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Desperté sin saber dónde estaba y durante dos minutos estuve en stand by.

Miré la hora y marcaban las 11:36 de la mañana. Era buena hora o eso pensaba, ya que no tenía la sensación aquella tan incómoda de cuando duermes en una casa ajena y te levantas antes que todos y no sabes que hacer con tu vida.

Me miré en un espejo que había en el armario. Llevaba la sudadera de Hwiyoung y unos pantalones de deporte cortos de Taeyang. Mi coleta estaba algo desecha así que me la arreglé antes de bajar para ver si había alguien despierto.

Bajé y me encontré con la madre de Taeyang y con Hwiyoung preparando el desayuno.

Una de las cosas en las que me fijé, es que Hwiyoung era muy responsable en ese aspecto y ayudaba en las tareas de casa.

- ¡Buenos días! - la madre de Taeyang me saludó animada.

Hwiyoung desvió su mirada hasta mí y una sonrisa simpática apareció en él.

- ¿Quieres desayunar? - me preguntó.

A lo que yo respondí ayudándoles y sentandome con ellos en la mesa.

- ¿Es cómoda la sudadera? - me preguntó Hwiyoung - aun qué ya te habrás acostumbrado a ellas. - rió.

Ese comentario me hizo ponerme en tensión y reí por lo bajo.

- Buenos días familia. - suertudamente apareció Taeyang bostezando debido a que aún tenía algo de sueño y se sentó entre Hwiyoung y yo.

- ¿Qué tal has dormido? - me preguntó Taeyang mientras cogía una tostada y le echaba mantequilla.

- Bien. ¿Y ustedes?

- Mal, Taeyang ronca.

- Si roncara, no hubieras dormido. - contestó Taeyang.

- Es que no lo he hecho. - dijo Youngkyung.

El bullying a Taeyang.

Después de vestirme y darles las gracias a los padres de Taeyang y a ellos dos por acogerme, me fui a casa ya que como soy así de lista, olvidé sus regalos en casa la noche anterior. Me tocaría ir esa noche o al día siguiente.

Lo que tenía previsto para esa tarde era ir a ver a Jaeyoon ya que sería su última tarde trabajando antes de que le dieran las vacaciones y así entregarle su regalo de Navidad.

Llegué a casa y llamé a mis padres, pero no me lo pudieron coger, seguramente estarían trabajando.

Trabajar hasta el día de Navidad, que se supone que es festivo para todos, qué genial.

Directamente fui a la ducha y cuando salí de ella me vestí.

Era la hora de comer y se notaba, no me comía la mesa, porque no podía.

Abrí el frigorífico y no había absolutamente nada excepto yogures naturales y ensaladas ya hechas del supermercado.

- La dieta. - dije en voz alta y cerré el frigorífico.

Era Navidad, no me apetecía nada ni seguir la supuesta dieta ni comer ensaladas, pero no tenía otra cosa.

»Mensaje de Zuho.

Zuho:

Yerim

14:46 pm.

Zuho:

yerIiIiM

14:46 pm.

Zuho:

yYeERIIIIIIM

hoodie; hwiyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora