-Capítulo 17- Recuerdos medio olvidados.

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Antes de nada,  gracias por leer mi nove, se que os lo digo siempre pero bueh GRACIAS AJJAAJJA, si os gusta comentar y dar a fav un beso y gracias

Noté mis mejillas arder a temperatura fuera de lo normal. Mientras yo me quedaba quieta muriendome de verguenza, teniendo tentaciones de cerrar la puerta y esconderme debajo de la cama por haber quedado como una autentica loca, seguramente aquel chico de ojos azules estaría flipando.

-Así que es tuya.-Dije bajo.

-Si, si lo es. Supongo.

-Ya... entiendo.

-Bueno, tuya no será porque es de chico.

-Ya bueno.

El se puso rojo, pensé que era de verguenza pero no, era porque no aguantaba mas tiempo sin soltar una carcajada.

-Siento reirme pero no puedo evitarlo.-Dijo con una mano apoyada el la puerta,y la otra la utilizaba para taparse la boca.

-No te culpo, haría lo mismo.-Dije riendome.

-Bueno,pues sinceramente pensaba que solo me favorecía a miesa camisa pero ya veo que no.

Yo solo pude reime.

-Bueno, ¿quieres pasar y te llevas la caja?.-Dije aun roja.

-Venga va.-Dijo el entrando.

Yo me fuía mi cuarto y me puse una sudadera con unos leggins.

Al volver aquel chico estaba de rodillas doblando y metiendo la ropa en la caja.

Yo me acerqué corriendo.

-No, no lo recogas, yo lo he jodido yo lo arrego.

El rió.

-No quiero ver como una señorita recoge mi ropa mientras que yo no hago nada.

Yo me sonrojé.

-Anda, vamos a recoger que vaa venir mi madre y como nos vea no te irás de esta casa sin haber sido interrogado...

-Tranquila, la mia hace lo mismo.

Me arrodillé junto a él y juntos empezamos a doblar la ropa e ir metiendola poco a poco en la caja. Hasta que encontré una foto que se cayó de uno de los bolsillos de una sudadera vieja naranja. De esa clase de sudaderas que solamente usas en las ocasiones en las que estas  en casa y JAMÁS las sacarías a la calle. Cogí la foto y la ví, era un niño pequeño, (supuse que era él chaval que tenía al lado) a hombros de quien creí su padre.

-Te gusta mucho cotillear en las cosas de los demás ¿verdad?.-Dijo él al ver que tenía su foto entre las manos.

-Lo siento.-Dije dejandola en el suelo.

-No quiero que pienses que soy una cotilla.

-Tarde.-Dijo él bromeando.-No, es broma. No pienso que seas una cotilla.-Continuó.

Yo sonreí. Era bastante simpático, y se había tomado bastante bien lo de que se hayan confundido con paquete y me lo diesen ami, y por si fuese poco que cuando él vineno a reclamarlo, se encontró con que una desconocída tenía su ropa puerta.  Y por último veo una de sus fotos. Bien Alis, bien.

-¿Quién es ese hombre?.-Dije.

-¿Qué hombre?.-Contestó.

-El de la foto, mira.-Yo cogí nuevamente la foto del suelo y señalé la persona que pensé que era su padre.

Él se acercó, quizás demasiado, ya que al juntarse para ver la foto sentía su respiración y el chico había apoyado su cabeza sobre mi hombro.

-¿Ese?.-Dijo.

-Si este.-Dije un poco incómoda.

-¿Este de aqui?.-Dijo nuevamente. Parecía que su única intención era alargar el tiempo.

-Siiii esee.-Dije.

-¿El de la gorra que me tiene en hombros?.-Preguntó.

-SIIIIII.

-Ah ese era mi padre, murió un día después de que me sacasen esta foto..-Dijo sin moverse.

-Lo-Lo siento.-Dije.

-Nada, al parecer no era un buen padre.

-¿Cómo?.-Dije.

Él me miró.

-Ves, lo has echo otra vez.-Dijo riendo.-Te gusta saber cosas sobre la gente.

Yo reí.

-Bueno, si lo ves de esa manera, si, me gusta.

-Bueno, no era un buen padre porque solo me fue a visitar ese día desde que nací, y después desapareció como siempre, pero ya no volvió más porque al parecer murió, o eso es lo que dice mi madre.

-Joe. Que mal.

-Ya ves. Bueno, tu sabes mas de mi que yo de ti, y eso que estoy en tu casa.

-¿Qué quieres saber de mi?.-Dije.

-Para empezar, y si no te importa, me gustaría saber tu nombre.-Dijo riendose.

-Alison, pero me puedes llamar Ali, ¿Y tú?.

-Niall.

Yo sonreí, y el me contestó de la misma forma.

-Bueno y también quisiera tener tu teléfono.

-Eyy... Ya veó que atí te gusta ir rápido eh.

-Ya ves, no pierdo el tiempo.-Dijo bromenado.

-Bueno, si me das papel y boli te lo doy.

-Papel.-Dijo arrastrando hacia mí su foto dada la vuelta.-Y el boli lo pones tu.

-¿No te importa que escriba mi número sobre la única foto que tienes con tu padre?

-No. Es más, prefiero que esta foto sea un recuerdo de que la chica que se puso mi ropa me dio su teléfono, a que sea un recuerdo medio olvidado del día que estuve con mi padre, además, si sonrío en esta foto es porque me dijo que si sonreía me daba una moneda, nisiquiera sabía que era mi padre.-Dijo mirandome.

-Vale, has ganado... te lo doy.

Me levanté y fuí a mi cuarto a por un boli, escribí mi teléfono en la foto y se la di.

-Gracias.-Dijo.

Yo sonreí.

-Bueno Alis, me voy, prometo llamarte. Por cierto, vivo encima de tu casa así que me pillas cerca.

Yo reí.

-Yo prometo no volver a abrirte correos.

-Si que las abras va a implicar que te vuelva a ver, entonces abre todas las que puedas.

Yo me sonrojé y el se rió al verme roja.

-Bueno, será mejor que te marches, mi madre estará apunto de llegar.-Dije.

-Si, será mejor que me marche.- El se levantó, cogió la caja y cuando estaba cruzando la puerta se volvió a girar.-Ah una cosa más. ¿A que insti vas?

-Ah... Se llama.-Dije intentando recordar. Public School.

El rio.

-¿Qué?.-Pregunté.

-Hay muchos "Public School".-Dijo él.-Tendrá un nombre, porque que sea publico es muy común.

-Ah, pues nose.-Dije.

Si yo fuese él hubiera salido de esta casa pensado que era una loca y una inculta que nisiquiera sabe como se llama su instituto.

-Bueno, pues, ya nos veremos.-Dijo él.

Yo me despedí con la mano y el subió las escaleras con su caja.

Amando a través de miradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora