Una Media Cena.

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Me despido de Isa, y entro a mi casa.

Veo a todos en la sala viendo una peli.

-¿Ya cenaste?.-pregunta mamá.

-No tenia hambre hace un rato, a parte estaba el hermanote de mi amiga y no quería... Cenar... Melo.-susurro lo último.

-Pues ya no hay cena, se la acabo Elián.-reprocha Arnoldo.

-¡Demonios Elián!.- grito con tono divertido.

-Perdón por saciar mi hambre.-se defiende.

-Tío, tengo hambre.-entra Kevin con su cabello despeinado y su camisa desabrochada de los primero cuatro botones.

¡Mierda tengo novio, mierda tengo nov...! ¡Aaaah, ya no tengo novio!>>

-Yo tambien.-hago puchero.

-¿Vamos a cenar?.-pregunta Eduardo.

-Em, mamá.-volteo a ver a mamá.

-Pues si pueden, pero ya faltan cinco para las doce.-dice ella.

-Podemos ir a una tiensa de 24 horas.-levantamos los hombro Kevin y yo.

-Pues, bien.-dice mamá y el se abrocha su camisa.

Sonrió al ver a Alex con enojo en sus facciones.

Salgo y Kevin me habre la puerta del auto, entro y da la vuelta para subir el.

Pasamos la primera tienda de 24hrs...

-No te asustes no te voy a secuestrar.-dice y volteo a verlo. Su vista esta en mis manos que se remueven nerviosas.
Rie y de igual forma yo lo hago.

Supongo que iremos a la tienda 24hrs que esta cerca de la entrada de el pueblo, osea muy lejos de mi casa, mi casa esta al otro lado de donde estamos ahora.

Baja del auto y trota hasta llegar a la puerta de mi lado la habre para que salga yo.

Asi lo hago y entramos.

-Bien, ¿que quiere comer señorita?.-pregunta en forma divertida.

-Mmmh, no lo se. Un vikingo.-muerdo mi labio al imaginarme un vikingo con mucho queso.

El me golpea cariñosamente y salgo de mi trance. Nos sentamos en una mesa que esta frente a nosotros, con una hermosa vista s la carretera que conecta con chihuahua. Siempre e querido ir, pero son algunas horas, y pasar por varios pueblos mucho más pequeños que este.
Este pueblo, no es tan pequeño como para llamarse pueblo, pero tampoco tan grande como para llamarle ciudad. Tiene tiendas, butique, y algunas cosas que en las ciudades hay.

-Dania, aquí tienes tu vikingo.-me da un delicioso vikingo.

-Gracias.-respondo.

-De nada.-rie.

-Bien, ¿de donde eres?.- pregunto.

-De Colombia, bueno de una parte de ella. Pero mi madre se a venido a vivir a la ciudad de México. Y vine de vacaciones con mi tío.-responde.

-Oh, colombiano.-lo miro con aires de diversión.

-¿Has besado a lagun colombiano?.-pregunta.

No...-sonrió.

<<Pero quisieras...

-No suenas tanto como colombiano. Tienes ese como medio acento colombiano/mexicano.-digo riendo.

-Pues, de nacionalidad soy colombiano, mas a los ocho años vinimos a México y pues mi acento a ido desapareciendo.-da una mordida a su vikingo y yo igual.

-¿Estaba comoda mi cama?.-me mira.

-Muy cómoda. Espero seguir durmiendo ahi.-dice y yo me pongo con mis nervios.

Aprieto mi mandíbula y me doy la vuelta para seguir viendo la carretera.

-¿Q-que dije?.-pregunta dandome vuelta en la silla giratoria.

No respondo y sigo comiendo mi vikingo.

El se va y después vuelve con tres juguetitos.

Me pone uno en la barra/mesa y yo lo miro.

Uno de los que tenia el era un oso de peluche.

Toma el oso y lo pone frente a mi.

-Hola, soy el osito cariñosito, puedes contarme todos tus secretos.
Ahora hablaremos de algo.¿Qué dijo el pendejo de Kevin que te molesto?.-pregunta con voz graciosa.

-Es un pendejo.-respondo.

-¡Oye!.-medio grita con voz normal.

-¡Callate Kevin estoy hablando con el osito cariñosito!.

-Perdon.-dice con voz normal.-Bieeen, ¿porque el papasote de Kevin segun tu es un pendejo?.-vuelve con su putita voz.

-No se. Quiere dormir en mi cama.-niego con la cabeza.

-Mmm, bueno eso lo negociamos.-baja al oso.

-¿Que horas son?.-pregunto

-Las 12:34.-responde y yo me sobresalto atragantada con mi jugo.

-¡Que!.-bajo de la silla.-Pero, como, me van a matar. Me van. A martar, Kevin.

-Tu mamá te dejo, no creo que tenga algun prblema.

-Cierto, puede que tengas razón.

-Yo siempre tengo razón.

-Kevin.

-Que.

-Callate.

-Oky.

Seguimos senando, y platicando todo el rato...

Dimos unas cuantas vueltas en la carretera y a ver estrellas.

-¿Tienes novio?-pregunta de la nada.

Si le digo lo de Alex, es posible que se lo diga a alguien más, y mi mamá me mataria.>

-No, no tengo.

-Ah.

Salimos de la curva dónde estabamos y nos dirigimos a casa.

-Ya llegue.

-Si no me dices no me doy cuenta.-responde con diversión mi madre

Se puede notar claramente a miles de kilometros la cara de pedo que tiene Alex. Que por suerte mía no levanta la cabeza que si no estallo en risas.

Me voy a mi cuarto a dormir...
Larga vida a dormir

Señorita NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora