Charlas de cafetería V: Conocete a tí mismo!

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Esa noche después de la pesadilla, no pude dormir, a fuerza de café me mantuve toda la noche, realmente cansado por el día largo y la pesadilla, pero no dejaba de pensar, ¿Por qué me pasó si nunca en mi vida he tenido una pesadilla? ¿Qué significaba esa sombra? ¿Tiene algo que ver con lo que papá dijo de que nuestras acciones o malas decisiones son como sombras? ¿Por qué Dani si podía verme y por qué iluminaba entre tanta oscuridad?
La verdad que no lo sé, pero debo dejar de pensar tanto, ya es hora de ir a clase. Mi padre se fue a trabajar, me dejó el dinero para el almuerzo y había una carta, "Campeón, espero que estés mejor, si pasa algo, no importa que esté lejos, no dudes en llamarme. Te quiero". Me guardé la carta y fui a casa de Ismael, mi mejor amigo, vive a cuatro cuadras de mi casa, nos conocemos de chicos, nuestros padres son amigos incluso.
-¡Hey Isma! ¿Cómo estás?
-Bien, tranquilo, pero tú, ¿Y esa cara? ¿Has llevado a alguna amiga a casa o qué?- Me dice en tono de risa.
-No, es que he tenido un mal sueño y he pasado la noche sin dormir.
-Vamos Pablo, dejate de niñadas, vamos a clase...- Por alguna razón no me sorprende, mis amigos no son de esas personas de las que puedes hablar sobre cómo estás o sobre cuestiones importantes, solo tratamos sobre el football, mujeres, series, y alguna otra trivialidad.
Cuando llegamos, me encontré con Luciana, me vio de lejos y se puso a llorar, siento una dicotomía dentro mío, quedarme con mi amigo, el que conozco de chico y siempre me ha acompañado, o ir a buscar a una chica potencialmente desconocida, que apenas hablé con ella el día anterior... No sé si afecta el hecho de que soy hombre, pero voy a bucar a la chica.
-Luciana, ¿Pasó algo? ¿Por qué lloras?
-Estoy bien, solo que anoche tuve una pesadilla y pensé que no volvería a verte.- ¿Es en serio? ¿A ella le pasó lo mismo que a mi?
-¿En serio tuviste una pesadilla? ¿Qué viste?
-Vi una sombra, que oscurecía todo a mi al rededor, no te voy a contar todo lo que ví, pero la sombra me llevó hacia ti, que tu iluminabas entre tanta oscuridad, la verdad no entendí lo que significaba, pero luego la sombra te atrapó y todo se oscureció.- En este momento ya mi mente estaba volando muy lejos, no sabía lo que pasaba, en su sueño yo iluminaba, ¿eso significa que me ama? ¿Pero cómo puede amarme? No me conoce, pero necesito contarle todo.
-Sabes, yo soñé exactamente lo mismo, una sombra me atrapaba, oscurecía todo alrededor, me llevó a ver los dos acontecimientos más importantes de mi vida, y luego me envolvió en su oscuridad hasta que desperté, solo que en mi sueño mi hermana era la que iluminaba todo. ¿Qué crees que signifique?
-No lo entiendo, mi abuelo entiende un poco de sueños y de Psicología, podríamos hablar con él saliendo de clase.
-Bueno, te veo en la cafetería entonces cuando salgamos, ¿Te parece?
-Bien, ¡suerte en tu examen! -Gracias...- Espera, ¿qué examen? Creo que me perdí de algo, ¡oh no lo puedo creer! Hoy tenía examen de Física y con todo esto olvidé completamente estudiar.
A penas entro a clase siento nervios, siempre fui el nerd, y de pronto no estudio para los examenes, ¿qué me está pasando?
Pasan las próximas dos horas, cuatro horas, hasta que llega la hora del examen...
-Ismael, ¿me ayudarías con el examen? Lo olvidé y no estudié nada.
-Tranquilo Pau, yo te paso algunas respuestas, tu me has ayudado muchas veces, nomas cambialas un poco.
-En serio, muchas gracias, te la debo.
Si no hubiera sido por Ismael lo habría perdido, de verdad estoy feliz por eso. Luego solo una hora de Historia, y a entenderlo, a resolver todo esto que ronda mi mente.
-Pablo, ¿jugamos una carrera hasta tu casa?- Me dice Isma.
-No puedo broh, disculpame, pero quedé con Luciana para ir a su casa.
-Oh!!, ¿Luciana? ¿Quién es esa chica?
-Es una que siempre viste una campera negra, y remera de alguna banda de rock del siglo pasado, la chica rubia con la que hablaba ayer, es de 6ª.
-¿Esa Luciana? Amigo, ten cuidado con ella, es una chica complicada, he oído que se droga y se junta con gente que de verdad son oscuros.- Yo sé que eso no es cierto, pero qué tanto podemos hablar mal de otra persona y discriminarla solo por ser diferente, porque no la entendemos, es un poco triste si lo piensas.
