Capítulo 4

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Ese mismo día luego de entrar a la casa. Lo primero que note fue que mis padres se encontraban esperándome sentados en los sillones.
Suspire arrepentido de haber venido tarde, sabia que me preguntarían muchas cosas, así que solamente deje la mochila en el suelo y me acerque a ellos para hacerles una pequeña reverencia como si se trataran de reyes.

-Lamento venir tarde y sobre todo no haberles avisado.
-¡IDIOTA! -Mi madre me golpeo con su libro, gemí del dolor-
-¿POR QUÉ HACES ESO? -Dije enfadado, ella no tenia el derecho de hacerme eso cuando me estaba disculpando-
-¡NO LE HABLES ASI A TU MADRE! -La defendió mi padre como siempre, rodee los ojos y tome la mochila nuevamente-

Estaba a punto de irme hasta que mi padre me tomo fuertemente del brazo.

-Hablemos con tranquilidad.
-Eso quería hasta que ella metió la violencia -Me cruce de brazos, mi madre me veía seriamente-
-Hijo, estábamos muy preocupados por ti, debiste habernos avisado, te pudo pasar cualquier cosa.
-Si eso es cierto, ¿Por qué no me llamaron? Y no me digan que era porque estaban ocupados, esa excusa la he escuchado desde niño.
-Esa es la verdad -Dijo mi padre entralazando su mano con la de mi madre, volví a rodear los ojos- ¿Dónde estabas? -Hablo firme y serio-
-Conocí a un grupo de chicos, me invitaron a comer y fuimos al karaoke a pasar un rato de amistad, ¿Contentos?
-¿Qué clase de amigos?
-¿Eso importa? Creo que no, con permiso, iré a mi habitación, tengo que ir a empacar todo y...
-¡DAIKI! -Hablo mi madre poniéndose de pie acercándose a mi, me tomo del rostro con ambas manos viéndome a los ojos- hijo... No quiero que te ajuntes con cualquier persona, recuerda que somos una familia adinerada, cualquiera quisiera ser tu amigo solo para involucrarse contigo y conseguir cosas.
-Ellos no son así, además creo que ya es tarde para decir eso, te preocupas solo porque me iré de aquí por el resto del año y tienes miedo de que consiga una novia que no te guste o que pueda insinuarse con papá ¿No? Te escuche decir eso una vez.
-¡MALDITO MOCOSO! -Me dio una cachetada que hizo girar mi rostro-
-Llámame como quieras, pero se cual es tu miedo, tienes miedo de volver a ser la mujer pobre y fea ¿No? ¡SOLO ESO TE IMPORTA! -Le grite en la cara, ella abrió sus ojos espantada-

Me retire rápidamente de la sala hasta subir las escaleras lo mas rápido que podía. Llegué a mi habitación y cerré la puerta con seguro, lance la mochila al suelo y me senté en la orilla de la cama.
Mi mamá era una persona con problemas mentales, ella cree que cualquier mujer le arrebatará a papá, incluso mis amigas o novia, ella solamente esta paranoica.
Tal vez no lo aparento pero suelo ser muy depresivo, muchas veces intente quitarme la vida pero no quería pensar en eso ahora.
Creo que lo mejor seria ordenar todo para mañana...
Al día siguiente, luego de vestirme y bajar las cosas con la ayuda de mi chofer. Tocaba el turno de despedirme.

-Hijo, te espera una gran aventura, espero que te guste mucho tu segundo año en la universidad y que te prepare para que sigas este negocio del que tu padre esta tan orgulloso.
-Gracias papá, yo también espero estar muy bien -Sonreí de lado y lo abrace-
-No cometas alguna estupidez -Me susurró, creo que se refería a las múltiples veces que intente suicidarme en mi habitación y que no estaría él para salvarme-
-No te preocupes papá, estaré bien -Sonreí-

Al separarme de sus brazos, mire a mi madre atrás con sus brazos cruzados, con el viento moviendo su cabello, me acerque a ella algo dudoso pero no me iría de aquí sin despedirme, seguía siendo mi madre de todas formas.

-Ma...
-Que te vaya bien -Me dio un abrazo rápido y entró a la casa-

Eso me había dolido, es que no entendía porque ella era tan indiferente conmigo, soy su hijo, incluso me hice pruebas de análisis para saber si lo era, creo que hay alguna historia detrás de esta indiferencia.

-Dejala hijo, despertó enferma -Y venia papá como siempre con alguna excusa de su loca esposa-
-Esta bien, ya me acostumbré.
-Por favor Daiki, recuerda que allá no tendrás a nadie que te impida cometer alguna estupidez.
-No te preocupes papá, ya no soy ese tipo de persona, ahora soy diferente, soy mas maduro y las veces que intente hacerme daño fue por culpa de ella o de algún profesor de mi otra escuela pero acá es diferente, ya lo verás, volveré siendo él hijo que ustedes quieren admirar.
-Eso esperamos, recuerda siempre ir al banco para depositarte dinero y tu auto ya esta en la universidad.
-Gracias papá.

Love HurtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora