CAPITULO 19

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Narra Samuel.

Mi Guillermo, mi pequeño chico de ojos achinados, mi chiqui, mi todo, me había dejado por una mujer que hace una semana conoció, simplemente no podía entender, no podía entender porque me hizo esto, ¿hice algo mal? Estefania, la "amiga" que creía me traicionó, ¿cómo una persona puede ser tan mala para hacerme esto? No paraba de llorar estaba destruido, decepcionado, con el corazón roto, ¿me querías ver así, Guillermo? Lo has logrado, felicidades.

Narra Escritora.

Era viernes, el último día de la semana, el sol salía y Samuel se dirigía nuevamente a su trabajo, iba realmente mal, pero como todo jefe tiene sus responsabilidades.

-Buenos días, Samuel- Saludó Estefania con una sonrisa.

Oh no, porque está aquí... Claro se nos olvidaba que ella trabaja aquí...

-Hola Estefania-

- ¿Te pasa algo? -

¿Enserio todavía tenía el cinismo de preguntar?

-No que va- Respondí sarcástico.

- ¿Entonces por qué tienes los ojos hinchados? -

-Creo que deberías saberlo, por ti Guillermo me dejó, ¿estás feliz? Me quitaste el amor de mi vida, quién te crees, ¿eh? –

-No me creo nada Samuel, no es mi culpa de que mejor Guillermo se fijara en mí-

-No me esperaba mucho de ti, pensé que éramos amigos-

-No querido, no somos nada, por cierto, mira...-

Estefania le enseñó la pulsera que le dio Guillermo.

- Es hermosa, ¿no? Me la regaló mi ahora novio, Guillermo-

- Eres de lo peor, Estefania-

- Gracias, ¿me importa? Venga tío, viniendo de una persona como tú, iugh-

- ¿Viendo de mí? Te recuerdo que tú querías conmigo-

-Sí, tienes todo lo que Guillermo no tiene-

Primero habla mal de mí y después me alaga, venga que te den por culo.

-¿Cómo?-

-Sí, Guillermo no es musculoso, no tiene unos labios tan apetecibles como tú, es como un pedacito de basura-

-¡¿Entonces por qué estás con él?!-

-Por lástima querido, crees que una persona como yo se fijaría en una cosa como él, no-

-Eres una hija de...-

Un Guillermo había entrado, interrumpiendo lo que Samuel le diría a Estefania. Los vio y se acercó.

-Hola- Saludó con una amplia sonrisa.

-Hola querido-

-Hola, chiqui -

-Samuel, te pido que no me hables con apodos cariñosos, te recuerdo que no somos nada, la única que tiene derecho es la pequeña que está aquí a mi lado-

Samuel solo se quedó callado y con una mirada gacha, ¿Guillermo realmente le gustaba hacerlo sufrir? Lo está logrando.

-Pequeña, saliendo del trabajo, ¿te apetecería ir a cenar? -

-Claro, amor-

-Bueno, me retiro voy para mi oficina, nos vemos pequeña-

-Adiós lindo-

EL CHICO DEL RESTAURANTE I WIGETTA I TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora