Love Hurts

Capítulo 21

Satō Kazuo.
La mamá de Daiki había cometido un grave error, ¿Por qué no se lo dijo desde antes? El pobre sufría por él desde toda la vida, por una mujer que no era nadie para él.
Subí las escaleras intentando alcanzarlo pero se había desaparecido, habían muchas puertas en el pasillo así que iría abriendo cada una. Me tomó unos cinco minutos encontrar su habitación pero al final la encontré.

-Daiki, soy Kazuo, abreme por favor -Era la única maldita puerta que tenia seguro-
-¡No quiero! -Se notaba la tristeza y decepción en su voz-
-Daiki, soy el único que tienes ahora, yo jamás te haría daño, quiero ayudarte a pasar este momento.
-¡NO LO ENTIENDES!
-Tal vez no, pero no es algo que no pueda comprender, Daiki yo te quiero mucho, te aprecio, y se que solo no podrás afrontar todo esto, dejame ayudarte.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo, te prometo siempre estar contigo, valorarte y apreciarte, eres una persona maravillosa y se que juntos afrontaremos cualquier problema.

En un momento, Daiki abrio la puerta, al ver sus ojos azules rojos me dio mucha tristeza, esos ojos eran para verlos brillantes y felices, no para verlos de esta manera.

-Daiki -Lo abrace sintiéndome mal por él, no quería que nada malo le sucediera, quería mantenerlo seguro, yo jamás quisiera hacerle daño y es por eso que la estupidez que cometí con Nakahara quedaría en el olvido para no herirlo, de todas maneras no significo nada-
-Kazuo -Comenzó a llorar en mi hombro, sentir sus lágrimas en la tela de mi camisa me dolía mucho-
-Tranquilo, todo estará bien, no voy a dejar que nadie vuelva a herirte, tu futuro será diferente si te quedas conmigo, yo seré siempre el que te ayude y haga que superes todos tus miedos -Lo apretaba mas fuerte queriendo que su dolor se pasara a mi cuerpo-

Cerramos la puerta y caminamos hasta su cama, nos sentamos mientras el balbuceaba miles de cosas, sus lágrimas no dejaban de caer y yo no sabia que mas podía hacer para que dejara de hacerlo.

-Daiki, no llores, se que es duro pero debes afrontarlo.
-Casi me mató por ella, siempre mi pensamiento era para ella, toda mi vida siempre giraba alrededor de ella, y saber que mi verdadera madre murió, es como darse cuenta que toda su vida fue una mentira.
-Solo tienes diecisiete años, es mejor darse cuenta ahora que después, tu vida de ahora en adelante será mejor, mucho mejor ¿No crees? Olvida ya eso, es cosa del pasado, ahora solo piensa que tu verdadera madre realmente te quiso, dio la vida por ti y tu ahora eres alguien fuerte e inteligente, mejor que nadie.
-Si, es verdad.

Me acerque y con mis manos comencé a limpiar sus lágrimas.

-Un chico como tu ya no debería de llorar, solamente olvidalo y concentremonos en el futuro que se aproxima ¿Si?

El me miro a mis ojos, sus bellos ojos azules brillaban ante mi. Asintió y me abrazo nuevamente sintiéndolo mas valiente y fuerte que antes, ya no había que preocuparse de nada, ahora solo quedaba en preocuparse por si mismo.
Los minutos pasaban y solamente veíamos la televisión recostados en su cama, ni siquiera había visto que su habitación era la de toda una persona madura, quería que este día fuera uno muy feliz, había pensado que cuando esa señora nos había dado la aprobación seria el chico mas feliz del mundo pero luego de eso todo se derrumbo, pero no dejaría que esa mala noticia evitara que yo y él podríamos ser felices.

-Daiki, el otro fin de semana podríamos ir a la playa, ¿No te parece buena idea?
-¿La playa? Hace tiempo no voy.
-Con razón eres tan pálido -Me Burlé, el río un poco, Sonreí al escucharlo, eso era lo que esperaba- pero pienso que es buena idea, sólo los dos y disfrutar del hermoso ambiente, ¿No crees? -Me acerque viéndolo a su rostro, este sonrió asintiendo-
-Si eso te hace muy feliz, a mi también me hace feliz.
-Eso era lo que quería escuchar -Le di un beso en la punta de la nariz-
-Kazuo.
-¿Uhm?
-Creo que deberíamos de irnos, ya se hace tarde y debemos trabajar en la maqueta, todavía faltan algunos retoques.
-Esta bien -Apagué el televisor y nos pusimos de pie- tu habitación es hermosa, tienes muchas cosas coleccionables -Me acerque a su repisa donde tenia pequeños automóviles de colección e incluso varios libros-
-Los autos de la empresa Kisha, siempre nos intereso a mi padre y a mi todo lo de los autos era nuestra vida -sonrió- y que ahora él tenga su propia empresa me hace muy feliz.
-Lo sé, así haremos una empresa nosotros -Lo abrace por la espalda- ¿No seria increíble?
-¿Y de qué seria? ¿De juguetes sexuales?
-¡JA! Muy gracioso -Dije sarcástico- pero tal vez podríamos seguir con mi negocio, el de las frutas.
-¿Quieres que me haga frutero?
-No me refiero a eso, seria increíble poder vivir en un campo.
-Oye, solo llevamos dos días de relación o lo que tengamos, ¿Y ya estas pensando en grande?
-Nunca se sabe -reí un poco- entonces, vámonos.
-Esta bien.