Iba siendo hora de ir a comprar unos audífonos nuevos, eso de que solo se oyera un lado, lo llevaba demasiado mal.
Me acerqué al centro comercial y pasé de paso por varias tiendas de ropa. Cuando por fin llegué a la tienda adecuada a por los audífonos, me llegaron como 35 mensajes de golpe de Zuho. Saqué el móvil y comencé a mirarlos mientras me adentraba en la tienda.
De pronto choque con la espalda de alguien. Era una espalda grande.
Cuando la persona se giró deseé que la tierra me tragara y deseé matar a Zuho por hacerme ver el móvil en esos momentos.
Jinseok se giró y me quedó observando mientras se le formaba una sonrisa.
- ¡Yerim!
Oh Dios se acordaba de mi nombre.
- Lo siento, iba distraída.
- ¿Por qué siempre que nos encontramos vas distraída? - Jinseok rió y eso hizo que mis nervios llegaran - Te invito a tomar algo. ¿Quieres...?
¿De verdad me estaba ocurriendo esto a mí? ¿De verdad Jinseok, Oh Jinseok, el chico que me había estado gustando tanto tiempo me estaba invitando a tomar algo? ¿Cuándo me despierto?
No pude contestarle como las personas normales, no me salían las palabras, simplemente le sonreí y caminamos hasta una cafetería del centro comercial.
Pasados unos minutos, la timidez se fue yendo, y eso me hizo sentirme mejor.
Estuvimos hablando sobre los estudios para después pasar a otros temas.
- En Año Nuevo, después de las 12 hay una fiesta. Es en casa de Chani. ¿Vendrás?
Ya había oído hablar sobre la fiesta de Chani, Taeyang y Zuho me estuvieron diciendo y aún estaban-estábamos en duda de si ir o no. Ni siquiera sabía si iba a pasar el Año Nuevo sola o acompañada.
- No lo sé aún.
- Pues espero verte allí. Será divertido.
Sonreí y Jinseok miró su vaso con su bebida dentro.
Pasados unos minutos, Jinseok se levantó y pagó. Como ya dijo, él me invitó y eso me hizo sentirme especial de algún modo. Nos despedimos en la puerta del centro comercial. Realmente me estaba planteando el ir a la fiesta de Chani.
Con mis audífonos nuevos, y con el ánimo mejor que nunca, tomé un autobús para que me dejara cerca de la cafetería de Jaeyoon, tenía que contárselo si antes no me pillaba él por la cara de quinceañera enamorada y atontada qué traía.
Cuando pasé, me encontré con toda la tropa. Incluido Hwiyoung.
- ¿Estás drogada? - preguntó Taeyang - Mírenle la cara, a ésta la han drogado.
- O trae noticias frescas con Jinseok. - dijo Jaeyoon.
En ese momento, mi cerebro dio una orden sin mi permiso, la cual, era mirar a Hwiyoung nada más oír lo que había dicho Jaeyoon.
Hwiyoung parecía algo serio, ni siquiera me miró.
- Eso en mi fiesta, se remata. - dijo Chani guiñándome un ojo.
- Mientras no la drogues... - Taeyang seguía en su línea de drogas.
Zuho observaba a Hwiyoung, que éste, a su vez, observaba su vaso y parecía darle vuelta. También parecía importarle bien poco la conversación.
- Qué, ¿entonces vendrán? - insistió Chani.
- Probablemente. - dijo Taeyang.
- Yo creo que sí. - dijo Zuho.
- Yo igual. - se sumó Jaeyoon.
- Venga así animaremos a nuestra Yerimie con Jinseok. ¿Tu qué dices Hwiyoung?
- Yo creo que paso.
Notaba a Hwiyoung algo incómodo desde que llegué y no sabía si le ocurría algo en general, o algo conmigo y eso me tenía un poco despistada. ¿Le habría hecho algo?
- ¿Por qué? ¡Habrá chicas!
Hwiyoung me miró sin mueca alguna y entonces posó su mirada en Chani.
- Iré. - contestó. Y yo casi me ahogo con el agua. ¿Debía tomármelo como una ofensa?
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