Charlas de cafetería III: Un placer conocerte mejor!

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-¡Hey chico raro!- Nunca me habían llamado así...

-¡Hey esperame!- Era Luciana, debí adivinarlo. Viene corriendo hacia mí, supongo que le caí bien, me emociona un poco pensar que la chica que me gusta grita de un lado del patio al otro, sin miedo al ridículo, solo para llamar mi atención.

-¿Cómo estás?- Le pregunto un poco disgustado por su manera de llamarme.

-¡Genial! Estoy un poco emocionada, no creerás a quién vi!

-¿A quién viste?- La verdad no parece una de esas chicas fangirls de hoy día, y aún así está emocionada, así que debió ser bueno su encuentro.

-Encontré a Eduardo Gracia, un guitarrista y cantante de los '90 de una banda...-

-BED Night- la interrumpo.

- ¡Si! ¿Cómo lo sabes? ¿También lo viste? Me sorprende que te guste Black Eye in a Dark Night ¡Eres más raro de lo que pensaba!

Wow, ya es la cuarta vez que me llaman "raro" hoy.

-Si lo vi, lo conozco, el hombre que solo necesita una guitarra para ser felíz. Es un poco triste como acabó su banda... ¿No te parece?

-Muy triste, como pasas de tener todo a quedarte sin nada, ese hombre vivía en la gloria... ahora vive en la calle.

-Si, supongo que no tenemos nada asegurado, ¿Qué canción te gusta de BED N?

-Todas, pero la que más escucho se llama "waiting for a lover". ¿La conoces?

-No creo, al menos no recuerdo.

-Trata sobre un chico solitario y algo apartado de la realidad que busca alguien que lo comprenda y lo ame como es, sin juzgarlo ni cambiarlo.

-Oh, retratará la historia de todo chico de 15'- Digo en animo de risa, pero por dentro yo estaba exactamente igual, solo que sentía que ya la había encontrado y está delante de mis ojos. -Eso creo, igual nadie nos entiende, ni tenemos por qué esperar que nos entiendan, todos somos distintos y eso es lo divertido de esto. -Tú y tus comentarios depresivos- Frunce el ceño -¡Es broma! No te enojes, es solo que muchos esperan ser entendidos y escuchados, es un poco fuerte que lo digas así.

-No lo entenderías- Me dice un poco a la defensiva.

-¡No! ¡Porque todos somos diferentes!- Quiero devolverle esa sonrisa que tanto me alegra y quitarle ese ceño fruncido de animo enojado. Por fin logré que se riera de nuevo, aunque le costó aceptar mi comentario.

-Tengo curiosidad- le digo -perdona que toque el tema de tus padres, pero si ellos murieron, ¿Tú con quién vives?

-Vivo con mis abuelos paternos, un profesor retirado de Filosofía y una Escritora profesional.- Eso explica tantas cosas...

-Entiendo, debe ser interesante convivir con un Filosofo y una Escritora.

-¡Si, lo es! Ellos son Budistas, me enseñaron a meditar y con sus ideas sobre la vida y la muerte me enseñaron que mis padres nunca se irán realmente, así que no sufro tanto por ellos, sé que siempre irán conmigo.

Eso explica mucho más aún...

-¡Que bueno que pudieran darte apoyo! Por la manera en que los describes, deben ser personas geniales, me gustaría conocerlos.

-Claro que si! Puedes ir cuando quieras. ¿Y qué hay de ti? Supongo que vives con tus padres.

-No en realidad, vivo con mi padre solamente, él es Matemático, trabaja el la Facultad de la capital, mis padres divorciaron cuando yo era un niño, desde ahí me divido entre mi padre y mi madre pero paso más tiempo con mi padre así que vivo con él.

-Oh, ¡lo siento! ¿puedo saber por qué se separaron?

-Mi madre lo engañó, a raíz de eso nació mi pequeña hermana, Daniela, creo que es lo único bueno que salió de todo esto.

-Bueno, al menos encuentras algo bueno. Tus ojos brillan cuando hablas de Daniela, así que también me gustaría conocerla.

-Mañana iré a visitarla, puedes venir si quieres.

-Bueno iré contigo, ¿no se enojara tu madre de que lleves una desconocida?

-No, tu tranquila, yo le aviso de que vas y estará todo bien.

-Bueno, ahora debo ir a casa, mañana nos vemos de nuevo, ¡ha sido un placer conocerte mejor chico raro!- Definitivamente desearé que llegue mañana para verte de nuevo, me ha encantado hablar contigo, ojalá no hubiera nadie al rededor y solo estuvieramos tu y yo, sin apuros y sin pensar en más nadie, no hay cosa que desee más que hablar contigo, pero obviamente no te lo voy a decir...

-Hasta mañana, ten una buena tarde.

Ella se iba, y con ella mis ganas de seguirla y decirle todo, pero obviamente no lo voy a hacer, sería demasiado raro, aunque ahora parece que soy el "chico raro". Voy en mi bicicleta a casa un poco apurado, y mi padre me recibe en la puerta, su barba de 2 semanas lo hace parecer mayor, lo comparo con Marx para molestarlo a veces.

-Hijo! Que bueno que llegues, te preparé el almuerzo.- Dice con su voz calmada como siempre.

-Gracias pa, estoy algo cansado, la clase fue larga y agotadora.

-¡Si, te entiendo! Imagino que faltar a Cálculo te debe haber agotado!

¿Cómo lo supo? Me sorprende que con 17 años aún llamen a mi padre.

-¿Te llamaron?

-Si, llamaron para preguntar si estabas bien, por haber ido a todas las materias pero irte antes.

-Pa, lo puedo explicar...

-Tranquilo, yo también odiaba las Matemáticas a tu edad- Que irónico viniendo de un Matemático.

-¿En serio? Eso si que no me lo esperaba. ¿Me vas a castigar?

-No hijo, nomás avisame a mi o a algún Profesor que te vas, aunque inventes una excusa, es un poco triste que con 17 años aún me llamen por ti.

-Si pa, lo tendré en cuenta- Nunca me escapé de ninguna clase en mi vida, soy de los alumnos de los que no esperas esas cosas, el nerd de la clase. -¿Pero seguro que no me quitarás la computadora o sin internet por una semana?

-Ya te castigaste suficiente a ti mismo, dale, ¡anda a almorzar!

-Sos el mejor padre del mundo! Ya voy que muero de hambre.

- Dale, no repitas eso delante de tu madre, ahora voy a visitarla que me llamó hace rato, a ver si todo está bien. ¡Vuelvo en un rato!

-Chau pa, saludos a Dani...

Charlas de cafeteria: y si mañana te vas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora