Enamorando al Jugador

CAPÍTULO 24: PAQUETE SORPRESA

            -Compórtate seria, Della. Estamos estudiando, ¿recuerdas? –Jess revuelve sus fichas-. ¿Qué es el naturalismo y cuáles son sus diferencias y semejanzas con...? ¡John, deja de besarla! Necesitamos estudiar para Literatura Contemporánea. Vienen los exámenes.

             Intento concentrarme en la repuesta y en las fichas ubicadas en mis manos, pero un muy entusiasta John decidió venir a ayudarnos a estudiar. Ayer se había quedado a dormir conmigo, y al sentirme levantándome a las siete de la mañana un sábado me siguió por todo el departamento.

             Por alguna razón no quiso separarse de mí y me ha estado sosteniendo con un gran abrazo de oso toda la mañana.

              No es que me esté quejando ni nada de eso.

              Simplemente él se tiró sobre el sofá y me acurrucó en su regazo, mientras Jess y yo comenzábamos a estudiar para nuestros exámenes finales. Bueno, mientras intentábamos estudiar para los finales.

              John se encontraba increíblemente meloso el día de hoy. No ha parado de besarme el cuello y luego enterrar su rostro allí mientras dormita. A veces simplemente interrumpe nuestra retro-alimentación de saberes para besarme sin mostrar vergüenza alguna de que estemos incomodando a su hermana.

             Rompe toda mi concentración y puedo asegurarles que no he acertado en ninguna de las preguntas que me ha lanzado Jessica, porque mi mente comienza a navegar a Johnlandia cada cinco segundos.

              Sé que debo ponerme firme con él. Debo estudiar para pasar lo exámenes, es importante. Pero me es tan difícil decirle que no a sus besos, siento como si fuera en contra de mi ser hacer algo como eso.

            Pero debes hacerlo, Della.

            -¿Qué te pasa, John? ¿Estás en tu periodo que estás tan pegajoso? Anda a dormir y déjanos estudiar correctamente. Si Della reprueba le quitaran su beca parcial. ¿Quieres que eso pase? No lo creo.

              John frunce el ceño y mantiene sus ojos confundidos en los míos.

              -No sabía que tenías una beca universitaria, cariño. ¿Por qué no me lo habías dicho antes?

             Trato de pensar en porque no  lo había hecho y nada me viene a la mente, sólo que no había salido a conversación antes. No tenemos ni un mes de relación, así que supongo que se me ha olvidado contarle muchas cosas de mi vida todavía.

            -No es algo que me avergüence, ni nada de eso. Creo que... simplemente no había salido a colación. Recuerda que mis padres murieron hace mucho, y mi hermana trató, pero no pudo conseguir dinero para pagar las carreras de ambas. Ella tuvo una beca completa en sus tiempos, yo sólo logré conseguir una parcial –digo intentando sonar indiferente. Aun me duele no haber conseguido una beca completa, así Tess no tuviera que partirse el lomo para pagarme la otra parte de mi matrícula.

               -¿Y cómo pagas lo demás? –pregunta John curioso. Debería estar avergonzada ante él, siendo millonario por el fútbol, sobre necesitar inmensamente al menos la ayuda parcial de una beca. Pero sus ojos no se muestran juzgadores, sólo logro ver compresión y cariño.

             -Mi hermana paga el resto. Sin embargo, yo misma debo pagar mi alojamiento, comida, libros, gastos del auto, y todo eso. Ese fue mi trato con Tessa.

              Veo a Jessica pararse e ir a la cocina. Tal vez por un bocadillo. Por lo visto se ha rendido sobre sacar a su hermano del departamento.