🌴 Especial: Epílogo alternativo

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Dije que si veía que esto iba subiendo en visitas y 🌟 haría un OS especial, pero  después de todos estos meses sin ninguna clase de inspiración para esta historia al final se  me ocurrió hacer como un "especial" con un epílogo alternativo, es decir, lo que vais a leer ahora no es una continuación de la historia, sino una sustitución del epílogo.

Sé que a muchos no le ha gustado el final real de la historia porque es bastante triste , y hasta trágico (?). Por eso he decidido hacer esto, como una especie de oportunidad nueva para Chanyeol y Kai, porque se lo merecen 💙.

Espero que lo disfrutéis 🙆🏽💖

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Chanyeol fijó su mirada a lo lejos. Estaba siendo testigo de cómo un cansado sol descendía y se escondía tras un calmado mar, dejando el cielo pintado de tonalidades naranjas y violetas.

Un suspiro se atrevió a salir de entre sus labios. Era muy hermoso, pero no tanto como el hombre que se encontraba a su lado sentado, sosteniéndole la mano.

Chanyeol acarició la piel morena del dorso de la mano de su pareja y giró la cabeza para ver cómo los colores del atardecer se reflejaba en las pupilas de Kai.

Unas pequeñas arruguitas adornaban los laterales de sus ojos, dejando ver los años pasados y sufridos en ellas. Y es que Kai y Chanyeol tuvieron que pasar por muchos obstáculos y sacrificios para poder llegar a donde estaban en ese momento.

Ahora podían sentarse relajadamente en el porche de su casa con vistas al mar y disfrutar del atardecer uno junto al otro y en silencio. No les hacía falta las palabras, no las necesitaban, con una simple mirada furtiva les bastaba para comunicarse entre ellos.

Ya habían pasado treinta años desde su reencuentro y en todos esos años no se habían separado más de lo necesario.

Cuando Chanyeol cogió aquél vuelo que lo devolvería a Corea del Sur sintió como su alma se partía perfectamente en dos y una de sus mitades se quedaba allí, flotando entre las palmeras y las exóticas plantas que rodeaban el lago de las sirenas, en las playas donde paseó por horas junto a Kai, y en cada poro del isleño.

Chanyeol sabía que aunque miles de kilómetros le separasen, ellos dos seguirían unidos de alguna manera u otra. Se fue con aquella idea en el corazón.

Un mes tardó Kai en mandarle la primera carta, aún así Chanyeol la leyó y releyó hasta memorizarla y la atesoró como si de oro se tratase, tanto la primera como la de cientos de cartas que le siguieron durante diez años.

Por suerte, el mundo de la tecnología iba avanzando a una velocidad vertiginosa, y pronto, las cartas escritas a mano fueron sustituidas por e-mails a diario, y estos a su vez los sustituyeron por videollamadas que duraban horas.

Durante los diez años que Chanyeol no vio a Kai, se esforzó por terminar la carrera con buenas calificaciones y conseguir un trabajo lo antes posible para comenzar a ahorrar todo el dinero que pudiera.

Quería volver a Honolulu y reunirse con Kai pronto. Diez años era mucho y no podía aguantar un segundo más sin el isleño. Por mucho más fácil que hacían las nuevas tecnologías la comunicación a largas distancias, aquello no era suficiente para los dos.

Cuando se volvieron a ver en persona, los dos ya tenían más de treinta años y algunas canas sobre su pelo. Pero a sus ojos, Kai seguía siendo el mismo joven moreno que brillaba a la luz de la Luna. Su chico, su tritón...

Chanyeol sintió que la espera había valido la pena, cada mínimo segundo había contado.

Por los siguientes años, los dos lucharon por tener un hogar digno para vivir juntos. Participaron en las manifestaciones para que aprobasen el matrimonio entre personas del mismo sexo arduamente hasta que al final lo consiguieron, casándose a los pocos meses de que la ley fuera aprobada en 2013.

Por fin Kai y Chanyeol podían tener la vida que tanto habían deseado, por la que tanto habían trabajado.

Cuarenta años después de haberse conocido por primera vez seguían viéndose de la misma manera que cuando eran un par de jóvenes. Todos los fines de semana hacían una excursión al lago de las sirenas, donde Chanyeol podía observar la verdadera forma de su marido.

Cada vez que Kai se transformaba era mágico. Chanyeol amaba cada uno de esos momentos, al igual que amaba a Kai de la misma manera, incluso más.

Un último suspiro de satisfacción salió de los labios del hombre más alto antes de que sus labios se juntaran en un beso.

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Si has llegado hasta aquí te lo agradezco de todo corazón y espero que hayas podido disfrutar de la historia tanto como yo he disfrutado al escribirla 💖💖

Pero antes de que te vayas, necesito un pequeño favor 🌚

Si te gusta el ChanKai tanto como a mí voy a necesitar de tu ayuda para un futuro proyecto que tengo entre manos y que espero que para principios de año pueda ir publicando.

Necesito que pongas un comentario con 3 palabras aleatorias, las primeras que se te ocurran y se te vengan a la cabeza. Da igual si son objetos, sentimientos, ciudades o lo que sea. Me harías un gran favor 💖

Y con todo esto me despido.

¡Besos!

triton. | ChanKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora