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No tengo nada que decir, estoy destrozada, estoy como si hubiera pasado sobre mi cuerpo treinta camiones de carga. Mi hermana ni me habla, ni siquiera es capaz de mirarme a la cara cada vez que se va o viene de trabajar. Ella sabe que yo la hice quedar como una estúpida en su trabajo, y que yo la decepcione, lo se, se que lo hice.

Esa mañana me levante temprano para poder ir a buscar algún trabajo en algún otro hotel un poco lejos de donde yo estaba. No quiero cruzarme a nadie de ese lugar, por mas que todo el mundo sabia quien era y los periodistas y fotógrafos invadían todos los días la puerta de mi casa y me acosaban con preguntas sobre Mariano, yo debía seguir mi vida como siempre tuve que hacerlo. Me cruce a mi hermana en la cocina tomando un café y me escucho cuando abrí la puerta así que levanto la mirada pero rápidamente la volvió a poner en su café

-Lo siento. Solo.. no quiero que dejes de quererme por mis errores

Ella me miro. Un millón de lagrimas comenzaron a caer inesperadamente de mis ojos y me arrodille frente a ella, sin mirarla, repetía mil veces que lo sentía, por que en verdad lo hacia. Ella era lo único que me habia quedado de familia en este lugar y no quería que se enojara conmigo y no me quisiera mas.

Dejo el café sobre la mesa y se arrodillo frente a mi, me abrazo con fuerza

-Eres muy torpe-

-Llorando-

-Pero nunca voy a dejar de quererte

Nos quedamos asi un rato y luego nos pusimos de pie para poder terminar de desayunar juntas. Ella me sonrio y se lo devolvi, sabia que ahora estaba todo bien. Le dije que iba a buscar algún trabajo para poder ayudarla y me dijo que estaba de acuerdo con eso, no podíamos vivir solo de lo que ella ganaba. Asi que, me duche, me cambie y me maquille un poco para ir al hotel a presentarme con mis papeles. Seguramente por mi experiencia iban a tomarme

-Te veo a la noche

-Suerte

-Igualmente-Dijo y se fue- 

Habitación 407 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora