Capítulo 5

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El frío de la noche pega a su rostro mientras la conversación entre los guardias le llegaban en pequeños fragmentos. Xavier analizaba desde cada esquina del techo, moviéndose en silencio. Cuando terminó von su tarea, arribó a su lado y sin verlo siquiera, pronunció en un tono tranquilo y claro.-No son los únicos.- su atención permanece en la guardia.- Hay tres de estas prisiones por la manzana, si atacamos esta, inmediatamente los demás serán alertados y será imposible liberar a todos.-
Erik asiente en respuesta, da un vistazo y puede notar un ligero cambio de ambiente en los uniformados. Están alerta. Ambos hombres miran sin comprender, hasta que un uniformado aparece con su hombro cubierto de sangre.
-¡Señor! ¡Nos atacan! -grita sin parar de correr.
Tanto Erik como Charles no pierden tiempo y se lanzan al piso. El asesino cae sobre un guardia clavándole su cuchilla en su cuello, matándolo al instante. Charles cae con gracia a un lado sacando de inmediato su espada y con un certero movimiento hunde la hoja en la espalda de otro uniformado.
Los otros tres hombres al ver a sus compañeros derrotados en el piso, de inmediato se ponen al ataque desenvainando sus espadas y arremetiendo con ira.
Erik bloquea el ataque en un rápido movimiento de su espada. Golpea en sus costillas y arremete nuevamente con un cuchillo en su estómago dejando al hombre caer de rodillas mientras la sangre empapaba sus ropajes.
Justo cuando Erik levanta su mirada, Charles apunta su espada hacia el capitán de la guardia. El último estaba acorralado contra la pared, temblando sobre unas cuantas cajas de madera sin moverse.
El semblante del templario es tranquilo pero su mirada retadora lo que hace que el viejo guardia tiemble un poco y deje caer las llaves de metal en las manos de Charles. Su espada vuelve a su funda liberando al hombre, quien cae de rodillas al piso.
Es cuando un fuerte ruido de metales chocando se pronuncia mucho más cerca. El hombre en el piso empieza a gatear lejos, intentando huir. Erik fastidiado por su acción termina pasando el filoso metal de su espada por el cuello del hombre, acabando con su vida.
El castaño se apresura a abrir la jaula de metal liberando a sus prisioneros. Son un poco más de diez hombres los que salen de los barrotes, la mayoría con sus cuerpos delgados y su rostro lleno de alivio ante el cambio de espacio. Erik sabe que no han comido por días, o por lo menos la pequeña ración de las que se pueden abastecer normalmente en Venecia.
Al repasar sus rostros puede reconocer a varios. Son parte de las fuerzas de Antonio y no es el único que se ha percatado.
-Erik, miracolo! - Un hombre de escaso cabello, robusto y con un parche en su ojo derecho se acerca para tomar su mano mientras agacha su cabeza varias veces hacia el asesino.
-Paganino, ¿qué ha pasado?- Le pregunta mirando al resto de hombres. Por lo menos cinco de ellos pertenecían al gremio de ladrones.
-Era una trampa. Ese maldito bastardo nos ha engañado.-
-¿Y Antonio?-
-Las mercaderías de Roma, se las han llevado todas y el lugar al que Antonio nos guió, solo era una trampa. Nos encerraron...-
En medio de la confusión un golpe seco se escucha. Un cuerpo yace en el  piso al final de la calle con una flecha reposando en la mitad de su pecho. No se mueve. No es un guardia.
Todos se vuelven alerta, los antes prisioneros empiezan a saquear las armas de sus antiguos propietarios, ahora muertos en el piso. Desean venganza.
En medio de la confusión puede notar el momento en que aquel tipo enorme del mercado toma dos pequeños cuchillos del cuerpo sin vida a sus pies. Xavier está a su lado con su capucha cubriéndole la mitad del rostro.
-Logan.- lo escucha decir en un tono de advertencia.
El nombrado hace caso omiso mientras observa sus recientes adquisiciones. No sabe si es simplemente curiosidad pero Erik ha avanzado lo suficiente para estar apenas a pasos de Logan.
Xavier está a punto de hablar de nuevo cuando el asesino escucha por segunda vez a la flecha romper el aire en un silbido, y de nuevo un cuerpo cae. Esta vez la sangre brota desde su ojo.
-¡Los quiero a todos muertos!- Se escucha mientras más de veinte hombres uniformados aparecen desde la esquina sin importarles siquiera pisotear el cuerpo del hombre atravesado por la flecha en su pecho. No hace falta nada más para que la batalla estalle.
Erik desenvaina su espada al mismo tiempo que corre junto a todos los hombres.
En el último momento salta, acertando su hoja en la garganta del guardia más cercano. El asesino puede escuchar el choque de metales, gritos e insultos. Y ahí esta de nuevo, las flechas. Una ha acertado en el hombro de Paganino haciendo que este suelte un fuerte gemido de dolor. Con su ceño fruncido, levanta la mirada a punto de ir tras el arquero escondido pero al encontrarlo en la torre ya no es necesario.
Xavier se impulsa en un pie cayendo en un ligero movimiento dentro del escondite del arquero para de inmediato atacarlo. Lo desarma y pasa su cuchillo desde su hombro hasta el costado de su cadera. Los movimientos de Xavier no se detienen, toma con sus dos manos la espada para en un solo golpe cortar las dos cuerdas colgando a su lado, las que sostienen varios tablones de madera, estas caen de inmediato sobre cuatro guardias distraídos. Erik no puede evitar soltar una pequeña risa al mismo tiempo que su cuchilla oculta atraviesa la garganta del hombre que en un vano ataque pretendía hundir su espada en su cuello.
A su alrededor todo el mundo blandía cuchillos y atizaba golpes. A pesar de haber sido superados en número, la batalla estaba completamente controlada por los ex convictos. El grupo de guardias habia sido reducido a apenas cinco hombres.
Con la clara victoria en sus manos el asesino enfunda su espada corriendo en dirección al jefe de la guardia que con el pánico y miedo en su rostro va alejándose por los techos por los que hace minutos el había aparecido con una voz imponente, seguro de su victoria.
Al dar vuelta en la esquina lo último que puede ver Erik es a Logan clavar 2 cuchillos fijos en sus dedos, como si estuviesen destinados a estar ahí, en la garganta de un uniformado que aún a pesar de estar rodeado seguía con una mueca burlona, que solo acaba cuando la punta de los cuchillos de Logan aparecen en sus labios. La sangre brota hasta al suelo.
Al dar vuelta entiende que la batalla aún no ha acabado. Antonio y sus aliados siguen blandiendo sus espadas contra los uniformados y Erik no tarda en unírseles.
-¡Erik!- Grita Antonio con ánimo renovado dejando un profundo corte en el pecho de su enemigo. Retira su espada y se acerca a Erik.- Termina con esto.- El ladron señala con su mirada a su alrededor las peleas que se presentan. - Yo llevaré a algunos de mis hombres a liberar a los últimos cerca de la piazza.- No espera la respuesta y junto con tres hombres corre desapareciendo por la esquina, dejando atrás a tan solo cuatro bajo el cargo de Erik. Este saca su espada lentamente acercándose cuando el sonido del cuero chocando en el piso suena en pasos veloces. Voltea solo para ver a Xavier escalar ágilmente la pared de piedra y en un instante desaparece en un salto. El asesino aprieta el mango de su espada, la ira empieza a invadirlo. "No dejaré que escapes"
Envaina su espada para seguir los pasos del joven templario pero cuando llega al techo su expresión muestra confusión.
Xavier está haciendo frente a cinco guardias. Dos hombres yacen en el piso tomando sus heridas intentando parar el sangrado. Son parte del gremio de ladrones.
En un rápido movimiento Charles atraviesa su espada en en el hombro de su enemigo. Retrocede un poco al ver que los 4 hombres restantes se le acercan con furia renovada pero el templario nunca baja su espada mientras con su mirada analiza sus posibilidades. Erik sale de su estupor y enseguida una cuchilla vuela desde su mano hasta la nuca del guardia más próximo a Xavier. El hombre sujeta su cuello ahora sangrando sin nada que pueda hacer para evitar su clara derrota; cae al piso sin vida. El tiempo parece detenerse un momento cuando Charles mira más allá del muro humano que han formado a su alrededor. El asesino le mantiene la mirada avanzando despacio lo que provoca la alerta en los guardias. Ahora dos de ellos apuntan su espada a Erik. La expresión del asesino no cambia un poco cuando su mano sostiene en alto su espada.
Solo una mirada basta para que ambos, templario y asesino, ataquen en un perfecto movimiento sincronizado. Erik arremete con fuerza al guardia a su derecha mientras Charles atina con precisión al hombre a su izquierda dejando a los dos últimos guardias desequilibrados y separados. Los movimientos de Xavier y Lehnsherr no se detienen pero los últimos guardias son más precavidos tras ver caer a sus compañeros. Se alejan un poco y miran atentos con sus espada apuntándolos.
Charles avanza en cada golpe haciendo retroceder a su enemigo mientras Erik hunde la afilada hoja de su arma en el estómago del uniformado. Saca la hoja y deja que el cuerpo sin vida caiga en un fuerte sonido. Voltea su rostro para mirar a Xavier, su espada aún entre sus manos. Un cuerpo yace en sus pies sin vida.
Erik puede escuchar su respiración agitada mientras mira al templario guardar su arma. Él hace lo mismo con la suya.
Erik ni siquiera se mueve cuando Xavier levanta la mirada hacia él.
No hay palabras, no hay nada que decir. Apenas se conocían pero sus movimientos sincronizados en batalla haría pensar a cualquiera que han sido años conociéndose uno al otro. Pero esa no era la realidad. Un templario y un asesino eran muy diferentes. En aquel momento, en aquel silencio ambos hombres tenían el mismo pensamientos rondando sus cabezas intentando encontrar respuesta a su sorpresa. Pero no las había.
Xavier es el primero en rendirse en una sonrisa de lado al tiempo que sus hombros se relajan en un lento suspiro. Erik puede notar como ese pequeño gesto no solo destaca en sus labios, sus ojos azules se tornan llenas de alivio y gratitud, puede notarlo incluso debajo de su oscura capucha.
