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- ¿En serio aún tienes interés en él? - Zuho jugueteaba con algunas pulseras que había dejado en la mesa del salón.

Habían pasado algunos días desde que había hablado con Jinseok y comenzamos a mensajearnos.

Había quedado con él para ir al cine.

- Bueno, tú lo sabes. Siempre... Me ha gustado. - Zuho comenzó a bufar. Sabía que de nunca le había gustado Jinseok. Lo había intentado todo por llevarse bien con él pero nada. Al menos, no se metía con él, simplemente pasaba.

- Lo sé, lo sé. Por desgracia. - miré a Zuho con una mezcla de humor y maldad - ¿Sobre qué hora vendrás?

- Me dijo que mañana tenía que hacer unas cosas temprano. Supongo que antes de las 11. Por algo hemos quedado tan pronto.

- Te guardaré pizza por si un caso.

Abrace a Zuho antes de irme y salí por la puerta.

Había quedado con Jinseok en un parque cercano a la Universidad.

Caminaba algo nerviosa, pero no era nada en comparación con los nervios que tenía cada vez que iba a ver a Hwiyoung. No había duendes.

Trataba de preguntarme e intentar responderme a mí misma el porqué de aquello.

Sabía perfectamente que el chico que me gustaba era Jinseok, pero por alguna extraña razón, Hwiyoung me hacía sentir diferentes cosas. Cosas que no había sentido antes, como curiosidad, ansias de algo, nervios constantes, comodidad...

Y no le encontraba sentido ninguno.

Lo peor, es que esas sensaciones no vinieron a mí a raíz del beso, sino a raíz de conocerlo.

Quedé tan sumergida en mis pensamientos que por poco me paso el parque. No había nadie excepto dos ancianas y sus respectivos nietos.

Miré hacia todos lados por si veía a Jinseok, pero no había rastro. Supongo que me tocaba esperar.

Pasados algunos minutos, Jinseok apareció con la respiración algo agitada. Parecía que había venido corriendo.

- Siento el que tuvieras que esperar. Tuve algunos problemas que debía solucionar.

Le dije que no pasaba nada y Jinseok me dio dos besos como forma de saludo. Para ser sincera, no me esperaba aquello, pero me gustó.

Durante el camino hacia el cine, no parabamos de conversar sobre múltiples cosas.

Lo estaba pasando realmente bien, Jinseok era todo un caballero y encantador si se lo proponía.

Me gustó aquella sensación que tenía, sentía que me confirmaba a mí misma que quién me gustaba era Jinseok, no Hwiyoung.

Y eso de una forma u otra era algo extraño, si se supone que ya lo sabía yo misma, no necesitaba tener que decirlmelo a mí misma otra vez. No me comprendía.

Salimos del cine y fuimos a tomar algo al centro comercial.

Me lo pasaba realmente bien con él y me reía mucho.

- Tengo... Algunas cosas que solucionar y no puedo estar más tiempo aquí - Jinseok miraba hacia todos lados como si lo estuvieran observando u ocultara algo - así que no puedo invitarte a cenar. ¿Nos veremos otro día?

- Claro. - sonreí y Jinseok se acercó a mí. Dejó un ligero beso en mi mejilla y se marchó.

Por una vez en días, mis pensamientos eran sobre que le ocurriría a Jinseok, y no sobre Hwiyoung.

Me dirigía a casa pensado en lo bien que había ido la tarde. Pero debía de ser honesta conmigo misma, y es que, no tenía el mismo sentimiento que imaginaba que tendría si alguna vez quedaba con Jinseok. Estaba contenta y alegre, sí. También tenía sentimientos por él, sí. Pero era como si cada día que pasara, esos sentimientos se iban reduciendo o cambiaran. Y no me gustaba o no quería entender que estaba sucediendo.

Sin saber cómo, aparecí por el parque de las canchas y pude divisar a Hwiyoung.

Mis duendes parecieron despertar de una especie de siesta al asimilarlo y yo sonreí como una tonta mientras me acercaba a él. Ni siquiera era consciente o pensaba lo que estaba haciendo, supongo que me dejaba llevar por lo que sentía o quería hacer en ese momento.

- ¿Siempre vas con sudadera? - pregunté riendo y Hwiyoung se giró para esbozarme una amplia sonrisa que en mi opinión, era preciosa. Un escalofrío -no sé si debido al frío o a la sonrisa de Hwiyoung- recorrió todo mi cuerpo e hizo que guardara mis manos en el bolsillo de mi abrigo y Hwiyoung pareció darse cuenta.

- ¿Y tú siempre tienes frío? - Hwiyung parecía desafiante, pero con esa sonrisa pícara característica suya.

- Imbécil.

- Ya ya, pero éste imbécil te regala sudaderas preciosas. - Y no podía negarle aquello - ¿A dónde vas tan coqueta?

- Ehm - cogí una buena bocanada de aire, no quería decirle a Hwiyoung que había quedado con Jinseok, pero tampoco podía mentirle - Bueno, quedé... Con Jinseok... Esta tarde, ahora iba para casa.

Hwiyoung asintió y miró hacia abajo, su mirada parecía perdida. Cogió su balón y comenzó a tirar a canasta.

Me sentí realmente mal y no sabía exactamente el porqué.

Se giró y sin esperar aquello sonrió.

- ¿Y no te acompaña a casa? Vaya caballero.

No entendía ese cambio, pero me gustó. Sonreí y Hwiyoung recogió sus cosas y se propuso acompañarme, y mis duendes comenzaron a saltar.

Durante el camino, Hwiyoung y yo bromeabamos sobre cualquier cosa o nos picabamos, y eso me hacía sentir exageradamente bien.

- Y... ¿Qué tal la cita? - Hwiyoung parecía tímido al formular la pregunta.

- ¿Cita? - yo misma me sorprendí, ¿aquello era una cita? Se suponía que sí, pero yo no lo consideraba así - Simplemente quedamos. Fue... Divertido. 

hoodie; hwiyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora