James se quedó en la terraza, resistiéndose a entrar en el salón donde le esperaba el interrogatorio de su familia sobre la hija de cinco años de la que no les había hablado.
Cammie. Su hija. Seguía sonándole extraño.
La tormenta había pasado y había quedado una noche tranquila y serena.
No podía decirse lo mismo de su propia situación. Desde que era adulto solo había tenido que preocuparse de sí mismo. Bueno, se corrigió, se había preocupado por su padre, sobre todo después del infarto que lo había llevado de regreso a su casa y lejos de _____.
Sin embargo, a medida que pasaron los meses, y una vez decidido a vagar por el mundo, se había dedicado solo a sí mismo. No había sido un acto puramente egoísta. Era una persona amable y su trabajo beneficiaba a mucha gente, pero lo único que le había preocupado realmente era el siguiente puntito en el mapa y cuándo se dirigiría allí.
En esos momentos se encontraba en una encrucijada. Tenía una hija y una amante, y una montaña que lo reclamaba. En otras circunstancias estaría nervioso por partir de nuevo.
Sin embargo, la idea de marcharse en septiembre empezaba a resultarle insoportable.
Ansioso por ver a _____, por hacer planes, regresó al interior de la casa.
- En la puerta hay un tipo que dice llamarse Jeremy Vargas -su padre salió a su encuentro. -El guarda quiere saber si debe dejarle pasar o no.
- Que pase -James frunció el ceño, deseando poder decir que no.
- Cuando estés preparado -su padre le apoyó una mano en el brazo, -a todos nos gustaría saber algo sobre _____ y Cammie -hizo una mueca. -_____ era la chica a la que querías contarle la verdad allá en Oxford
-Sí -contestó él.
-Pero sufrí un infarto y la dejaste el anciano hizo otra mueca. No sabes cuánto lo siento.
- No fue culpa tuya.
- ¿Por qué nunca te contó que tenías una hija?
- Porque creía que me llamaba Kevin Wade, y cuando descubrió que la había engañado, cuando descubrió mi verdadera identidad, consideró que no tenía derecho a saberlo.
- Qué hijo de- fui el anciano agachó la cabeza, derrotado.
- No sufras, papá. Es agua pasada. Lo superaremos.
Jeremy Vargas llegó y, tras las presentaciones, su padre se excusó dejándolos solos.
-¿Por qué has venido? preguntó James abiertamente sin ganas de mostrarse amigable.
- _____ me llamó tras el incendio -el hombre sonrió.- He venido para llevármela a casa.
- ¡Y una mierda! -rugió James furioso. -Nadie abandonaría esa casa sin su consentimiento.
En ese momento, _____ bajó las escaleras. La sonrisa que le dedicó a Jeremy fue dulce y franca. James jamás había recibido una sonrisa así de ella y se sintió muy irritado.
- No dijiste que fuera a venir Vargas -rugió furioso.
- No sabía cuánto tardaría en llegar contestó ella. No lo esperaba hasta mañana.
-Habíamos acordado que no te irías hasta que el acosador de tu madre hubiera sido detenido.
- Cammie puede quedarse. Dispondréis del tiempo que me solicitaste para conoceros. Yo tengo que ocuparme de varios asuntos y así no tendré que preocuparme por ella.
- ¿Puedo hablar contigo en privado?- masculló James entre dientes.
- Ya nos hemos dicho suficiente -ella sacudió la cabeza.- En cuanto decida lo que voy a hacer, hablaremos sobre la custodia.
Pretendía mantenerlo fuera. Trazar una línea. Pero si pensaba que él iba a permitirle dirigir el espectáculo, iba a recibir una desagradable sorpresa.
- ¿Y cuándo tenías pensado marcharte? -James se cruzó de brazos.
- Por la mañana. En cuanto me asegure de que Cammie está bien -_____ se volvió hacia Jeremy-. Iré a hablar con el padre de James y le preguntaré si puedes pasar aquí la noche. Entre los dos hombres se hizo un profundo silencio mientras esperaban a que ella regresara. Jeremy sonreía de manera enigmática.
-¿Qué hay entre _____ y tú? -James sentía deseos de propinarle un puñetazo.
- Sin comentarios -Jeremy se encogió de hombros.
- No me gustas, Vargas, ni un poquito.
La cinematográfica sonrisa se hizo más amplia.
- Estás enamorado de ella.
- La amo -Jeremy volvió a encogerse de hombros. -Y la conozco lo suficiente para saber que eres el tipo que le destrozó la vida. No pienso permitir que vuelvas a hacerlo.
- ¡Bastardo mojigato! -James hervía de deseos de pelearse a puñetazos con él. -Lo que haya entre _____ y yo no es asunto tuyo.
- Eso ya lo veremos. Te vigilaré de cerca, Maslow. Cuidado con lo que haces.
- ¿Seguro que quieres quedarte? -a la mañana siguiente, _____ abrazó a su hija con tal fuerza que la niña acabó protestando. -No tienes que hacerlo si no quieres.
- Te echaré de menos, mami- la niña hizo una mueca. -Diles a Lolo y Jojo que los quiero.
Y antes de que su madre pudiera darle otro beso, salió en busca del perro de Gareth.
James la miraba con gesto impasible. La noche anterior, había llamado a su puerta, pero no había podido entrar porque el cerrojo estaba echado. Todo había salido a la luz. Cammie era hija de James , una Maslow recibida con los brazos abiertos por el clan.
Sería el período de tiempo más prolongado que madre e hija pasarían separadas. Dejarla era una tortura, pero ni siquiera podía quedarse por el bien de Cammie. Si James continuaba presionándola con el matrimonio como solución práctica, acabaría por ceder. Y las consecuencias serían desastrosas.
Tras entregarle la maleta a Jeremy, se puso de puntillas y besó a James en la mejilla.
- Adiós- se despidió. -Cuida de nuestra niña. Estaremos en contacto.
Mientras Jeremy les alejaba de las montañas, las lágrimas brotaron de los ojos de _____.
- ¿Por qué no le ahorras sufrimientos a ese tipo? Lo amas.
- Pero él no me ama. Se siente atraído por mí y le gusta compartir una hija conmigo, pero yo no puedo vivir con eso.
- ¿Y es mejor vivir sin él?
- Desde luego. Lo hice durante cinco años y me fue bien.
- Pero ahora has compartido su cama. Has compartido cosas con él que no has compartido con nadie más.
- ¿Y tú cómo lo sabes?
-Porque te conozco -contestó Jeremy mirándola de reojo. -En los últimos cinco años no habrás salido más de diez veces, y en un par de ocasiones fue para acompañarme a mí a algún estreno, por lo que no cuenta.
- A muchos hombres no les entusiasma precisamente la idea de criar al hijo de otro.
1 Esa no es la cuestión. La mayoría de los tipos que conozco se mataría por estar contigo, aunque tuvieras una docena de mocosos. Eres lista y divertida, y dulce y guapísima.
- Eres estupendo para mi ego1 _____ se sonó la nariz y suspiró. -Mi dulce Jeremy.
- Lo digo como lo siento -él esperó a que se abriera la enorme puerta de entrada antes de acelerar en dirección al aeropuerto, y creo que deberías decidir qué o a quién quieres.
- Qué curioso. Victor Maslow me dio un consejo muy parecido.
- Pues quizás deberías sacar la cabeza de la arena y escuchar.
_____ pasó tres semanas en California. Los primeros siete días estuvieron repletos de reuniones con las aseguradoras. Además tenía que terminar sus ilustraciones y enviarlas al editor. Por suerte siempre llevaba consigo los originales en una carpeta.
Durante la segunda semana se produjo la detención del acosador de Lolita, un hombre triste y solitario con trastornos mentales. Después llegaron las decisiones realmente difíciles de tomar, como la de derruir lo que quedaba de la casa para vender la parcela.
Jeremy estuvo junto a ella mientras las excavadoras hacían su trabajo y le sujetó la mano mientras ella lloraba al ver cómo lo que quedaba de su vida era arrojado a la basura.
- Yo solo quería tener una familia normal.
Jeremy la comprendía perfectamente, pues había tenido una infancia y juventud tan tumultuosa como la de ella. Por eso sus palabras le provocaron una tremenda conmoción.
- Deja de ser tan melodramática exclamó, a no ser que estés dispuesta a admitir que te pareces más a tu madre de lo que crees. Has perdido la casa y, sí, es una faena. Pero mira lo que has ganado. Un padre para Cammie. Parientes que te quieren. Y un nuevo hogar si estás dispuesta a aventurarte.
- Salvo en la época de universidad, nunca he vivido fuera de California.
- Yo tampoco, pero resulta que adoro Nueva York. Y creo que tú adoras las montañas Maslow. -No has dejado de hablar de ese lugar durante las dos últimas semanas.
- ¿Y qué pasa con mis padres?
- Tus padres no necesitan que les cuiden. Llevan una vida excitante. Además, ahora existen unas cosas llamadas aviones que te llevan volando de un lado al otro del país.
- Tengo miedo, Jeremy. La última vez me hizo mucho daño.
- No eras más que una cría. Ahora eres una mujer madura. Además, él sabe que le patearé el culo si se porta mal contigo.
Ambos estallaron en carcajadas y, dándole la espalda a su pasado, _____ cruzó la calle con Jeremy a su lado para dirigirse al coche.
- Vamos a buscarte una bonita mujer, Jeremy Vargas.
-Me gusta estar soltero -él rio. -De momento nos centraremos en ti.
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Un Toque De Persuasión| James Y Tu| Adaptada|
FanficBUENO COMO DICE EL TITULO ES ADAPTADA ESPERO Y LES GUSTE COMO A MI