🌴 Kai

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Día 6

Fue tras el isleño hacia el mar, el cual se encontraba iluminado por una enorme Luna que se alzaba en un oscuro cielo, reflejándose sobre las calmadas olas que rompían en la orilla.

Al correr tras él se percató del enorme tatuaje que llevaba el joven sobre su espalda. Era de estilo tribal, típico de aquellas islas. Lucía el dibujo por toda la extensión de su piel, desde la base del cuello hasta un poco por encima de la línea del bañador. No supo exactamente qué formaban las líneas sobre su piel, ya que no tuvo tiempo de pararse a mirar porque en un instante el moreno se metió en el mar y lo perdió de vista.

No lo volvió a ver hasta que su cabeza asomó a lo lejos, cuando salió a la superficie. Fue entonces cuando Chanyeol se atrevió a meterse en el agua también y nadó hacia el moreno el cual le estaba esperando.

A diferencia de la noche de la tormenta, la temperatura del agua era algo cálida, ya que el sol la había estado calentando durante todo el día, por lo que Chanyeol no tuvo ningún problema en introducir su cuerpo entero en el agua salada de sopetón.

-¿Entonces? ¿Hay sirenas de verdad? ¿Tú las has visto? -Preguntó con algo de emoción, básicamente el chico le había dado a entender que sí y no podía esconder su emoción ante tal idea.

-Puede que sí o puede que no.

El isleño rió ante la cara de "¿Qué me estás contando?" que puso el extranjero.

La piel del moreno bajo la luz de la Luna brillaba de una manera hermosa, casi irreal. De pronto, le vino un flash-back de la noche de la tormenta, cuando abrió los ojos estando ya a salvo en la arena y vio a la sirena reptar hacia el agua, el brillo de las escamas de su cola, eran casi iguales, hermosos y plateados. ¿Cómo era eso posible? ¿A caso la luz de la Luna en aquellas islas era especial?

Sin previo aviso, el moreno echó a nadar mar adentro, aquello le pilló por sorpresa a Chanyeol y solo supo seguirlo, movido por su inquietante curiosidad y por el misterio que desprendía el isleño por todos sus poros. Chanyeol nadó lo más rápido que sus brazos y sus piernas le permitieron, ya que el isleño tenía una soltura en el agua demasiado buena.

-¡Espera! -Gritó y tragó agua de una pequeña ola que se chocó contra su cara, lo que le hizo pararse a toser para no ahogarse.

Kai se percató del pequeño incidente y dio media vuelta para reunirse con el chico extranjero.

-¿No querías buscar sirenas?

Chanyeol le miró todavía confuso por su actitud.

-¿Pero existen de verdad?

-¿Qué fue lo que vistes la noche de la tormenta? -Le respondió con otra pregunta, a la que Chanyeol no contestó, no porque no supiera, sino porque su grado de confusión aumentaba por cada segundo que pasaba -Ahí tienes tu respuesta. No tienes que ir preguntando a otras personas, solo tienes que creer en lo que viste.

Y con esa respuesta el moreno empezó a nadar hacia atrás, sin quitarle los ojos de encima al coreano. Tenía una expresión un tanto divertida en el rostro, lo que le hizo dudar de si ese chico de verdad estaba siendo serio o simplemente estaba más loco que él. La última opción parecía ser la que más peso tenía para Chanyeol.

-Mira, yo creo que es mejor que me vaya. Es demasiado tarde para estar metido en el mar y no creo que vaya a encontrar nada ni a nadie. No debería haberte seguido...

Chanyeol dio la vuelta en cuanto lo dijo y comenzó a nadar hacia la orilla.

-¿Ahora eres tú el que no me cree? -Achacó el chico justo detrás de él, le había alcanzado en tan solo dos segundos. ¿Cómo lo hacia para nadar tan rápido?

triton. | ChanKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora