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» Especial TaeNy. (Parte 1)

Tiffany estaba barriendo la calle frente a su casa, había amanecido bastante tranquilo y el ambiente le relajaba a decir verdad. La muchacha de apellido Hwang llevaba puesto un overol corto junto con un par de tenis rosas tipo bota que su prima le regaló por su cumpleaños, su cabello recogido en una coleta alta y su flequillo enfrente.

Algunas personas del pueblo pasaban cerca de su casa y al verla afuera le deseaban un lindo día, ella amablemente les correspondía los saludos con una sonrisa y algo similar a lo que le decían. La muchacha siguió con sus deberes cuando una de las habitantes del pueblo pasó por al lado de su hogar con un par de bolsas que seguramente llevaban cosas que compró en el mercado.

—Buenos días, Tiffany —Saluda con emoción la señora, deteniéndose cerca de donde estaba Tiffany. La aludida detiene levantando su rostro y le sonríe a la mayor.

—Buenos días, señora Lee, ¿cómo ha estado? —Le pregunta con respeto Hwang mientras deja la escoba a un lado y se acerca lentamente a la barda, observando a la señora Lee que deja las bolsas en el suelo.

—Bien, querida, gracias.

—Con gusto —Le responde.

—Por cierto, hija, ¿ya sabes que los Park vendieron su casa? —La señora Lee apuntó a la casa que estaba justo al lado derecho de la de Tiffany. La muchacha volteó a ver aquellas cuatros paredes que tenía abandonada desde hace tres años, y desde entonces no había vuelto a ver a los dueños debido a que se mudaron a la capital del país. 

—No, no lo sabía —Responde con sinceridad la menor regresando su vista hacia la mujer mayor —Pero supongo que es bueno, así no me sentiré tan sola. ¿Sabe quién la compró?

—No lo sé, pero seguro te llevarás bien con tus nuevos vecinos, solamente sé que se apellidan Kim y hasta ahí.

—Ya veo —Responde Tiffany —Señora Lee, me disculpo pero debo seguir con los quehaceres. 

—No te preocupes, querida, yo debo hacer el almuerzo, ¡hasta luego!

—Adiós, y gracias por la plática —Luego de que Tiffany siguiera con la mirada a la señora Lee y se despidiera agitando su mano, llevó nuevamente su vista a la casa que le perteneció a los Park. Tomó nuevamente la escoba y apoyó las palmas de sus manos sobre el inicio del objeto observando con cautela la casa de enseguida.

—¿Quién habrá comprado esa casa?

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Tiffany estaba leyendo uno de los libros que le había mandado su prima Kang por Navidad en la sala de su casa, las cortinas estaban abiertas y dejaban ver todo lo que sucedía afuera. Algunas personas pasaban por ahí a pie o en automóviles. Cuando iba a comenzar otro capítulo de Ferals, escuchó el sonido de un auto que para su opinión era más grande. Observa desde la ventana más cercana que había un camión de mudanzas frente a la casa que perteneció a los Park, dejando el libro en su mesita de noche decide ir a darle la bienvenida a sus nuevos vecinos.

Cuando ya estaba en el patio, observa que frente a la casa de al lado estaba de pie una chica de cabellos negros como la noche y largos que hacían resaltar el color de su piel. La extraña miraba la casa frente a sí mientras que algunas personas bajaban cajas y muebles para meterlos en las cuatro paredes. La recién llegada siente la mirada de la chica del overol y la voltea a ver. Tiffany se sorprende un poco ya que el rostro de la azabache emanaba tristeza total. La Hwang no deja de hacer contacto visual con ella hasta que la otra rompe toda esa conexión y entra a la casa, y Tiffany sabe que no es momento para darle la bienvenida, así que sin más y sin mirar nuevamente hacia donde estaba anteriormente la Kim, entra a su morada a seguir con su lectura.