Capítulo III.

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Después de aquella plática que tuvo con Wendy en la hora del descanso, SeulGi decidió tomar en cuenta las palabras de la más bajita para cambiar su forma de ser y que sus padres volviesen a sentirse orgullosos de ella; que la relación entre ellos mejorara o simplemente que regresara a como era antes de conocer a Park JiSoo.

Con entusiasmo y ayudando a los demás en algunas materias, SeulGi terminó su día. Salió del campus con una enorme sonrisa estampada en su rostro, mientras que Wendy le esperaba en la entrada principal debido a que le prometió a Kang darle un aventón hasta su casa. Aunque SeulGi se hubiese negado, Son no dejaría que su mejor amiga regresara tan tarde a su casa, lo hizo porque sabía que al tomar el transporte escolar, llegarías más tarde hasta tu destino, todo lo contrario a si vas en el auto de tu familia o de un familiar.

Ambas chicas subieron a la parte trasera del auto privado de SeungWan, mientras que esta última le indicaba al chofer que se dirigían a la casa de los Kang.

-Me gustaría que te quedaras para planear algunas cosas que quizá hagamos mañana.

-¿Tiene que ver con tu nuevo cambio de actitud?- Wen alzó las cejas cuestionándola así SeulGi asintió repetidas veces -Perfecto, me quedaré para ayudarte, además es viernes y mis profesores nos dejaron libre el fin de semana.

-Genial, mi profesor de cálculo nos encargó algunos ejercicios de integrales, ugh.

-Tranquila, sabes que puedo ayudarte- La más bajita le sonrió. La chica oso debía agradecerle a Dios por haberle mandado una amiga tan maravillosa como lo era Wendy. La conocía desde que eran unos bebés.

¿Cómo pudo ser posible que ella negara tal amistad frente a JiSoo y las demás? Probablemente Wendy tenía razón en lo que decía sobre ellas. No era nada más que la verdad, de que las supuestas amigas de SeulGi eran unas falsas para con ella.

-Para comenzar con tu plan, pienso que primero deberías empezar con una disculpa hacia tus padres- SeulGi la observó con ambas cejas alzadas. Wendy tenía razón por 83474873 vez, y no exageraba.

-¿Crees que ellos quieran disculparme? Apenas ayer discutí con mis padres, y no han pasado ni 24 horas desde lo sucedido- SeulGi hizo un mohín con sus labios, formando así un leve puchero, causando una leve risa en la castaña frente a ella.

-Los padres siempre estarán dispuestos a perdonar a sus hijos, no importa que tan mal se hayan comportado con ellos, o si hicieron cosas malas con otras personas. Si la gente está dispuestas a cambiar, ¿quién estaría más orgulloso de ellos de la decisión que han tomado? Los padres, claro está- Wendy le sonrió a la chica. De nuevo tenía lo razón.

-Tal vez lo haga cuando ellos lleguen- SeulGi se percató de que ya habían entrado a la colonia donde se ubicaba su casa.

Cuando llegaron a la mansión de los Kang y después de haber pasado por el alto portón, las dos chicas se bajaron del auto tomando sus mochilas. Wendy le comentó a su chofer que ella le llamaría y que podía tomarse un rato libre. Con un "gracias, señorita Son" el señor se despidió y salió del estacionamiento de la mansión Kang.

SeulGi entró a su casa siendo seguida por Wendy. Las recibió el ama de llaves con una sonrisa.

-Buenas tardes, ¿se le ofrece algo de comer, señorita SeulGi?- La señora cuestiona aún con su sonrisa.

-¿Acaso SeungWan está pintada? Salúd- El habla de la más alta fue interrumpida cuando Wendy le dio un codazo, sabía a lo que se refería con su acción, a que debía comportarse también con el personal de su casa, quienes la atendían todos los días sin importar el horario. SeulGi bufó.

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