Enamorando al Jugador

CAPITULO 1: LIBRERÍA

          ¿Por qué no hay hombres como Remy?

          Como Remington Tate. El "Riptide" de los libros de Katy Evans. Estoy taannnn enamorada de él. Un hombre fuerte, guapo, sexy, enamorado de una simple chica.

          ¿Por qué eso no me ocurre a mí? Bueno, se debe tener en cuenta que Brooke es una hermosa morena de ojos dorados. Yo soy una típica morena de grandes ojos marrones. No logro atraer ni a un hombre desesperado. ¿Por qué un sexy luchador no se enamora de mí y me dice que soy la única cosa que necesita? 

          No cuesta nada soñar.

          La verdad es que soy una románticona empedernida de los sexys y enamorados hombres de los libros románticos. No hay nada más caliente que un hombre sexy súper enamorado de su chica.

          Excepto los psicópatas y acosadores. Ellos no soy sexys. Son aterradores.

          Volviendo al punto inicial. No sé que se creen esas escritoras de literatura romántica siempre pintándonos hombres guapos, musculosos, sobre-protectores, hermosos y arrogantes. Sólo nos dan a creer que existen príncipes azules perfectos musculosos y grandes -por todas partes- esperando por nosotras en algún lado del camino, y que ellos llegarán diciéndonos que somos la cosa más hermosa con la que se han topado, que hemos caído del cielo, y blah, blah, blah.

         ¡ESO ES PURA BASURA! Eso sólo nos crea expectativas más grandes. Nos hacen creer que ellos no sólo piensan con su cabesita de abajo -si saben a lo que me refiero-. No es que piense que no hay hombres en el mundo real, fieles y completamente enamorados de sus esposas. Pero estoy en mis veintes y lo único que quieren los hombres ahora es acción.

          Y no estoy hablando de películas de acción.

          No, no, no.

           Estoy hablando de la acción que pueden conseguir en una cama y entre las piernas de una joven. Y no es que yo sea una experta en eso. Soy completamente virgen... COMPLETAMENTE. Sólo he besado pocas veces. Y todos han sido robados e incómodos. Nunca alguien que de verdad me haya gustado. Así que nunca he tenido un beso real-real.

           Sueno patética, ¿cierto?

           La verdad es que no espero a un príncipe encantado que me desflore en un jardín lleno de rosas ni jazmines. Sólo quiero sentir lo que es enamorarse. ¡Y no! No cuenta enamorarse de luchadores ficticios. Ya que ellos ya tienen a sus perfectas morenas de ojos dorados. Quiero enamorarme de verdad.

           Y eso nos lleva a mi realidad. Es decir, a mi detrás de una caja registradora leyendo por duodécima vez uno de mis libros de amor favorito. Específicamente en la escena donde los personajes se dan cuenta que se aman y declaran su amor eterno a cualquiera que los escuche. ¡Que Bellos!

           Amo esa parte de los libros. Cuando los hombres por fin se dan cuenta de que están completamente enamorados y harían cualquier cosa por defender a su chica.

           Ya que la librería estaba completamente desierta, no tengo que preocuparme de que alguien me moleste mientras leo a uno de mis amores platónicos ficticios. Como veinte minutos después, estoy tan completamente metida en la historia apasionada...

          −Disculpe, ¿me puede ayudar?

           ¿Quién diablos se atreve a interrumpir a Nate cuando está besando a Olivia? En ese momento estaba decidida a decirle a esa persona que estaba interrumpiendo un momento privado, cuando baje el libro y lo mire... Dios, sí que lo mire.

          Él era tan... No había palabra para describirlo.

           Era hermoso, de una manera tan varonil. Un Dios Griego. Eso es lo que era. Deja de mirarlo fijamente de manera boba... ¡Actúa normal!  −¿Qué puedo hacer por usted?

           Y me sonrió, como si yo fuera algo divertido de ver. Y se los juro que me derretí por completo. Actúa normal, mierda. Creo que me derretí con esa sonrisa.

           −Quiero comprar este libro.

           Dahhh... Que pregunta más estúpida le hice. Obviamente va a una librería a comprar libros. Tomé el libro y me maraville con lo que vi... Era Cincuenta Sombras de Grey. Dudo que este libro sea para él. Tal vez para su novia.

           Trate de no reírme descaradamente frente a él, ya que era muy extraño ver a hombres comprando libros eróticos dirigidos especialmente para la audiencia femenina.

          −Ríete todo lo que quieras, es para mi hermana, ella me suplicó que le comprara este libro- hizo una cara que parecía sobre-protección pura−. No es que a mí me guste la idea de que mi hermanita lea eso, pero prefiero que lo lea a que vaya a buscarlo en la calle.

            No pude evitar una pequeña risa.

            Él se veía tan entretenido conmigo, sólo sonrío. Dios, que bellos hoyuelos. Yo sólo tenía uno en la mejilla izquierda.

            −De hecho, umm... ¿puedes esperar un segundo? Voy a ir a buscar otro libro.

             Y milagrosamente la mujer pudo hablar: −Ummm, claro.

            Bueno... no dije mucho. Pero algo es algo. Él se dio la vuelta y comenzó a caminar. De pronto se detuvo y se volvió hacia mí.

           Por favor, que no me haya visto observando su trasero. Es que era taaannn hermoso y redondo. Mis plegarias no fueron escuchadas ya que había diversión en su rostro de haberme atrapado mirando. No culpes al pecador, culpa al pecado. Y el pecado era su hermoooso trasero.

           −¿Dónde está la sección de literatura inglesa?− y me lanzó esa mirada perfecta de ojos azules... Dios, estaba derritiéndome.

          −E-een el tercer pasillo.

          −Gracias, linda.

* * *

Este es una nueva novela romántica que estoy comenzando.

Espero de todo corazón que les guste, y si es así por favor comenten y voten

Muchos Besos <3 <3 <3