Al despertar, _____ se encontró sola. La almohada aún conservaba la huella de la cabeza de James, pero la cama estaba vacía. Era lo que habían acordado, pero se sintió desolada.
Bostezando y desperezándose, se preguntó cuánto tardaría Cammie en entrar en su habitación con su habitual energía matinal.
¿Habría detenido la policía al acosador? Era demasiado temprano para llamar a Lolita y Javier. En California aún era de noche.
Inquieta, se levantó de la cama. Le resultaba insoportable esperar al fin del drama.
Para cuando terminó de ducharse, Cammie ya había despertado y reclamaba su desayuno. Para sorpresa de _____, Victor les esperaba en el comedor oficial.
- Buenos días, señor -saludó ella sentándose en una silla mientras le dirigía a su hija una advertencia visual para que se comportara. La niña se concentraba en un plato de tortitas con forma de ositos y abetos.
El anciano tenía ante sí un plato vacío con restos de huevos y beicon. Entre sus grandes manos sujetaba una taza de café. Al igual que sus hijos, era alto, pero con los cabellos grises. Sus rojizas mejillas delataban unos hábitos poco saludables.
Lo menos que podía decirse de su imponente figura y mirada penetrante era que resultaba intimidatoria.
La comida transcurrió entre un incómodo silencio.
Ya le dejamos solo tras comer una cantidad razonable de tortilla y tostadas, _____ empujó el plato a un lado. Con horror descubrió que su hija aún no había terminado.
- ¿Tan pronto? -Victor Maslow enarcó una ceja. -Le he pedido a la ayudante de cocina que enseñe a Cammie a preparar galletas para poder hablar tú y yo. ¿Te parece bien, pequeña?
Cammie levantó la mirada mientras un hilillo de sirope resbalaba por su mejilla. Tenía la boca demasiado llena para hablar, pero asintió con entusiasmo.
- ¿Dónde está James? _____ sintió un escalofrío en la columna.
- Gareth, Jacob y él se han marchado a Charlottesville a primera hora de la mañana- el anciano se encogió de hombros. -Algo sobre comprar un nuevo jeep.
- ¿Hacen falta tres hombres para comprar un coche?
- Mis chicos están muy unidos. Y casi nunca pueden hacer algo los tres juntos.
Una mujer de aspecto agradable apareció y se presentó como LeeAnn. _____ observó desolada cómo el rostro de Cammie se iluminaba, tomaba de la mano a su nueva amiga y desparecía, dejándola sola con Victor.
- Vayamos a mi estudio -el tono de voz de Victor no daba ninguna opción a réplica.
El estudio parecía de película. Unas pesadas cortinas de color verde flanqueaban un impresionante ventanal que brillaba como si un ejército de elfos lo limpiara cada noche, y gran parte del suelo estaba cubierto por una antigua alfombra persa.
-Siéntate -Victor señaló una silla frente al escritorio.
Sintiéndose como una alumna traviesa, _____ esperó con las manos apoyadas sobre el regazo. No era amiga del silencio, pero no se le ocurría qué decir.
- ¿Cuándo pensabas decirme que tenía una nieta? -el anciano frunció el ceño.
Nada como un buen ataque para pillar a alguien por sorpresa.
- ¿Por eso me ha pedido que venga aquí? -ella se mordió el labio intentando ganar algo de tiempo.- ¿Ha esperado a que se marchara su hijo para asaltarme por sorpresa?
-Eres una impertinente.
-No pretendo faltarle al respeto, pero no consentiré que me avasallen.
Rozaban continuamente el tema de conversación que no podía abordar. Aún no. No sin la presencia de James
Victor se dejó caer en la silla. A pesar de su bravuconada, o quizás debido a ella, en su rostro se reflejaba miedo. ¿O era otra cosa?
- Pídele que se quede -Victor encendió una pipa y aspiró lenta y profundamente. -Pídele a James que se quede. Lo hará por ti. Jamás había traído a una mujer a las montañas Maslow. Tú eres especial para él.
- Siento desilusionarle, señor Maslow, pero está equivocado.
- Llámame Victor. Y yo casi nunca me equivoco. ¿Por qué estás tan segura?
- Me pidió que me casara con él por la seguridad de Cammie -_____ respiró hondo, se tragó su orgullo y le reveló la verdad. Sobre el papel, una familia, pero quedarse no formaba parte del trato. -En septiembre se marchará a Sudán. No ha cambiado nada.
El anciano envejeció una década a ojos vista.
- Maldita sea. Este es su hogar. Necesita sentar la cabeza
Las palabras se perdieron en un mar de impotencia.
- Nunca me he hecho ilusiones con respecto a James- _____ suspiró.- Es un hombre maravilloso, pero necesita recorrer mundo. Y ese es un estilo de vida para un soltero.
-¿Y qué pasa si tiene una familia?
- Si tiene una familia, no fue por elección suya- la respuesta también iba dirigida a ella misma. -Seguirá regresando a casa de vez en cuando. Seguramente es lo máximo que se puede esperar de él.
- En mis tiempos las mujeres sabían utilizar el sexo para conseguir lo que querían de los hombres- Victor la miró furioso.
- ¿Está sugiriendo que utilicé el sexo para manipular a su hijo? -ella se sonrojó violentamente.
- Cualquier imbécil, incluso un anciano como yo, se daría cuenta de la chispa que hay entre vosotros. Vuélvele loco. Deja de preocuparte por ser tan políticamente correcta.
- Perdóneme por no querer engatusar a un hombre para que me ame.
- ¿Quién habla de amor? En cuanto siente la cabeza, se dará cuenta de que Cammie y tú sois buenas para él.
- ¿Cómo las ciruelas y las coles de Bruselas? No gracias. Me merezco un hombre que nos ame a mí y a mi hija, que seamos su prioridad.
- Pues entonces pelea por ese maldito muchacho.
- Agradezco su hospitalidad, señor Maslow - _____ se puso en pie y dio por terminada la conversación,- pero mi relación con James no es asunto suyo.
- ¿Alguna noticia de tu casa o del acosador? -Victor agitó una mano, restándole importancia a las palabras de _____. -Siento lo sucedido. Menudo susto debiste llevarte.
- Aún no sabemos nada. Dentro de un rato llamaré a mis padres contestó ella conmovida por la compasión del anciano a pesar de su enfrentamiento.
Siempre serás bienvenida en las montañas Bieber.
- A _____ se le hizo un nudo en la garganta. La mansión formaba parte de los derechos de nacimiento de Cammie. Sucediera lo que sucediera entre ella y James, Victor Maslow era el abuelo de Cammie.
- Gracias- contestó con un hilo de voz. -La traeré de visita siempre que pueda.
- Procura hacerlo, _____ Delgado -él asintió y una lágrima rodó por su mejilla.
_____ escapó del estudio de Victor y, tras comprobar que Cammie seguía entretenida en la cocina, fue al dormitorio a buscar el móvil y empezó a hacer una serie de llamadas.
Por último, cuando consideró que era buena hora para llamar a sus poco madrugadores padres, marcó su número.
- ¿No te das cuenta de que una mujer de mi edad necesita sus horas de sueño embellecedor?sonó la profunda voz de Lolita
- Siempre estás estupenda, madre, con o sin dormir la necesaria adulación fue bien recibida. -¿Papá y tú estáis bien?
- Se ha ido a preparar café Javier Delgado retomó la conversación. Estamos bien, nena. -¿Estáis bien mi nieta y tú?
- Sí.
Aún le quedaba otra llamada más, una que pondría todo en marcha. Cada minuto que se quedara junto a James haría más difícil la inevitable separación.
Era hora de romper los lazos.
- ¿Por qué no nos contaste que ibas a venir aquí ayer?
- Dijiste que mamá se había tomado un sedante y se había acostado- _____ se sintió culpable. -No quise que viera la casa. Aún no. Las crisis no se le dan bien.
- Encontraremos al bastardo culpable de todo esto.
- Lo sé -ella sonrió ante el tono dramático con el que en ocasiones hablaba su padre. -Solo he llamado para deciros que os quiero y pediros que tengáis cuidado. Nadie sabe qué más tiene pensado hacer.
-No te preocupes, cariño, la casa está rodeada de un ejército. Me siento como si estuviésemos en El Álamo.
- Aquello acabó muy mal, papá.
- Sí, pero mi papel era buenísimo Javier había interpretado a Davy Crockett.
Sorprendida de descubrir que lloraba, _____ se secó las mejillas. Sus padres eran excéntricos y egocéntricos, y dados a la excesiva dramatización, pero los amaba.
- Volveré a llamar pronto prometió. Mantenedme informada.
Tras colgar se mordisqueó el labio, preocupada. Estaba convencida de que una parte de Lolita se sentía halagada ante tamaña irracionalidad.
Los hermanos Maslow aún no habían regresado a la hora de comer. Cammie echaba de menos las atenciones de James y se puso a hacer pucheros. Y _____ se sentía igual, aunque sin poder comportarse como una niña de cinco años. Durante las siguientes horas, Cammie se mostró caprichosa e inconsolable. Se negó a dormir la siesta y lloriqueó hasta poner a su madre de los nervios.
Cuando Cammie al fin sucumbió al sueño, eran más de las cuatro de la tarde. _____ se dejó caer, agotada, en un sillón. Había sido una mala idea dejar que la niña se durmiera tan tarde. Significaba que no iba a querer irse a la cama a su hora habitual.
A las seis y media _____ se puso un bonito vestido color salmón que le sentaba muy bien a su tono de piel. No hacía falta sujetador y su respiración se aceleró al imaginarse la reacción de James más tarde, cuando estuvieran a solas.
Le debía algo especial por lo de la noche anterior. Tras insistirle en que hicieran el amor, se había quedado dormida, sin duda defraudándole terriblemente.
Aún les quedaba tiempo para un último baile. Después, ella regresaría a su casa. James era como era y no iba a cambiar. Y _____ no podía sufrir más esperando un final distinto. Tras cepillarse los cabellos, los sujetó en un moño y se puso unos deslumbrantes pendientes. Si iba a producirse otro enfrentamiento verbal con Victor Maslow, necesitaría todo el armamento que pudiera reunir.
Echó un último vistazo a Cammie y se guardó el monitor en el bolsillo de la falda. Cuando la niña despertara lo sabría, porque lo primero que hacía, antes de abrir los ojos, era pedir algo de comer. Al igual que su abuela, no solía despertarse de buena gana.
_____ bajó las escaleras y se quedó helada al ver a James acercarse a grandes zancadas. Había algo diferente en él, aunque no lograba adivinar qué.
- Hola, preciosa -James sonrió.- ¿Me has echado de menos?
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Un Toque De Persuasión| James Y Tu| Adaptada|
FanfictionBUENO COMO DICE EL TITULO ES ADAPTADA ESPERO Y LES GUSTE COMO A MI