a Jack aturdido y desorientado, sin saber cómo reaccionar. — Y tu— añadió señalando a Luc, — no quiero verte por cubierta, quédate en la cocina y no salgas— y se fue a su camarote hecha un remolino.
Los próximos días, Luc vivía prácticamente en La Cocina, dormía, comía y trabajaba, cumplía todos los días con su trabajo, así que ya no la castigaron más, pero no era tonta y sabía que como se descuidase le clavarían una daga por la espalda.
Luc todavía no había perdido la esperanza de que la fuesen a sacar de allí, pero cada día era peor, y siempre que no estaban Black ni Ice cerca la tripulación le hacia la vida imposible. Un día le tiraron encima un cubo con las sobras, podría haber sido peor, pero estuvo un día entero oliendo a pescado hasta que le mandaron tirarse al mar para quitarse el olor.
Al final de una semana entera con los piratas Luc había adelgazado muchísimo, la suciedad se había acumulado en sus manos y en su pelo, y a ella le daba grima incluso olerse a si misma. Una noche se enteró que se dirigían a una isla pirata para descansar y reabastecerse, entonces vio la oportunidad de escapar, pero cuando se empezó a ver la isla en el horizonte, la volvieron a atar al mástil para evitar que escapase.
Sus esperanzas estaban destrozados, así que cuando vio que algunos de los tripulantes bajaban en los botes, ni se molestó a comprobar cuantos quedaban. Solo cuando se hubieron alejado un hombre se le acercó y se puso de rodillas frente a ella, era Black, quien traía un tablero blanco y negro y unas piezas de madera.— Sabes jugar— le preguntó, ella asintió. —Menos mal, alguien más con el que poder jugar, entre tú y yo, la mayoría de los piratas son unos imbeciles— dijo mientras colocaba las piezas. Hizo el primer movimiento y esperó pacientemente a que Luc hiciese el suyo, pero como tardaba tanto la miro, y está le mostró que no podía utilizar las manos y que no estaba dispuesta a hablar.
— Perdón— dijo Black mientras le quitaba las cuerdas.
— No sabía que los piratas acostumbrasen a jugar al ajedrez— dejo caer Luc mientras movía su pieza.
— No lo hacen. En este barco solo jugamos dos, y he de decir que Ice es una tramposa— ambos sonrieron.
Las primeras partidas hablaron poco, pero en cuanto empezaron a apostar por tragos de ron, se movió más animado.
Había que reconocer que Luc era una rival digna, pero Black era el maestro del ajedrez y no acostumbraba a perder, aún así lo hizo un par de veces.— Bueno y por qué decidiste ser navegante— pregunto con curiosidad, pero Luc no pudo responder por qué se empezaron a oír cañonazos.
— Que cojones— dijo Black cuando vio que un barco se acercaba a toda prisa ondeando la bandera de la armada, — parece que han venido a por usted— pero cuando se giró para atar a la chica está ya estaba saltando por la borda.
Para mala suerte Jack no le había quitado el ojo de encima, y cuando la vio saltar cargo su arma.— Adiós, al final no me lo he podido pasar bien.—
— ¡Jack no!—gritó Black desesperado, la muchacha era la única persona que había conseguido devolver un poco de chispa a el y a la capitana.
Pero el gatillo había sido pulsado, y a los ojos de todos, incluso de los marinos pudieron ver cómo daba en el blanco y este se hundía.
— NOOOOO— James y los marinos contemplaron sin poder hacer nada como su capitana se hundía en la mar, y todos llenos de rencor atacaron con ansias de destruir a los piratas y reducirlos a cenizas, pero del puerto salieron dos naves y su sed de venganza tuvo que ser apaciguada.
Más tarde cuando Black le relataba lo ocurrido a Ice esta no dejo de mirar el mar. Jack fue dejado en puerto y todos decidieron descansar en la isla mientras arreglaban el barco que acababa de sufrir algún que otro cañonazo." Frío"
Luc se sumergía en el agua.
" Así acaba todo"
Sus piernas no respondían.
" Pues vaya"
Los brazos inmóviles mientras caía.
" Al final no he hecho casi nada"
La presión hacia efecto en su cuerpo.
" Nadie me ha amado"
Los ojos se empezaban a cerrar.
" No he amado"
La vida se escurría y se escapaba, al igual que su sangre por el vientre.
" Me faltan muchas cosas por hacer..."
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Surcando Nuevos Mares
AdventureLa mar es una diosa traicionera, una droga sin cura que atrae tanto almas puras como malvadas, junta personas y las destroza, crea lazos y los acaba Una historia de piratas como ninguna otra, ¡disfrutad!