El asesino no entiende porque siente aquel impulso de sonreír en respuesta, sin embargo no hay tiempo para comprenderlo porque varios hombres aparecen por el arco de piedra que conectaba el patio en el que se encontraban con la pequeña piazza. Todos gritan en victoria.
-¡Erik!- Se acerca un efusivo Antonio a su lado.
La vista del templario se pierde entre vitores y puños alzados en señal de triunfo. Pronto el jefe del gremio de ladrones ordena volver a su guarida. Pide la calma y golpea el hombro de Erik.
Y mucho antes que Erik pregunte, Antonio habla.- Raven y Rosa están ya de regreso. Fue difícil convencerlas pero ellas eran la mejor opción para guiar a los demás.No todos a quienes hemos liberado son mis hombres... he encontrado un viejo amigo. - Sonríe de lado.- Pietro debería estar por aquí.- Señala buscando al mencionado con la mirada entre la multitud que poco a poco disminuía. Todos estaban conscientes de que debían desaparecer de inmediato. La noticia de su reciente victoria llegaría pronto a los altos mandos, y ellos no tardarían en enviar el doble de fuerzas de manera que esta vez no tomarían ningún prisionero. Sí, no era una victoria como tal.
-Ahí está.- Antonio avanza hasta el chico de cabello plateado. El asesino puede notar una mirada curiosa y divertida en el menor, está observando al corpulento hombre de patillas que se aleja. Erik estaba por voltear cuando se percata del lugar al que se aproxima el hombre. El joven templario.
Erik se descubre avanzando hacia ellos mientras su mirada no se despega de ambos hombres. Xavier está cruzado de brazos mirando atento al hombre de patillas, quien suelta un gran suspiro y toma el puente de su nariz con sus dedos.
-Logan.- interrumpe y los dos hombres voltean. Sin embargo, Charles dirige su atención al asesino. El hombre de ojos azules luce un poco cansado pero su rostro luce menos tenso.
-Antonio... Vaya espectáculo.- La voz del hombre es un poco altanera y brusca pero no parece querer ofenderlo.
-Es bueno verte.- Responde mientras su mano da pequeños golpes en el hombro del corpulento hombre.
-Espero que hayas tenido un buen motivo para enviar a tus hombres a una trampa segura.- Logan se cruza de brazos.
-Mucho mejores que solo conseguir vino barato.-
-Libre de impuestos.- Corrige Logan.- Claro que si te condenan a la horca no hay mucho que pueda disfrutar.-
-Si esto no para me temo que esa condena sera en masa.-
Logan se cruza de brazos con su ceño fruncido.
-Al parecer Shaw está terminando de convencer a Barbarigo.- Aclara Antonio.
-Te advertí que no debías bajar la guardia ante ese grassone bastardo.- gruñó.
Antonio parece ignorar el comentario, no se inmuta ni un poco.
-Necesitamos derrocar al dogo.- Anuncia serio.
Charles se desprende de su capucha, la luz de la luna revelando su rostro.
-Derrocar al dogo solo le daría a Shaw el poder completo sobre Venecia. Es lo que busca. Es el motivo por el que las mercaderías han sido confiscadas. El presiona al pueblo para hacer lo que el quiere. De otra forma el perdería.-
Una vez más Erik se permite sorprenderse, y no por sus palabras sino por su audacia pero permanece con su rostro inexpresivo.
El jefe de los ladrones mira atento al castaño claramente sorprendido y maravillado por su deducción, pero su mirada se dirige rápidamente a Logan.
-Amico mio.- Responde llanamente.
Erik puede notar un poco de tensión en su mirada, pero es muy bueno ocultándolo. A pesar de ello Erik puede entender. Charles es un templario.
-Sería un placer que participaras en la formación de estrategias...-
-Charles.- Responde el templario aceptando el apretón de manos.
El joven de ojos azules mira por un pequeño segundo a Erik. Puede notar el pequeño atisbo de miedo.
En el pasado Erik tuvo muchas ocasiones en las que fácilmente podría haber acabado con Charles y ahora se presentaba una nueva oportunidad. Sin embargo esta vez Charles no lucía confiado. Erik podía simplemente revelar porque este joven había deducido tan rápidamente el plan de un viejo templario. No obstante el asesino permaneció en silencio sin tener una clara razón.
Al notar que eran los últimos, Antonio se apresuró a presionar a sus acompañantes para abandonar el lugar.
Pronto, los cuatro hombres se alejaba de las calles que minutos atrás se habían convertido en un campo de batalla.
Logan caminaba en silencio, escuchando la fallida misión de Antonio por recuperar la mercadería. Charles a su lado.
Erik los seguía unos pasos más atrás cuando notó la figura de Xavier detenerse debajo del viejo arco de piedra que daba lugar al gremio. Este se volteó.
-¿Por qué?- Su pregunta parece hacer eco.
El hombre de capucha blanca no se detiene y pasa de largo al templario ignorándolo. No tiene respuesta.
-Gracias.- Alcanza a oír y sus pasos paran para asentir ligeramente en su dirección. Aún no tiene respuesta.
Erik avanza de nuevo; unos tres pasos después escucha a Charles siguiéndolo hasta la oficina de Antonio.

La realidad lo golpea en un fuerte dolor de cabeza. De repente aquellos tonos cafés se transforman en metálicos y azules.
-Hemos terminado por hoy.- Aclara la mujer tomando su tableta. - Tu mente aún debe acostumbrarse. Necesita tiempo.-
Ella camina de manera segura hasta la puerta de puertas automáticas.
Erik apenas entiende lo que pasa y la sigue tomando su cabeza con una mano.
-Descansa. Mañana continuamos.- La puerta se cerró de inmediato dejando a Erik nuevamente atrapado.
El cobrizo golpea la puerta con ira pero no provoca daño alguno.
Sintiendo varios pinchazos en su cabeza se dirige a la cama, que ocupa la mayor parte de la habitación, y se deja caer sobre la almohada.
Sabía que debía escapar pero era imposible en esas condiciones. Primero debía serenarse y descansar para después buscar opciones de un escape. No podía siquiera entender para que exactamente lo querían.
¿Cómo puede poseer algo tan importante sin saberlo?
¿Qué es lo que buscaba esta gente?
Su mano se convirtió en un puño golpeando el colchón con rabia, lo que provoca que los pinchazos presionen su mente con mayor intensidad.
De repente se vio perdido pensando en el cambio tan abrupto en su vida. Y no es que extrañara su situación en la vida real pero si su libertad. Y sobre todo, libre de esas imágenes.
Su mente sigue vagando en los recuerdos de su antepasado, y a pesar de los muchos nombres nuevos, uno retumba en su mente.
Charles Xavier
Puede recordar el momento en que se despertó tan solo escuchando ese nombre. Como esas dos palabras lo habían desequilibrado. Y sabe que ese problema no es tan solo por ser la primera vez que es sometido ante esa extraña máquina. El pudo sentir lo mismo que su antepasado experimentó.
La inquietud y la curiosidad.

Apenas pudo notar cuando las luces de la habitación bajaron su intensidad considerablemente antes de dejar que el cansancio le hiciera olvidar por un momento de la situación en la que se encontraba. Pronto cayó en un profundo sueño con el nombre aún retumbando en su mente.

Espero que la espera haya valido la pena (^^) perdón por tardar demasiado pero a veces se me complica enlazando la historia a los videojuegos.
Quiero agradecerles por el apoyo a esta historia. No saben lo feliz que me hacen sus comentarios! Sus votos y cuando la añaden a sus listas de lectura. Me encanta!
Ya saben que cualquier idea o duda estaré feliz de responder ^-^/
Gracias! <3

Amrles

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2017 ⏰

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