-Tranquilo broh, sé cuidarme.
-Bueno Pau, cuidate, ¡nos vemos en la noche!
Dejo el salón y voy corriendo a la cafetería, ahí me encuentro con ella.
-¡Luciana! ¿Vamos?
-Vamos,- me dice -pero deberías comer algo antes.
-¿Cómo sabes que no comí?
-..................................- Mi ansiedad me gana, pero su cara de ironía me hace reír y bajar la guardia, así que compro una milanesa de zapallito con papas para recuperar algo de fuerzas luego de la noche insomne.
-¡Ok! ¿Podemos ir ya?
-Vamos - me dice ella en tono de risa.
Me guía a través de 8km de calles flechadas, casas de suburbio e incluso algo de campo, parece que su familia vive en la naturaleza. Me gusta, pero toda esta familia no deja de asombrarme, me da cierta curiosidad conocer un matrimonio de filósofos y escritores, deben ser extraños, pero a la vez fascinantes.
-¡Llegamos!- Dice con cara de alegría, aunque mi alegría es mayor, nunca pensé que fuera tan lejos.
-¡Por fin!! Pensé que no llegaría vivo.
-Que exagerado- y su tono siempre entusiasmado y de risa.
-¡Sofía! ¡No nos avisaste que traerías a un amigo!- Nos recibe su abuelo.
-¡Abuelo, basta! Sabes que odio que me digas así.
-Sabes porqué te puso así tu madre, ahora vamos, presentame a tu apuesto amigo!
-Ta abuelo!- Luciana, o Sofía se sonroja - Él se llama Pablo, es un amigo de la preparatoria, queríamos hablar contigo por los sueños, él tuvo un sueño idéntico al mío.
El abuelo se queda mirando medio serio y medio pensante,
-Bueno, bueno, pasemos y ya hablaremos de eso ¡Ven muchacho! Prepararé un té para los cuatro.- Su esposa se sienta con nosotros, -Mucho gusto, mi lindo esposo dijo que te llamas Pablo- me extiende su mano, - mi nombre es Marian.
-Mucho gusto señora, Luciana me contó de ustedes y me dio curiosidad conocerlos, aunque es otra cosa lo que me trae.
-Oh si, esa cuestión de los sueños- me dice ella -sabes es un mundo a parte eso de los sueños, nunca terminaremos de entenderlo. Por ejemplo Freud decía que nuestros sueños son manifestaciones de nuestro inconsciente, sin embargo esto no está del todo aceptado por todas las personas.
-Espera- le dice su esposo, que aun no me ha dicho su nombre, -¿tú en tu sueño viste lo mismo que ella?
-Vi la misma sombra, la misma oscuridad, todo, incluso los momentos importantes en mi vida y la luz en una persona.
-Entiendo, sabes, para los budistas hay dos mundos, uno que percibimos con nuestros sentidos, el mundo externo, este no es confiable, porque nuestros sentidos pueden engañarnos, y hay otro, el mundo interno, este solo lo conocemos a través de nuestra mente, y no es engañoso como el externo, es confiable, es donde está la verdad, es dentro nuestro, y a ese mundo solo llegamos a través de la meditación y de cuestionarnos todo a nuestro al rededor, para no ser una extensión de nuestro entorno, sino conocernos y ser nosotros mismos, los sueños pueden ser una puerta a ese mundo.
- Entiendo, ¿entonces meditando puede reencontrarme con ese mundo? ¿Con esa criatura?
-No es tan fácil, pero si podrías, deberías pensar qué significa esa sombra, qué significa esa luz, y así podrás conocerte mejor hijo, y librarte de eso que hay en tu interior que tanto te molesta.
-¡En serio muchas gracias señor! De verdad me ha ayudado...
-¡Vamos chico! Me llamo Esteban no "señor"- me dice con un tono sonriente.
-Bueno Esteban, ha sido un gusto, iré a mi casa a dormir un rato, que he pasado la noche en vela.
-Bueno hijo, ven más seguido y podremos conversar, quisiera enseñarte algunas cosas, no olvides esto, cuestiona todo lo que escuchas por fuera para tomar tus propias ideas, para conocerte más, conocete a tí mísmo para ser tú mismo, no seas quien otros esperan que seas, y esa verdad que buscas la vas a encontrar en ti mismo... ¡suerte!
-Muchas gracias por todo.
-¡Vamos! Te acompaño a la puerta, muchas gracias por venir, mañana hablamos, te paso mi número de celular, avísame cuando llegues a tu casa.
-Gracias Sofí,
-¡No me digas así! Me dice sonrojada,
-Bueno, adios, ¡disfruta tu tarde!
-Adios....

Charlas de cafeteria: y si mañana te vas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora