Señorita Narco

El Carro Del Jefe De Jefes

Ya a pasado mas de una hora desde que di mi "confección" a Elián.

Y sigo aqui, sentada en la sala de aquella enorme casa. Me tomo un segundó admirando la hermosa casa. La hermosa casa de un Mafioso. ¿Me pregunto si sera? Aún no lo se. Pero debe de ser alguno de esos que son X.

-Hola.- una voz me saca de mis pensamientos.

-Hola Alexander.- trato de sonar fria.

-Dime alex.- sonríe

-Alex.- sonrío forzadamente

-¿No me diras?.- pregunta

-¿Decirte que?.- contrapregunto yo.

Me gusta la forma en que mi voz no a cambiado de tono desde que entre aqui.
Pero de igual forma me gusta como el me mira.

-De donde sacaste los cuernos.- dice el.

-Mm... No lo se. Pues ¿deberia de decirte?.

-Puedes confiar en mi. No le dire nada a nadie.-me mira con sus hermosos ojos.

¿Pero que digo?.>>

-No voy a confiar en ninguna persona que venga y me diga
"Puedes confiar en mi. No le dire nada a nadie".- imito sus palabras de una forma grasiosa.

El rie, y me gusta hacerlo reir.

-Eres grasiosa.-sonríe.- Eres divertida y linda. A parte de linda, hermosa.- acomoda un mechón suelto de mi cabello.

Trago duro, mi corazón late a mil por hora. Mi pecho es estrujado por miles de emociones.
Emisiones que no puedo lograr descifrar.

¡Amor! ¡Es amor!>>

-Y-yo... Am... Y-yo no se q-que decir y-yo.- balbuceó odiandome a mi misma, por no poder hablar. Por tartamudear.

-¿Estas nerviosa?.- pregunta divertido.

-N-no.- me quiero dar contra las piedras por volver a tartamudear.

-¿No?.- se acerca.

-Aléjate...- digo enojada.

-P-perdón... Y-yo...- se aleja un poco.

-Donde esta tu padre.- digo igual de fria que antes.

Que bien que ya no tartamudeo.

-Debe de estar hablando con tu mamá sobre lo tuyo.- dice y yo me levanto de el sillón donde estaba.

Me acerco a donde estan mis rifles y los toco.

Tomo uno de ellos en mis manos y lo miro atentamente.
Mi concentración llega a su límite en el momento en el que escucho a Elián hablandome.

-Dania, se quedaran a cenar... Y a dormir aquí, ya que tu prima Alma llamo a la policía y estan investigando si no hay alguna cosa más o drogas.

-Pero tengo clases mañana.- digo.

-Por eso, iremos a que busques tu ropa, para dormir y tu uniforme.- dice el mientras toma las llaves de un auto.

-¿Mi madre?.

-Esta en el baño, dijo que se iria a bañar y que aprovecharía para que vayas por tu ropa y de pilón te traigas ropa de ella.- dice mientras abre la puerta, yo salgo.

Abre la puerta de el auto y subo, da la vuelta y sube por el otro lado.

-¿Por que estas tan seria?.- pregunta mientras prende el auto.

-No estoy seria, mire, yo no se porque mi madre le esta dando tanta confianza a usted de que me lleve, y venga yo sola.- digo, siempre tratando de sonar impomente.

-Porque yo jamas le haria daño a Dania Vázquez. ¿Sabes por qué?.- pregunta.

-Porque.- volteo para otro lado.

-Porque eres como una hija para mi.- dice el y yo lo miro con repulsión.- ¡Digo pues! Porque yo te miraba desde que tenias como cinco meses de nacida.- dice con desesperación por tapar lo antes dicho.

-Pues señor, no se que decir.- lo miro.- pero... ¿Le puedo hacer una pregunta?.

-Si, dime, pero hablame de tu.

-Bien, Elián. ¿Eres algo de la mafia?.

-Pues, si te sinceraste conmigo...- siento algo dentro de mi corazón estrujarse, por no haner sido sincera con el, pero el si sincero conmigo.- Si, Dania, yo si soy algo de la mafia. Pero... ¿Sabes? No soy uno que recibe ordenes, yo soy el que da las ordenes.- dice.

-Ah, perfecto, me siento bien de estar en uno de los autos de el jefe de jefes, el capo de capos.-digo divertida y el rie por mi comentario.

-¿Ves?.- pregunta y yo volteo s verlo confundida.

-¿Qué?.- contrapregunto.

-Que ya no estas seria, y aparte ya llegamos.- se estaciona dos calles antes de mi casa.- Mira, iras tú por tú ropa y la de tu madre, tu mochila, y todo eso.-dice mientras bajamos de el auto.

-Si, pero. ¿No me diran algo los policias?.- pregunto.

-No creo, diles que es tu casa.- dice y yo camino mas rapido.

Corro hasta casi llegar a mi casa. Me detengo en seco cuando veo muchos policías fuera de mi casa.

Camino mas rapido y me detengo dando las noches a un policía.

-Bunas noches señor.- saludo.

-Buenas noches señorita, usted no pude estar aquí estam...- estaba deciendo el policía pero lo interrumpo.

-No me puede sacar de mi propia casa, señor, soy Dania Vásquez y vengo por ropa y mi mochila, ya que como sabra mañana es viernes, y tengo clases.- digo sonando fria.

-Ah, señortia Vásquez. Mi nombre es Juan Robles, y estamos aqui porque la señortia Alma Valenzuela nos llamó, diciendo que usted tenia dos armas calibre AK47 y usted la amenazó si decia una palabra.- dice el policía de alado.

-Disculpe señor. Pero yo jamas en mi vida e tocado ni tocare ninguna arma, menos, una arma asi de grande y poderosa. Imaginese mis manos tocando esa cosa del demonio. Y sobre lo de mi prima Alma, la verdad no se ni sabria explicarle porque razón, motivo o circunstancia los habra llamado a ustedes, haciéndoles perder su tiempo. Pero si no les molesta pasen, y pueden revisar todo lo que quieran, adelante.- suelto todo lo mas creíble posible.

Ellos niegan con la cabeza.

-No señorita, cualquier cosa que teníamos que resolver, nosotros le avisamos a usted.- dice el tipo metiendose a su auto de "policía estatal"

-¡Gracias!.- grito para darme la vuelta y entrar a mo casa.

Tomo unos pantalones para dormir, una camisa vieja, mis pantuflas, mi pans de uniforme, mochila, y dentro de la mochila hecho mi pistola que faltaba. Tomo ropa de mamá y de igual forma la guardo.  En una bolsa de mano negra hecho sepillo ,crema, entc
Y salgo.