Inside an empty room; Dream in a dream

Este es mi sueño

Taeyong's POV

Soledad. La soledad es un concepto extraño.

Puedes estar rodeado de personas todo el tiempo o muchas veces, y sin embargo, el sentimiento de soledad no desaparece. Es como una condena, un castigo. No todas las personas nacieron para ser felices al lado de otras.

Formar lazos. ¿Es acaso algo permitido para alguien como yo? No. Tengo miedo. Tengo mucho miedo de alzar la mirada.

Dormir. Quiero dormir. Si duermo no siento nada. Quiero soñar, porque soñar me gusta... porque él está ahí. Mi amigo. No es real, lo sé, pero al menos está conmigo.

"Taeyong." La voz de mi hermana mayor me hizo salir de mi ensimismamiento. Ah, ahora recuerdo. Es una cena de caridad de mamá. "Deja de verte como si quisieras morir, en serio, me enfermas." Sonaba molesta, asqueada. ¿Cuánto tiempo estuve mirando a la nada? Agaché la cabeza en disculpas. Un reflejo. "¡Estúpido!" me reclamó, pero lo hizo aún en voz baja "no deben verte así, ¿No lo entiendes? Harás que los reporteros escriban cosas malas de mamá, ¿Es que no te das cuenta? Estúpido, egoísta, como siempre..."

Alcé la vista y ya se acercaban. Acomodé un poco el traje que llevaba, costoso, sumamente costoso. Debía cuidar de él, debía cuidar de cómo se veía. Debía. Debía. Debía.

"Mierda, te ves hecho un desastre."

Me duele el estómago.

"Viene mamá."

Me puse firme y dejé de respirar. El sonido de sus tacones sobre el fino suelo del salón de banquetes resonaba en mis oídos. Madre era una mujer de aspecto severo y pulcro. Desde el peinado hasta el maquillaje, como el vestido color crema era sobrio y elegante, tal como ella era a los ojos de los demás. Pasó junto a la fila de meseros bien formados y listos para dar inicio al banquete, debía estar a punto de empezar. Se detuvo frente de nosotros, dos de sus 4 hijos. Yo era el menor.

"Quita esa cara." Me advirtió y asentí. Nunca he podido mirarla a los ojos. Se acercó, arregló mi corbata y luego se dirigió a mi hermana, retocando un poco el peinado que amenazaba con salirse de su sitio. "Vamos."

La seguimos hacia las puertas que daban pie a las escaleras, los invitados ya se encontraban acomodándose en el piso de abajo, todos esperaban a mamá. Al abrirse las grandiosas puertas, nosotros seguimos detrás a nuestra madre, uno a cada lado, como sus pilares. Ella sonrió, de una manera tan amable y encantadora que era difícil que era la mujer que me había criado. Pero siempre era así, esa era ella, usando la máscara de las relaciones públicas, de la imagen. Ella tenía el absoluto control de cómo quería que la vieran, de que quería que las noticias dijeran de ella, de su familia, de su vida y su buena voluntad.

Los aplausos no se hicieron esperar, por supuesto, se trataba de una mujer respetable en la sociedad acaudalada.

"Mis muy queridos colegas e invitados. Me llena de gozo el poder verlos aquí reunidos para esta noble causa. Es sabido, que la fundación Glowing siempre se ha preocupado por las buenas causas, y como su cabecilla principal, jamás podría dejar de lado la necesidad de la sociedad a la que apoyamos, por eso ahora, junto con mi amada familia, queremos dar inicio a este evento de caridad donde sus donativos serán motivos de risa y alivio para los niños quemados del hospital regional de la ciudad."

Una fantástica ovación se hizo, mamá era buena con las palabras, bien podía hacerlo todo sonar como lo más maravilloso... o hacerte sentir como el más desagradable.

"Como miembros privilegiados de la sociedad, debemos detenernos y mirar a nuestro alrededor, no podemos dormirnos en nuestras cómodas vidas, lo material podría ser importante en estas épocas de esplendor tecnológico y de innovación, pero, dejar de lado nuestros valores humanos es lo más terrible que podemos hacer, para nosotros, para nuestras almas..."