TRES↭

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Olivia, su enfermera fué a ayudarle a Holy en lo qué era ducharse y vestirse ya que élla no podía hacerlo todo sola.

Mientras yo también estaba preparándome para la salida de hoy.  Me gustaba saber que élla estuviera tán motivida y eso me hacía también estarlo.

Luego de qué terminara de comerce el  desayuno que le preparé, le pedí que empezará a prepararse y de paso envié a Olivia para qué le ayudase.

Si,  olivia a estado trabajando con nosotros ya desde hace dos años y ha sido la mejor enfermera que Holy ha tenido, porqué las otras sorlo les interesaban el dinero y la salud de mi hermana no significaba nada para ellas.
Mientras qué Olivia a pesar de que ya pasa los cincuenta y a la cuál veo cómo una madre ya que élla nos tratá cómo a sus hijos, ha sido la que más se ha adentrado a la situación de mi hermana, no importando la hora, el lugar, ni el día, siempre está hay con una sonrisa y calidez para ayudar a Holy en todo lo que élla requiere.

Ya estando listo me hecho una última mirada al espejo, mirando lo guapo que soy. Sí, se qué lo soy por eso las chicas se fijan mucho en mi. Pero yo tengo ojos sólo para una cierta pelirroja qué vive bajo mi mísmo techo y por desgracia es mí sangre.

Cómo seguía. Me daba una última ojeada al espejo cuándo la ví aparecer detrás de mi y rodearme con sus confortantes brazos, la verdad sentí una electricidad tras ese tacto qué para mi fue celestial.

-Lista enana- me doy la vuelta para mirarla a la cara y darle un beso serca de la comisura de sus rosados labios. Ya estámos acostumbrados ha eso desde pequeñitos, nuestro lema era y siempre ha sido, Holy para Hazel y Hazel para Holy por siempre.

-Nací lista grandote- me dice con una gran sonrisa que hacen qué sus lindos ojos mieles se achinen.

La miro fijamente y no se por que dije éstas palabras pero me salieron del corazón.
-Te amo mucho Holy, mucho.

-Yo también Hazel, eres lo único que me queda en ésta vida y te cuidaré hasta el fín- me dice entre aflijida y felíz, y me otorga otro cálido beso, pero este en la mejilla.

Me río un poco de su frase, no es qué élla no me cuide, pero se que no tiene las fuerzas para hacerlo cómo yo.  Se qué si fuera por élla me cuidaría más de la cuenta, y si supieran lo celosa que es.  Pero ya no les cuento más.

-Lo se pequeña, eres la mejor, ahora vámos- le digo,  sujetandola de la mano y tomo su bolso con sus medicamentos y demás para bajar las escaleras despacio y con suma paciencia ya qué no puedo agitarla.

Llegamos a la puerta y nos encaminamos a mi auto.









Holy, es lo mejor qué me ha pasado.






Mucho amor he watas,  también les quiero. ♥

HOLY©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora