- ¿Crees que me molesta a mí que agonices?
Le miró detenidamente, le quitó la mordaza y descamisó su rojo pecho ensangrentado. Pulsó sobre su herida como si se tratará de un botón y mientras berreaba, le susurró al oído:
- Otra vez, sabes que me encanta.
Se relamió, se excitó como si se tratará del mejor porno. Empezó a grabarlo hasta que todo acabó. Salió de la habitación acolchada y depositó la cinta grabada en su archivo.
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Terror express
Horror¿Te gusta el terror? Aquí te lo ofrezco en monodosis. Veinte historias de terror para leer en poco tiempo pero que no te dejarán indiferente. Espero que te quedes con ganas de más.