Huracán

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Con mis manos trémulas y mi rostro eterno
deslizo mis pensamientos en tu brusca historia,
pues tienes un alma despótica y profunda,
profunda como un charco.
Profunda como un plano de antiguas fotos que queman.

Fue un amor maligno y diáfano.
Dejó mi mente desierta,
llena de emociones indescifrables.
Y después de todo, era más ligero que el aire.
Después de todo, era salvaje.

Un torrente de aguas turbias
es su régimen invicto.
Cataclismos improcedentes,
desastres atiborrados.

Su ímpetu es potente y desalmado.
Es el destello de una luz que invade mis venas,
como un veneno ensordecedor que retumba en mi mente.
No quiero ahogarme en el agua.

Puede ser un huracán, con su delicada fuerza y su carácter impávido.
No existe impulso humano capaz de someterla,
una dama indómita que robó mi último hálito.
Y después de todo, siempre estará sepultado
en el fondo de nuestros más recónditos pensamientos,
que fue un amor más espeso que el agua.

Fragmentos de una emociónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora