El último recuerdo que tengo, es, a Nicolas diciéndome que me tenía que ir de ahí. Cuando por fin me destape me dí cuenta que no era mi habitación. -¿Donde mierda estoy? ¿Que mierda hice? ¿Que paso anoche?- Millones de cosas vinieron a mi cabeza, con cada pensamiento mi miedo aumentaba.
-Mia, ¿puedo pasar?- esa voz la conocía.
-Si- traté que mi voz no sonara con miedo. Dicho eso, a puerta se abrió con cuidado y a persona que apareció detrás de ella, pero era la última persona que hubiera imaginado.
-¿Nicolas? ¿Que paso? ¿Que hago acá? ¿Vos y yo..?- contesté con la cara mas roja que un tomate.
-Mia, te desmayaste y no podía dejarte así en el medio de un boliche. Y no, no paso y no va a pasar nada, porque, ante todo estoy completamente entregado a Dios y segundo tengo 28 y vos solo tenes 16- en ese momento las ganas de llorar se apoderaron de mi y sin podes aguantar, lloré.
-Mia, princesa, no llores- Dicho estoy me abrazo. Sus ojos mostraban ternura. Para mis adentros me dije, -Mia, deja de llorar. Andate a tu casa. ¿Porque lloras? Mia.-
-Gracias Nicolas, pero tengo que irme- diciendo eso me levante de la cama.
-Mia, no te podes ir así- dijo Nicolas
-Necesito irme. Gracias, en serio, pero me quiero ir- Al decir esto, Nicolas me miró confundido.
-Mia, ¿Te hice o dije algo? - Sus ojos estaban cada vez mas tristes.
-Nada. Solo la verdad- antes de salir por la puerta le dije -Gracias Nicolas por cuidarme, pero yo lo se hacer muy bien sola-
-De nada supongo. No Mia, claramente no sabes cuidarte sola y creo que deberías aprender a hacerlo porque yo no siempre voy a estar para ayudarte-. 《Quien le pidió ayuda a él》pensé.
-Primero de todo, yo jamás te pedí tu ayuda; y segundo, no necesito tu ayuda ni la de nadie-
-Anoche no parecía lo mismo...- cuando terminó de decirme eso sentí mi sangre hervir.
-Morite y arde en el infierno Nicolas- salí dando un portazo.
Mientras iba caminando era imposible no llorar con la música que escuchaba con mis auriculares.
Hace 3 hs que llegue a casa y en ese tiempo Mamá estuvo muy descompuesta, eso quería decir que, mi tía y yo debíamos acompañarla al hospital.
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Mi Amor Imposible
Romance¿Que se puede hacer cuando te enamoras del sacerdote de tu colegio? ¿Me tengo que cambiar de colegio? ¿Lo tengo ignorar? ¿Mantengo la esperanza en que él dejará los hábitos? Esas son las dudas que se plantea Mia todos los días.
