Désaccord (1)

🌹C.14½🌹

🌹Leila🌹

El plan de Leila al llegar junto con Alex al Griffith Park era encontrarse con Louis juntos con la intención de molestarlo, pero por alguna razón todo esto cambió luego de unos minutos que comenzaron a correr...

— Eres muy lento –se burló malvada del pobre chico debido a que le llevaba la delantera.

— No acostumbro correr –gimió agitado pero excitado a la vez. El viento natural que golpeaba su rostro y la gran cantidad de oxígeno que invadía sus pulmones lo hacían sentir con vida.

— Oye, mira eso...

Leila se detuvo al ver un pequeño pajarito rojo sin tomar en cuenta que Alex venía detrás de ella; este no pudo detenerse a tiempo y por ello tomó a la chica de su cintura y ambos cayeron rodando sobre el césped mientras reían estúpidamente.

— Eres un idiota –lo golpeó sin fuerzas por la gracia que le causaba la situación. La risa de Alex era muy contagiosa y divertida; él estaba tan tentado que apenas podía respirar. Leila lo empujó para que la soltara porque aún la estaba rodeando con sus brazos y sus manos se encontraban justamente sobre su cintura desnuda– ¡Espantaste al pajarito! Tonto Alex.

— Tonto Alex –la imitó divertido antes de alejarse de ella y ponerse cómodo sobre el suave césped– Al diablo el ejercicio; yo me quedaré aquí sobre el césped a descansar...

Cruzó los brazos bajo su cabeza como una almohada y ella se sentó con el trasero sobre el césped y las piernas cruzadas frente a él para admirarlo más cómodamente.

— ¿Sabes? Luego de todo lo que me has contado de Tomlinson, estuve pensando que deseo aprender a partirle la cara, que tú me enseñes; no permitiré que vuelva a intentar propasarse contigo. No tengo idea de cómo pelear porque mi madre me lo prohíbe, pero dudo que sea difícil... ¿O sí? –dijo y ella no pudo evitar reírse de él.

— Gracias All, pero no hace falta. No quiero que te haga daño, y además no creo que sea tan fácil para ti como crees... Eres diferente, pelear no es lo tuyo.

— Todos los pacíficos tenemos que desquitarnos con los puños una vez en la vida, y yo quiero hacerlo por una causa importante –se sentó igual que ella para quedar cara a cara, provocando que el corazón de Ll se acelerara tanto que parecía estar a punto de estallar.

— Puedo defenderme sola, y eso es lo que pienso hacer...

— Al decir eso suenas más como Coco que como tú –hizo una mueca disgustado.

— ¿Me estás diciendo que no puedo cobrar venganza por mí misma? –se cruzó de brazos pero Alex negó con la cabeza bastante divertido de ver lo ofendida que estaba.

— Solamente digo que... No deberías jugar con los sentimientos de alguien que no los tiene. Ningún hombre de verdad se atrevería a hacer tal cosa con una mujer tan bonita como tú... –murmuró, colocando su mano sobre la mejilla de Leila. Definitivamente ella estaba a punto de desfallecer– Si lo deseas, yo puedo ayudarte a pensar en otros métodos...

Se acercó a ella lo suficiente como para quitarle la respiración y lograr que ella perdiera la cordura (la poca que posee). Estaba completamente hipnotizada por sus celestes ojos brillantes.

— Y... ¿Esos cu-cuales son? –apenas pudo responder y el sonrió.

— Luego te digo –comenzó a besarla igual que lo hizo en el salón de la universidad.