CAPITULO 2: JUGADOR DE FUTBOOL

24.4K 940 346
                                    

           ¡Dijo que soy lindaaaa!

           Sé que no debería creer todo lo que hermosos extraños de ojos azules me digan, ya que probablemente sólo quiere una rebaja en su compra. Pero no me importa. Él es demasiado precioso como para importarme.

          Por suerte divina, desde mi puesto tenía una perfecta vista de él. Estaba vestido con una impresionante camisa, que por lo que podía ver guardaba unos impresionantes músculos, con unos pantalones que se adherían perfectamente a sus jugosas nalgas y unas botas en donde contenía unos muy grandes pies al parecer. Ya sabes lo que dicen, grandes pies, grandes... Deja de pensar en eso. Pareces una adolescente virgen hormonal... espera, eso es lo que soy. 

           De repente, Cara, la otra trabajadora de la librería aparece. Ella está muy sonrojada y viendo sin vergüenza al Adonis al que hace rato me estaba comiendo con los ojos. −¡Dellaaa! −me dice con una vocecita emocionada sin quitar los ojos del Dios Griego de por allá.

            Por cierto. Se me ha olvidado presentarme. Mi nombre es Della Arrow. Como ya les dije, soy una ratoncita de los libros, morena de ojos marrones y de piel olivácea. Estudio literatura, como pueden suponer, y soy la mayor espanta hombres que puedan conocer. Soy muy tímida, y cuando por fin se me da por hablar, digo estupideces. Muchas estupideces. Ahhh, y lo más importante. Utilizo los más grandes Lentes de Nerds. Tú sabes, ¿los que son cuadrados y gigantes? 

           Lo sé. Son muy sexys -nótese el sarcasmo-.

           −¿Qué sucede Cara? −le digo a mi amiga, pero todavía sin dejar de comerme con los ojos al hombre hermoso.

            −¿E-esse es... Ese esss...?

            −¿Quién es qué? −le dije a Cara, mirándola ya que ella estaba a punto de desmayarse en medio de la zona de trabajo.

             −¡John Walker! −gritaba silenciosamente para que no se diera cuenta de que habláramos de él. Pero era medio estúpido, ya que llevábamos una eternidad mirándolo y él debió darse cuenta.

            −¿Lo conoces? −le pregunté. Ella me miró como si me hubiera salido un pene, ahí mismo, al frente de ella. Se acercó hacia mí, colocándose sobre el mostrador e invadiendo mi espacio personal.

             −TODO EL MUNDO LO CONOCE, es uno de los jugadores de la NFL más sexys de Seattle... ¿En dónde vives? ¿Abajo de un puente?

             −Ummm, gracias. Tranquila, tratare de no sentirme ofendida por ese comentario.

             Que si no veo deportes o socializo mucho. ¡DÉJENME EN PAZ!

             −Por favor, por favor, por favor −decía Cara con las manos juntas al frente de mí, suplicándome−, déjame atenderlo. Es tan caliente que si le tiras una cubeta de agua en este momento, se evaporaría en menos de cinco segundos. Por favor, por favor, por favor.

            De pronto el hombre hermoso/Adonis/Dios griego se dirige hacia nosotras. No sé si lo estoy imaginando, pero creo que él me está observando directamente. ¡Dios, actúa como una mujer adulta! Tienes ovarios, pero también cerebro.

            Cara prácticamente lo estaba desnudando en su mente y con completo descaro. Parecía algo avergonzada, ya que estaba súper sonrojada, pero al mismo tiempo era como si ella no pudiera mirar hacia otro lado.

            Yo la entendía completamente.

           Él venía mirándome fijamente. Sé que por mi piel olivácea no se notan mi sonrojo, pero se los juro que me sentía tan roja como un tomate. Tan vergonzoso. Él sólo sonrió de lado mostrándome un hermoso hoyuelo.

Enamorando al JugadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora