Capítulo 6

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Al día siguiente...
Desperté a eso de las cinco de la mañana para poder ir a correr y luego darme una ducha.
Me comencé a cambiar de ropa para ponerme una deportiva con mucho cuidado en no despertar a Satō pero este roncaba mucho así que si ni sus ronquidos lo despertaban, mucho menos yo cambiándome de ropa.
Salí de la habitación con mi billetera, mi celular y mis auriculares. Camine por el pasillo haciendo el menor ruido, ninguno de los chicos estaba despierto así que tenia que tener mucho cuidado.
Baje las escaleras y salí del edificio. Comencé haciendo un pequeño estiramiento para ponerme a trotar, siempre lo hacia, me gustaba mantenerme saludable.

-Buenos días -Escuche a mi lado, levante mi cabeza para verlo mejor-
-Buenos días -Dije sorprendido, pensé que ningún chico estaba despierto a esta hora-
-¿Trotas?
-Si.
-No pareces de los chicos que trotan, eres muy delgado -Dijo burlonamente-
-Pues... Solo lo hago para mantenerme saludable, es todo.
-Entiendo, por cierto soy Ito Haru, pero dime Haru.
-Un gusto, soy Kishaba Daiki.
-¡Ah! Así que tu eres el mocoso millonario ¿No?
-¿Disculpa?
-Todos están hablando de ti, y eso que a penas llevamos dos días, ¿Qué pasara cuando llevemos un mes? Serás un chico muy popular -río un poco-
-Pues lo que diga la gente no me interesa, además no busco popularidad, son ellos mismos los que me la dan.
-Deberías aprovechar, hay muchas chicas lindas en esta universidad.
-Eso no me importa, no vine acá a conseguir mujer, vine a estudiar.
-¡Oh! Lo siento cerebrito -Volvió a reír-

Ver la apariencia de este chico me hacia darme cuenta que estaba delante de un bravucón, su cabello negro hacia arriba con sus puntas pintadas de rojo, un tatuaje en su musculoso brazo y un pendiente en su oreja izquierda, definitivamente este chico daba miedo.

-¿Y tú vienes a trotar?
-¿Qué? ¿Necesitas guardaespaldas?
-No, solamente decía -Me encogí de hombros-
-No, vine a fumar un rato, antes que empiece la tortura.
-¿Fumar? ¿Tan temprano?
-Si, ¿Algún problema?
-Para mi no, para ti si... Nos vemos Haru.
-¡Oye! Espera -Me tomo fuertemente del brazo-
-¿Qué?
-Dejame acompañarte, es peligroso que andes solo.
-Como quieras.

Ambos comenzamos a trotar, yo me puse mis auriculares para poder relajarme además que el humo del cigarro me estaba volviendo loco y quería dejar de pensar en eso.
Había trotado unos diez minutos cuando noté que Haru no estaba a mi lado, paré mi paso y comencé a ver a los alrededores y vi hacia atrás.

-¡Oye! -Le grite- ¿Sucede algo?

Mire como el tipo raro miraba detenidamente una tienda cerrada, me acerque para ver que era tan interesante.

-¿Las guitarras?
-¿No son hermosas?
-¿Eh? -Jamás pensé escucharle una frase así- bueno si tu lo dices.

Volví a trotar, este iba detrás de mi. Estaba a punto de ponerme los auriculares cuando escuche que estaba hablando solo.

-Es fácil cuando tienes dinero, pero alguien como yo tiene que acostumbrarse a ver solamente las cosas que quiere detrás de un vidrio.

No entendía lo que trataba de decirme o decir pero tenia razón en sus palabras. Yo me quejaba mucho de mi vida pero a veces poniéndome en los zapatos de otros era peor.
Regresamos al instituto, eran las seis de la mañana así que había trotado como unos cuarenta minutos. Me encontraba sudado, algo cansado pero luego de un rato todo eso se volvería en energía.

-¿Eres de primer año?
-No, soy de segundo -Me quite los auriculares- ¿Y tú?
-De último.
-¿Eres compañero de Takumi Nao?
-¿Nao? ¡Ah! Hablas del basquetbolista presumido, si supongo.
-¿Presumido? Creo que Takumi es todo menos presumido.
-Bueno así lo veo yo, nunca hemos hablado, siempre chocamos en todo, él me detesta, yo lo detesto, es un círculo.
-¿Por qué tu eres él malo y el, él bueno?
-Supongamos que es así.
-De acuerdo, gracias por acompañarme a trotar, iré a darme una ducha y ponerme el uniforme, deberías hacer lo mismo.
-No se si iré a clases, hay mejores cosas que hacer que estudiar -Puso sus manos detrás de su nuca-
-Si tu lo dices, nos vemos luego.
-Claro que nos veremos, ¿Cuál es tu habitación?
-La catorce.
-La mía es la veinte, nos vemos luego -comenzó a alejarse, definitivamente un chico raro-

Love HurtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora