Reencarnado en una Niña Elfo

Capítulo 57 - Magia de Oscuridad

Capítulo 57

Magia de Oscuridad

Me encontraba subiendo las escaleras que dirigían al octavo piso de la biblioteca, piso que estaba prohibido para el público y eso me emocionaba bastante, sin embargo temía por la reacción que mostró el consejero anteriormente, lo último que quería era enemistarme con alguien que seguramente tenia autoridad para enviarme al calabozo, también me empecé a preguntar porque había tantos guardias por aquí, aparte de los dos primeros de abajo a mitad de la escalera había otros dos y al llegar al final había una gran puerta doble de madera custodiada por dos guardias más... en los pisos anteriores no había tal cosa, además a partir de aquí el hueco de la escalera está sellado por lo que no se puede ver mas arriba

"sé que el consejero del rey debe ser una persona muy importante ¿pero tanto así para custodiarlo tanto?"

-no estés nerviosa, no has cometido ningún delito -dijo el consejero quien al parecer logró percibir mi tensión...

"Después de lo de antes no me sorprendería si pudiera escuchar mis pensamientos también... hm... si está escuchándome por favor deje de hacerlo"

El consejero se acercó a la puerta sin prestar atención a los guardias que más bien parecían estatuas y dio tres golpes, rápidamente apareció Rakk asomándose levemente

-¿terminaste? -preguntó el consejero

-sí, pero solo el piso de abajo, tampoco le he avisado a... él

-está bien así, gracias. Bien Airen, puedes pasar

El consejero abrió la puerta y me invitó a pasar, una vez adentro me sorprendió bastante el interior ya que era muy distinto a los demás pisos que eran simples salas de biblioteca. En su lugar este era bastante más amplio, o así se veía debido a que había muy pocas estanterías en comparación, y algo que me llamó mucho la atención fue el amueblado, nada de sillas duras y mesas tambaleantes, aquí había sillas acolchadas y mesas de gran calidad, un par de sillones largos y las paredes estaban tapizadas con un diseño abstracto de color marrón oscuro, todo levemente iluminado por la tenue luz de un candelabro en el techo y las lámparas en las esquinas que la verdad otorgaban un ambiente bastante tranquilo y silencioso al lugar

-vaya... este lugar parece el salón de lectura de alguna mansión lujosa...

-jajaja yo mismo mandé a decorarlo, ¿te gusta?

-es precioso, tiene un gran gusto señor

-no te acostumbres -dijo Rakk -se te ha permitido venir por una ocasión especial, ni se te ocurra pensar que podrás venir seguido

"tan amable como siempre... ni siquiera sabe porque hemos venido pero quiere hacerse el importante"

-y no puedes ir más allá de este salón, si lo intentas...

Rakk dejó la idea en el aire mientras pasaba su mano por el cuchillo que traía en su cintura, mientras tanto yo miré hacia donde se me había prohibido ir, se trataba de la escalera que conducía a los últimos dos pisos de la torre, adornada con una alfombra y un pasamanos de madera adherido a la pared

"este lugar parece una mansión..."

-tampoco toques nada ni seas curiosa, nada de lo que hay aquí debe ser visto por gente común

Lo único que conseguía Rakk era que aumentase mi curiosidad y que observara más detenidamente el lugar, noté que había mantas cubriendo algunos muebles y una mesa parecía haber sido movida hacia una esquina a propósito, parecía estar llena de cosas pero también estaba tapada con una manta