Love Hurts

Capítulo 26

Al día siguiente desperté debido a la alarma de mi teléfono, escuche un ruido afuera así que rápidamente comencé a meter las cosas a mi mochila ya era un poco tarde y probablemente el autobús ya saldría.
Por suerte anoche luego de hablar con Katashi los chicos ya se habían ido de mi tienda y pude dormir tranquilo.
Tomé mi cepillo de dientes y con la botella que tenia me los cepille rápidamente, me puse loción en el cuerpo y salí listo para subir mis cosas al autobús pero al salir me sorprendí bastante.

-¿Hajime? ¿Qué hace aquí?
-Dijiste que irías a hablar con tu padre, él te esta esperando.
-¿Qué? Pero puedo ir luego, necesito ir a mi universidad a mo habitación.
-Ya no tienes que ir allí.
-¿Por qué?

Este un poco malhumorado saco una llave de su bolsillo, la tome sin ni siquiera saber de que era.

-¿Qué es esto?
-La llave de tu nueva habitación o mejor dicho tu apartamento.

Me quede un poco en shock, no podía creerlo que esto estaba pasando, había querido un apartamento para mi solo desde hace mucho tiempo y ¡Realmente estaba pasando!

-Espera... ¿Por qué me da esto de repente?
-Mira niño malcriado, tu padre no quiere que sigas viviendo en la universidad, ahora ve donde él y dile gracias.
-No creo que le guste luego de decirle la verdad.
-No me importa, andando.

Asentí mientras todos veían sorprendidos y tomaban fotografías de como me subía a la limusina.

-¡Wow! Eso es tener dinero -Decían las chicas sorprendidas-
-¿Qué pasa? ¿Por qué todos están aquí? -Dijo Kazuo un poco mareado debido a lo de anoche-
-Vinieron a traer a Kishaba en una limusina un hombre que parecía su chofer o alguien así.
-¿En serio? ¿Por qué?
-Dicen que para hablar con su padre debido a lo de ayer.

Kazuo se sorprendió ya que él pensaba ir con el rubio pero al parecer Daiki no quería eso, quería hacerlo solo.

-¡BOO! -Dijo Katashi cuando entre a la limusina-
-¡Joder! Creí que estaba solo -Dije exaltado por el susto- ¿Qué haces aquí?
-Bueno, me comunique con tu padre y le conté que había hablado contigo anoche, me pidió tu dirección y amablemente le dije si podía ir contigo a lo que respondió que si.
-Mm de acuerdo.
-¿Jugo?
-Si, gracias.

Este me entrego una lata de jugo de naranja mientras la bebía tranquilamente, se podía notar que era un chico muy elegante.
Katashi era como el chico por el cual las chicas morían en las películas o series, su cabello café oscuro, sus ojos verdes, un cuerpo delgado pero atractivo, un rostro fino, sonrisa blanca, nariz perfecta, ropa elegante y modales perfectos, un hombre perfecto.

-¿Ya sabes lo que le dirás a tu padre?
-Mas o menos, pero sólo diré la verdad, ya no quiero seguir mintiendo u ocultando lo que soy.
-Me parece perfecto -sonrió- ¿Estas feliz por tu apartamento?
-¿Cómo lo sabes?
-Hajime me lo contó.
-¿Sabes porqué realmente me lo dieron?
-Claro, para que hagas una vida, pronto vas a salir de la universidad, no puedes seguir viviendo allí o con tus padres, es bueno que seas un chico independiente.
-Si, supongo -Sonreí algo apenado-

Luego de un viaje lleno de plática sobre su vida y la mía llegamos a casa, se me hacia extraño verla luego de un tiempo.

-Llegamos -Comentó Hajime estacionando el auto-
-Es todo chico, conviertete en una persona nueva, ¡Suerte! -sonrió amablemente-

Asentí tragando saliva y saliendo del auto, Hajime volvió a encender el motor, me di la vuelta viendo como bajaba el vidrio.

-Iré a dejar al joven Eita, tu padre te espera.
-Esta bien, gracias.

Mi corazón estaba acelerado, temía por lo que pasaría con mi vida pero ya era hora de afrontar mis miedos y dudas. Entré a la casa viendo que las sirvientas limpiaban las paredes, trofeos, fotografías, el piano, al verme rápidamente se supieron ordenadamente haciendo una reverencia y diciendo buenos días.