Love Hurts

Capítulo 16

Kazuo regresó a su habitación, marcó el número de Nakahara para saber si estaba libre para poder ver esa película.

-¿Hola? -Nakahara caminaba por su habitación con el celular entre su hombro y oreja debido a que intentaba cocinar algo-
-Hola Nakahara, habla Satō Kazuo, el chico del cine.
-¡Oh! Hola Satō, ¿Cómo estas? -Sonrió-
-Muy bien, quería saber si tu... Mm bueno ¿Estas ocupado?
-No, estoy libre, estoy haciéndome algo de comer, ¿Por qué? ¿Aceptas mi invitación tan rápido?
-Si -sonrió nervioso- es solo que no tengo nada que hacer y estoy algo aburrido.
-¡Perfecto! -Se escuchaba animado- ¿Tienes a donde apuntar? Te daré mi dirección.
-Claro -Tomo un papel-

Luego de darle la dirección, Kazuo guardó su celular en su bolsillo y fue directamente hacia la habitación de Takumi, esperaba a que su ex pareja se encontrara en la habitación.
Toco un par de veces hasta que el oji-verde abrió, se encontraba sin camisa y con unos pantalones cortos.

-Hola Kazuo, ¿Necesitas algo?
-Hola Takumi, oye se que... -rascó su nuca avergonzándose- bueno...
-¿Qué necesitas?
-¿Podrías prestarme tu auto?
-Esta bien -Entró a la habitación y regreso rápidamente con las llaves- aquí tienes -Se las dio-
-Gracias, Takumi...
-¿Uhm?
-Gracias por todo.
-¿De qué hablas? -río un poco- tu siempre serás mi amigo y estaré ahí para ti, para lo que sea -Despeino al castaño, este sonrió- nos vemos.
-Adiós.

Takumi cerró la puerta, Kazuo quedo un momento viendo aquella puerta cerrada, suspiro y cerró sus ojos por un momento, ¿Por qué estaba haciendo esto? Debería buscar un psicólogo, tal vez así se componía.
Kazuo salio del edificio y fue hasta el auto de Takumi, al entrar notó que había un par de pétalos en el asiento del copiloto.

-¿Pétalos de rosa? -susurró tomando una- que raro.

Sin darle mas importancia al asunto, condujo hasta llegar al apartamento de su nuevo amigo. Dejó el auto en el estacionamiento del edificio y entro al lugar subiendo las escaleras.

-Habitación número 16 -Miro la puerta de a lado con el número 16 en dorado- aquí debe ser.

Antes de tocar, arregló su cabello y suspiro un poco nervioso, toco dos veces y la puerta se abrió dejando ver los ojos rojizos de Nakahara.

-¡Oh! Llegaste, bienvenido -Abrió la puerta dejándome pasar primero-
-Gracias, permiso -Se quito los zapatos y caminaron juntos a la sala- ¡Wow! Tu apartamento es increíble.
-Gracias -sonrió- soy muy adicto con la limpieza y el orden.
-Ya lo noté, pero es excelente.
-Gracias -río un poco- sientate, ¿Puedo ofrecerte algo?
-Lo que quieras.
-De acuerdo, espero te guste los aperitivos.
-Por supuesto, hice también palomitas de maíz.
-Excelente, ¿Puedo ayudarte?
-No, esta bien, eres mi invitado, dejame servirte.
-Esta bien -río un poco-

Nakahara se notaba que era una persona muy servicial. Kazuo miraba detenidamente su alrededor, algunas fotografías familiares y diplomas enmarcados.

-Aquí tienes -Puso las cosas en la pequeña mesa del centro- ¿Te gusta lo que ves?
-¡Oh! Por supuesto -sonrió- me gustan mucho tus fotografías.
-Gracias, no suelo ver a mi familia así que enmarque esa enorme fotografía que es de mis favoritas -Se acerco, parecía feliz pero su sonrisa fue desapareciendo-
-¿Sucede algo?
-No, es solo que me trae muchos recuerdos esta foto.
-Pero no parecen buenos.
-Es solo que... Tuve que afrontar mucho cuando mis padres se dieron cuenta que era gay, ellos no dijeron nada por un tiempo pero luego se volvió incomodo, hasta el punto en que tuve que irme de la casa y hacer mi vida.
-Lo siento...
-No te preocupes, mirame ahora, me gradúe sin que ellos lo supieran, tengo una pareja increíble sin que ellos lo sepan, tengo una buena vida, ellos no lo sabrán, cuando tenia unos 13 años me gusto un chico, pero creo que se volvió en obsesión, por eso ellos se dieron cuenta, me arrepiento mucho de eso.
-Que lastima pero tarde o temprano ellos se darían cuenta.
-Si es verdad -suspiro y colocó la película- lastima que se enteraron de mala forma.
-Si.