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Narra Carolina:

Fui a buscar a la otra cuadra del hotel los trajes que la señorita Farm me habia pedido. Obviamente me dijo que me pagaría, una propina no viene nada mal. Deje a Johanna terminando con su habitacion y fui por los trajes. 

-Buen dia, Thomas

-¡Carolina! Tanto tiempo, hacia mucho no te veía por aquí

Thomas es un señor de 82 años que trabaja en este lugar, lavando sabanas, colchas y ropa elegante como la que venia a buscar. Le di el papel con el recado y me dio los cinco trajes de la señorita Farm. Lo salude y me fui de vuelta al trabajo. 

Cuando llegue, la señorita Farm salia del hotel muy elegante con unos lentes de sol, cuando me vio inmediatamente se los quito.

-Ay hermosa, eres adorable -Dijo y abrió su billetera- Toma 

Dejo el dinero en mi bolsillo y le agradecí. 

-Voy hacer algunas compras y vuelvo en 1 hora mientras arreglan mi habitacion. Déjame esto en mi armario

-Si, señora

-Muchas gracias

-De nada

Entre y fui directamente a la habitacion Plateada. Johanna estaba limpiando el baño y cuando me vio pasar salio inmediatamente. Comencé a colgar todos los trajes y Johanna entro a la habitacion.

-¿Te imaginas una vida de lujos como esta? -Dijo y se sento en la cama

-Media sonrisa- Estoy bien como estoy

-¿En serio? ¿Trabajando como un burro todo el dia?

-Si

-Quiero que algo emocionante nos pase

-Algo nos va a pasar, solo hay que saber esperar

Johanna se acerco y tomo uno de los trajes rosados que habia colgado. Le dije que lo dejara donde estaba pero ella seguia diciendo que era muy lindo para una anciana como Farm. Me rei. 

-Pruebalo 

-Ni loca 

-Vamos, un rato, vamos a divertirnos

-¡No! -Dije

-¡Vamos si quieres!

Lo saco de su empaque y se podía sentir el perfume que tenia, muy rico, muy elegante. ¿Por que no iba a poder ponérmelo? La señorita Farm volvía en una hora maso menos, teníamos tiempo de jugar un rato. Me cambie y me mire al espejo

-Estas hermosa

-Es muy lindo y suave

En eso se escucho la puerta. Johanna me tomo de la mano y me obligo a ir abrir la puerta. No podía, no con este traje, si es el conserje va a matarme si me ve así. 

-Yo voy abrir, vamos a seguir jugando, ¿Quien va a creer que eres la huésped y no la sirvienta? -Dijo y abrio la puerta

Habitación 407 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora