¿Sólo sexo?

Love Me Harder (Parte 1)

Sintió las manos de Key recorrer su cuerpo, jamás se había estremecido de esa manera ante el  ligero toque de unas manos. Se dejó consentir cuando el menor lo empujó para acostarlo en la cama, quiso reprimir un gemido cuando Kibum dejó sus labios para comenzar a repartir besos y mordidas a diestra y siniestra en cada centímetro de piel que se le antojaba, esa boquita  hacía maravillas.

No pudo evitar comparar las sensaciones que desbordaba su cuerpo justo en ese momento, con el pelirojo entre sus piernas, acariciando sus muslos, aun sobre su ropa, a cualquier otra experiencia pasada con cualquiera de sus ex.
Bajó la mirada al sentir el cambio de temperatura sobre su miembro, Kibum lo había sacado de sus pantalones y liberado de su ropa interior, y todavía con el contacto visual, engulló de una sola.

Con ninguna de sus novias había podido llegar al orgasmo usando sólo la boca, pero con este chico hincado frente a él, completamente desnudo y a su completa disposición, lo estaba volviendo loco, tanto, que por un momento, olvidó sus "condiciones".

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Como me había pedido —ordenado—  Key, una vez que pude controlar mi respiración, caminé al baño para poder limpiarme, en el momento en el que me vi en el espejo, después de lavarme la cara, no me reconocí al instante. Pasaron por mi mente muchos pensamientos.

Jamás creí verme enredado en alguna infidelidad, mucho menos con un hombre.

—No puedo hacerlo... —me dije convencido, sé que no puedo negar que el sexo con él es fenomenal, con nadie me había prendido tanto como lo he hecho con Kibum, pero no creo soportar sus "reglas".

Sí, es verdad que no dejaré a Jessica, pero quisiera tener exclusividad con Key.

Soy codicioso y no me gusta compartir.

Salí del baño dispuesto a confrontarlo, terminar con esto de una vez, salir de aquí y fingir como si nunca hubiera pasado nada.

 Kibum estaba sentado a la orilla de la cama, llevaba puesta una bata —que más bien le cubría poco— revisaba algo en su móvil con las piernas cruzadas y un cigarrillo entre sus dedos.

—Key... —me miró curioso y dejó su teléfono de lado, llevó el cigarro a sus labios y le dio una calada profunda—. Creo que al final de todo, no te puedo volver a ver.

—...—expulsó el humo por la nariz, sin inmutarse, como si no le importara, debo admitir que justo en el segundo en el que nuestros ojos se encontraron, no me gustó lo que vi—. ¿Es por tu novia? —preguntó más por obligación o compromiso a como si de verdad le preocupara—. Porque si es por eso, ya te dije muchas veces que yo no le iré con el chisme y mucho menos te obligaré a dejarla por mi, esto es sólo sexo, Jonghyun, y...

—No es por ella —le corté el discurso mientras terminaba de abrochar los botones de la camisa y acomodaba la corbata, trataba de fingir que no me importaba, trataba con todas mis fuerzas de que se me pegara su actitud altanera y desinteresada, no quería hacer el ridículo—. Quiero exclusividad, Key, y ya me dejaste en claro que contigo no la voy a tener, o responde: ¿Seré el único entre tus piernas?

De verdad que no quería parecer idiota, pero mi lado sentimental me dominaba.

 —¡Oh, por todos los cielos! —se levantó de la cama para darme la espalda y salir de la habitación, lo seguí solamente porque las llaves de mi auto deben estar todavía en el suelo de la sala. No sin evitar que mis malditos ojos traidores no siguieron mis órdenes y se giraron a ver el perfecto culo que se carga, apenas cubierto por la delgada prenda y que movía al ritmo de sus ligeros pasos.